Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
16-11-2020
¡Paredón moral contra golpistas e inmorales!
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¿Cómo se puede castigar a los funcionarios públicos que roban
los dineros del Estado?, ¿de qué modo escarmentamos a ex presidentes de la
República, congresistas, gerentes, altos funcionarios, acostumbrados a las
coimas y a la estafa con contratos o licitaciones con dedicatoria, nombre y
apellido?
No basta, de ninguna manera, el Código Penal o el Civil.
Quien tiene dinero, influencia, amigos y compadres, suele eludir mañosamente
los castigos, carcelerías o detenciones. O son muy benignas o no se aplican
porque aquí en Perú hay banqueros que se han hecho confeccionar salas penales
especiales para ellos y, por supuesto, ¡jamás son inculpados!
En los tiempos del fujimorismo, esa turba que hizo del
saqueo del Estado una vocación permanente y capaz hasta de delinquir con la
ropa usada que nos venía donada del exterior, aventuré la expresión de Paredón
Moral para los cacos.
¿Qué hace un ratero de cuello blanco, apellido “honorable”,
auto del año y con faltriqueras nutridas de muchos billetes?, compra jueces al
peso, soborna policías y acuerda con los buena gente que deciden “cómo” asumir
su castigo. Luego de algunos años en que sus cuentas no son tocadas y ¡mucho
menos! el producto de sus robos –casas, acciones, inversiones, siempre a nombre
de terceros o cuartos- que permanecen inmunes a cualquier pesquisa, se
“sombrea” y vuelve a la cosa pública. Y no pocas veces resulta pérfido
candidato a la presidencia o al Congreso.
Para los saurios las líneas precedentes son blasfemia porque
sindica exactamente sus prácticas mafiosas.
¿Qué hacemos cuando el réprobo supera los años de su
carcelería y su “deuda” con la sociedad? El formalismo legalista defendido por
los abogados suculentamente avituallados por sus clientes, denota que ya se
cumplió el ciclo.
Lo antedicho choca con una lacerante realidad: ¿y qué
hacemos con tantos infames que buscan en el Congreso o en la presidencia el
blindaje para robos de mayor amplitud y espectro criminal?
En el Parlamento actual hay, de 130 legisladores, 68 con
procesos penales en curso o con sentencia. La pregunta cae por madura: ¿es un Congreso
o una penitenciaría?
Es allí donde el concepto de Paredón Moral adquiere ribetes de
enorme carga cívica y de castigo para los delincuentes.
Quien le robe al Estado merece el Paredón Moral que
incluiría su foto con nombre y apellido en las páginas web de todos los
ministerios y dependencias públicas. Más aún deberían llevar un DNI especial
con la inscripción Robó al Estado de
modo que si se salvan de la cárcel, no podrán hacer lo mismo cuando deban
identificarse.
El Paredón Moral es más fuerte que las puniciones hechizas que
no pocas veces otorga la legislación penal.
El pueblo es más sabio que todos los sabios y se da cuenta
de cómo los rateros hacen de las suyas durante años de años y los signos
exteriores de riqueza son una cachetada al pueblo.
Los muchachos que salieron a marchar estos últimos días,
logrando con su indignación un clima insurgente que terminó con la renuncia del
golpista ridículo luego de mucha cháchara en su “discurso”, gratificaron al
Perú con una verdad monumental: ¡Sí se puede!
Dos jóvenes perdieron la vida en las protestas, débese
investigar exhaustivamente a quienes dieron las órdenes y a los autores
materiales de los asesinatos. ¡Y que les caiga todo el peso de la ley!