Thursday, August 03, 2017

El amor en tiempos del Facebook

El amor en tiempos del Facebook
por Zully Pinchi Ramírez; zullypinchi2017@gmail.com

3-8-2017

Te dejaré entrar en mis sueños, solo si yo puedo estar en los tuyos. Bob Dylan.

La edad de piedra ha quedado en el pasado, nadie es inaccesible hoy, ni indispensable o inalcanzable. No se salva el noble ni el pobre, ni el rey ni el diputado, ni el líder ni el mendigo, ni el ganador del Pulitzer ni aquél que nunca ha ganado en su vida más que miseria y decepción. Ya las estrellas no están en el cielo, uno puede llegar a ellas y verlas en cualquier momento sin esperar los diarios y revistas para contemplarlos, el paseo de la fama ha sido cambiado por el más interesante y apasionante descubrimiento de los últimos tiempos del internet: Facebook.

Y es que Facebook es para un adulto como el dulce para el niño, como la entrada a un parque de diversiones, donde puedes volver a vivir todas tus épocas y recordar a los protagonistas y antagonistas que formaron parte de tu historia; es imposible no revisar el perfil del chico más guapo de tu barrio o de tu universidad, aquél que con solo estar frente a ti, te dejaba muda de los nervios y te hacía temblar como gelatina; no se escapa la curiosidad de ver cómo le va a aquella malvada que siempre se la pasaba destilando envidia en tu contra; ni qué decir de todos tus ex y la sonrisa indiscreta que se te escapa cuando ves que la vida se ha encargado de hacerles pagar cada una de sus canalladas.

Ahora puedes enamorarte vía Facebook, abres una cuenta solo para encontrar y ubicar a quién roba tus suspiros, sin conocerse lo suficiente ni haber tenido una sola conversación, con una celeridad inimaginable te conviertes en un adicto, buscando un lugar privado para concentrarte en observar a tu amor inalcanzable, y si por un par de días no entras a enterarte de las novedades, te da el síndrome de abstinencia, te nace la obsesión de saber qué dijo, qué escribió, qué ropa usó, qué color de camisa eligió, a dónde fue, cuál fue su último destino de viaje, qué partes del mundo conoce, cómo es su sonrisa, qué le gusta, qué come, qué postre es su favorito, y día a día, vas descubriendo cosas nuevas de su forma de ser personalidad y sentimientos y si hace videos, sueñas más, porque mientras mira a la cámara tú crees que te ve a ti, y que estás en un espacio libre, a solas,  porque es como estar en vivo y en directo, eso es lo mágico de Facebook.

Así, aunque nunca te dé un solo like en lo que publicas, ni sepa de tu existencia, te late el corazón y todo se resume a un hermoso arcoiris que sale del cielo gris, después de una tormenta, sin saber cómo, te das cuenta de que te has enamorado en los tiempos de Facebook.

Hace 20 años, el amor era un sentimiento tan tangible como lo es hoy, así los amantes se encontraran a muchos kilómetros de distancia, sin embargo, uno se contentaba con una carta llena de contenidos románticos, con tarjetitas impresas con corazones que cobraban vida y que eran sujetados por unos ositos suspirando y clamando: “Te extraño tanto”, y aquella experiencia era eterna casi sublime que siguió de moda, hasta que la tecnología fue avanzando y descartó al correo nacional o internacional y a la postal, ya no era tan usual que alguien fuera a tocar tu puerta anunciándote que llegaba correo, sino que empezaba la era del e-mail.
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¡Fuera malos funcionarios del Estado!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
3-8-2017

¡Fuera malos funcionarios del Estado!

En su mensaje de 28 de julio, el presidente Pedro Pablo Kuczynski, aludió a los que con dolo y vesania sirvieron mal los intereses del Estado como funcionarios y dijo convicto que NO deberían nunca más ser parte de ningún gobierno o administración. Censuró, asimismo, a las empresas tramposas.

Un mal funcionario es aquél que deja que el dispendio de los recursos del Estado se vaya en contratos o licitaciones con nombre y apellido, es decir con dedicatoria a la empresa tal o cual. De igual manera quien permite costos trucados, lo que comúnmente se llama sobreprecio, también delinque porque es el pueblo que con sus impuestos sufraga todo el funcionamiento del país.

Casi siempre hay bandas o grupetes consagrados al dudoso deporte de exprimir las arcas del Estado. Asimismo, existen los que, anuentes siempre por un precio cómodo, viabilizan negociados de toda dimensión o tamaño. El asunto es enriquecerse a costa del dinero fiscal.

Llama poderosamente la atención que desde que se otorgara la buena pro en diciembre del 2015 al monopolio francés Imprimerie Nationale-Gemalto para los pasaportes electrónicos de Cancillería, esta institución haya guardado un muy sospechoso silencio ante las denuncias de sobreprecio hasta un monto que bordea los US$ 16 millones de dólares.

Es más, pocas semanas atrás, la Contraloría General de la República, informó ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, en torno a las irregularidades en el contrato entre Imprimerie Nationale-Gemalto y Cancillería. Se hizo mención al sobreprecio, a medidas de seguridad pertenecientes a una tercera empresa socia de los ganadores y a caídas del software de soporte lo que hacía que el servicio fuera deficiente y poco confiable.

El Ministerio Público tiene ese informe 023 de la Contraloría. A tenor de lo expresado por el jefe de Estado, debiera acelerar sus tiempos e iniciar el proceso a los que resultaran responsables de capitán a paje, establecer sus grados de culpa, penas que merezcan y el alejamiento vitalicio para que nunca más puedan laborar para el aparato estatal.

La regla de 3 es imbatible: si por US$ 3 millones de dólares, encarcelaron al ex presidente Ollanta Humala y a su esposa, Nadine Heredia; entonces por el sobreprecio de US$ 16 millones en Cancillería, hay que actuar con una severidad ejemplar que inhiba a cualquier pillo a incurrir en estos caminos delictivos.

A mediados del 2016, en carta cuyo original conservo, la Contraloría General de la República anunció que había empezado un proceso de auditoría a la Superintendencia Nacional de Migraciones y por ¡el pasaporte electrónico! Entonces era Boris Potozén y sus amigos los que capitaneaban dicha dependencia. La buena pro, octubre 2015, también había sido para Imprimerie Nationale-Gemalto, el consorcio francés que tanto defendía y propagandizaba el ex embajador galo Fabrice Mauries.

Es hora que los implicados se allanen a la colaboración eficaz y revelen los secretos de quiénes dieron las órdenes, del porqué se contrató con Imprimerie Nationale-Gemalto y ¿a dónde fueron a parar esos dineros ilícitos por el monto de US$ 16 millones de dólares?

Estamos atentos a cómo se desarrollan las cosas.
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