Wednesday, September 20, 2006

TdP, renta básica y mentiras a granel

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
20-9-2006

TdP, renta básica y mentiras a granel

La profunda devaluación política y moral que padecen la casta
burocrática que detenta el gobierno, el Congreso, los medios de
comunicación, la intelectualidad, de ONG y la genuina, los partidos,
las instituciones todas, ha quedado evidenciada y patéticamente
graficada con el tema de la renta básica que cobra esa empresa ladrona
que fue, es y seguirá siendo Telefónica "del Perú".

El presidente García dijo en campaña que iba a eliminar, de salir
elegido, la renta básica. El Congreso le pone la ley para que la
promulgue y entonces, en giro acrobático, cambia el sentido de las
palabras y la obliteración de ese robo se convierte en una comisión
integrada por "especialistas" bajo la presidencia de la ministra de
Transportes, Verónica Zavala, ilustre palafrenera de los grupos de
poder económico en el Perú. Como en el vals criollo: una cosa es con
guitarra, otra cosa con cajón. No es lo mismo estar en la plaza
pública en el calor que disimula la multitud de promesas, que estar
entre pirañas hambrientas de cobrarle al país, vía Palacio de
Gobierno, todo lo que ellos creen que aún pueden enajenar de la
nación.

El Congreso desaprovechó su cuarto de hora. En lugar de convertir como
tema esencial del drama peruano la renta básica e imponerse con
espíritu de cuerpo, democrático y desde las bases, 80 fueron los
votos, se dejó ganar por una pusilanimidad evidente y el domingo ya
eran parte del museo nacional del anonimato. Bastó un discurso del
presidente García para llegar a esta nefasta realidad. Los encomiables
y esforzados gestos valientes del legislador Yohny Lescano, principal
capitán de la jornada, son insuficientes ante el silencio inexplicable
del resto de parlamentarios.

Un clima de imbecilización masiva inunda al país. Los medios de
comunicación, bien pagados y sobornados para que digan cuanto las
empresas necesitan que se subraye en el convite siniestro de comprar
un país de a pocos, con descaro y burla aviesa, han aterrado a los
políticos porque dicen que si se toca un solo contrato, el apocalipsis
caerá sobre el Perú y ¡nos quedaremos sin inversiones!

¡Impresionante mentira! Pero peor es la mudez inepta de quienes tienen
la responsabilidad del manejo político del Perú. ¿Creen todos estos
especímenes que el capital se aleja así porque sí? Donde hay negocio y
posibilidades de hacer rentas, el capital adviene, se instala y
respeta las reglas. Lo que no quieren decir ¡por supuesto! porque es
políticamente inconveniente es que el latrocinio, la monra, el asalto
a mano armada, como es la renta básica de TdP, no puede ser tocado,
porque hay miles de involucrados en esta forma de estafar al país.
Entonces ¡todos trocan en cómplices, pasivos o activos de este cultivo
canceroso que enajena a las fuerzas populares del Perú!

El fujimorismo delincuencial logró crear los arquetipos de cómo
destrozar al país con "estabilidad jurídica". Una explicación, dada
por su ministro de Economía más inteligente, Carlos Boloña Behr,
apunta a establecer que los contratos aquellos tuvieron su momento
porque el gobierno de Alan García (1985-1990) había dejado el país en
la ruina total. Después ¿qué explicación hay? Sólo una: los grandes
truhánes, los rufianes acostumbrados a creer que el Perú es una
chacra, no saben hacer negocios honestos. ¡Jamás serían tan ricos si
no fuera porque sus contratos de estabilidad y sus leyes intocables
les protegen las 24 horas del día, los 12 meses del año, todos los
minutos que respiran dólares, robándole el proyecto de vida y el
destino nacional a una patria aherrojada a la conducción de políticos
inmorales y claudicantes!

¿Acaso no son derechos humanos los que se violentan cuando se le roba
al país? Como no hay quien pague algún taller o fórum o folletito de
quiosco, las ONGs de "derechos humanos" no se atreven a decir
¡absolutamente nada! No es "políticamente conveniente" cuestionar a su
financiadora eterna de dichos cónclaves cómplices. ¡Esa es la verdad!
¡Sinverguenzas!

¿Y los partidos?: ¡no existen! El Congreso: ¡rumia su frustración por
una sensible falta de pantalones! Los intelectuales: ¡sólo rebuznan
cuando hay dólares! Los medios de comunicación, gozan de buena
publicidad y son alfiles pagados en los puestos claves. ¡República no,
mojiganga! denunciaba Manuel González Prada.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

Lea www.redvoltaire.net
hcmujica.blogspot.com