Señal de Alerta
por Herbert Mujica
Rojas
11-2-2015
¡Caos gerencial en OSITRAN!
Una entidad,
regulador importante como OSITRAN, que maneja miles de millones de dólares
propios y encargados, padece una especie de caos interno que a la fecha no
tiene explicación razonable, administrativa ni filosófica de ningún tipo. La
presidente, Patricia Benavente Donayre, ella misma está huérfana de las
calificaciones exigidas para la capitanía de una institución de este calibre.
Es hora que en la PCM, en el Congreso y en la opinión pública, se analice,
castigue a los responsables, se los reemplace y se sanee OSITRAN.
¡En interés de la cosa pública!
Los ciudadanos pagan
con sus impuestos los sueldos de malos funcionarios -también hay buenos- y, por
tanto, no hay nada que pueda escapar a su fiscalización. Este periodista
escribe en este tema, como en muchos otros en interés de la cosa pública, derecho
inabdicable y sagrado. Nada de lo que aquí se dice carece de sustentación. Y si
así fuere, que nos refuten, respuestas y más detalles hay hasta para diez
artículos tan extensos y divertidos como éste.
¿Cómo fue el concurso para presidente?
Extrañamente,
mientras que en los primeros concursos fueron elegidos los presidentes de
OSINERGMIN, OSIPTEL y SUNASS, no ocurrió lo mismo con OSITRAN y tuvo que ir a un
tercer concurso, para el que se disminuyeron las exigencias y competencias de los
postulantes. Advertimos también sobre lo peligroso que significaba esta
decisión, pues se trataba justamente del regulador que más dinero iba a
supervisar (entonces estimábamos $ 6 mil millones, cifra largamente superada a
la fecha) y que lo lógico y conveniente era seleccionar entre profesionales con
la debida experiencia y preparación.
A la tercera, la vencida
Es recién en una
tercera ocasión que postula y gana la señorita Silvia Patricia Benavente
Donayre, quien sin mayores méritos profesionales asume tamaña responsabilidad.
Dicho esto, por cuanto, nunca tuvo antes a su cargo ni siquiera una gerencia de
área, limitándose su experiencia a ser una Profesional 1 de la Gerencia de
Asesoría Legal del propio OSITRAN, dedicándose a ver temas de infraestructura
aérea. Es decir, sin conocimiento del trabajo de campo, ya que su labor fue
netamente de escritorio. Lo que desmiente lo que en su momento dijera ella a la
Comisión de Fiscalización del Congreso.
Es obvio entonces
que alguien agitó la varita mágica en este tercer concurso, porque de otra
manera no se entiende cómo pudo superar a contendores con mucho mayor CV que
ella, tanto en formación académica como en experiencia laboral. Se dice que es
uno de los legados que nos dejó al país el ex ministro Castilla.
Inestabilidad administrativa
Lamentablemente no
ocurrió lo que se recomendaba, y ahora OSITRAN es el regulador peor conducido
de los cuatro; el que mayores auto-rectificaciones produce (basta dar una
mirada a las resoluciones de presidencia y gerencia general); el de mayores
cambios en sus documentos normativos (Manual de Descripción de Puestos, Cuadro
de Asignación de Personal, Clasificador de Cargos, Manual de Organización y
Funciones, todos ellos, es obvio, para adecuarlos a las calificaciones de quienes
deben "ganar" los concursos respectivos); el de continuas
modificaciones en la conformación de entes institucionales que debieran
mantener permanencia (como el Comité de Control Interno, el Plan Anual de
Contrataciones, que solo el año pasado experimentó 14 modificaciones o el Plan
Anual de Supervisión, que debiera ser transparente para los supervisados); el
de menor transparencia (son innúmeras las resoluciones no colgadas en la web
institucional); el más cuestionado por sus supervisados (se quejan de la falta
de visión empresarial y de la inflexibilidad del regulador, que es el origen de
justos procesos arbitrales por sanciones exageradamente aplicadas); y, entre
otros argumentos adicionales, el del cuadro gerencial más débil o
"livianito", como se dice en el mercado.
Pero tampoco podía
esperarse otra cosa, más que la inestabilidad existente. Si su titular no sabe
cuál es el rumbo a seguir, los subordinados no sabrán cómo desarrollarse.
Gerentes generales de corto plazo
Esto es de verse,
por ejemplo, con quienes han ocupado y ocupan el importante cargo de Gerente
General, funcionario designado exclusivamente por la presidenta de la
institución, y que a la fecha suman cinco ¡en
apenas 28 meses! Esto es, menos de 6 meses cada uno.
¡Como para no desentonar
con el gobierno y sus primeros ministros! El problema es que OSITRAN es un
organismo técnico y estos constantes cambios hacen daño en su gestión.
Si a lo anterior le
añadimos que ninguno de los cinco fue el idóneo para dicha responsabilidad, sea
por no cumplir los requisitos exigidos para el cargo o porque su formación y
experiencia daba para cargos de menor exigencia ejecutiva, pero no para uno
donde se requiere compromiso, celeridad, rapidez mental, toma de decisiones y
personalidad, la cosa es grave.
Veamos. El 28 de
diciembre de 2012 se emite la Resolución Nº 087-2012-PD-OSITRAN, por la cual se
regulariza la Encargatura en la Gerencia General de William Bryson Butrica, que
venía desempeñándola desde el 17 de octubre a partir de un simple memorando de
la Presidencia.
¡Perlas de la Encargatura!
Pregunto ¿serán
legalmente válidos los actos y documentos suscritos por Bryson en esas
condiciones? ¿La señorita Benavente no es abogado y funcionario experimentada
(como le dijera a la Comisión de Fiscalización) y no reparó en ésta, por lo
menos, irregularidad administrativa? ¿Y el gerente de asesoría legal dijo algo
al respecto?
Sin embargo, eso no
es lo peor de esta encargatura. El señor Bryson fue postulante frustrado para
el cargo de Presidente de OSITRAN, no superó siquiera la primera etapa del
concurso, la evaluación curricular justamente, porque, entre otros, no contaba
con experiencia gerencial. Además, a la fecha de la Encargatura no tenía título
profesional, requisito ineludible exigido por el Manual de Descripción de
Puestos vigente a esa fecha. Condición que no ha sido cambiada en las nuevas y
diversas versiones de este instrumento administrativo. Por si fuera poco, su
cargo, cuando asume la gerencia general, era el de Analista de Gestión 1 de la
Gerencia de Supervisión. Es decir, se
"comió" por lo menos tres niveles en el salto jerárquico que dio.
¿No sabía nada de
esto la señorita Benavente de su antiguo compañero de trabajo en la misma
entidad ... o simplemente no le importó?
Cuestionado nombramiento de asesora
Como tampoco le
importó trasgredir la normatividad vigente en el nombramiento de su primera
Asesora, María Farah Wong Abad, quien asumió funciones sin reunir los
requisitos exigidos, lo que fueron adecuándose después con las continuas
modificaciones del MDP y MOF, hasta alcanzar sus "altas"
competencias. Se mantuvo en el cargo poco más de año y medio, a pesar de la
infracción comentada, sin que el OCI dijera nada, y hasta que cumplió su
cometido: dejar a sus conocidos bien
ubicados en cargos destinados a adquisiciones y en los tratos con la UNOPS para
la selección de supervisores de obras.
Pregunto nuevamente:
¿esto no es delito? ¿siquiera una falta administrativa? ¿y la Contraloría, a
través de su OCI, qué dice?.
¡A los dos meses, abandonó el barco!
Luego, el 2 de enero
de 2013, mediante Resolución Nº 001-2013-PD-OSITRAN se nombra a la señora Rosa
Virginia Nakagawa Morales como Gerente General de la entidad. Abogada de
profesión, que contaba con las calificaciones suficientes para el cargo, pues a
su formación académica se le suma experiencia gerencial en entidades públicas y
privadas. Ella fue nombrada "en consenso" (único caso de los cinco
gerentes generales) con el Consejo Directivo, conforme reza la resolución enunciada.
Lamentablemente la ilusión duró poco, apenas dos meses; pues, en marzo del
mismo año presentó su renuncia. Dicen fuentes bien enteradas que la presidenta
no la dejaba trabajar, ni tomar decisiones, se inmiscuía en todo y desconfiaba
de sus actos.
¡Encargatura Chi cheñó!
Entonces, ¿a quién
recurre Benavente? Claro, nuevamente a Bryson Butrica, quien sí deja que la
presidenta haga todo lo que Nakagawa no permitió. Esta nueva Encargatura se
produce mediante Resolución Nº 027-2013-PD-OSITRAN del 27 de marzo de 2013, con
retroactividad al día 11 anterior, "regularizando" los actos
efectuados por éste. ¿Tenía título profesional el señor Bryson? ¡Qué importa,
según Benavente! Es una nueva infracción a las normas sobre el particular, pero
su padrino seguía en el cargo de ministro del MEF.
Esta nueva
encargatura la desarrolla Bryson Butrica por 1 año, hasta el 21 de marzo de
2014, porque con Resolución Nº 109-2013-PD-OSITRAN es nombrado Juan Rafael Peña
Vera. Abogado también de profesión, con experiencia en el MEF y CGR en cargos
gerenciales relacionados con la planificación; es decir, pasivos; de actividad
lenta y programable; de decisiones, por lo tanto, con tiempo para meditar. Poco
o nada adecuado a lo que necesita una gerencia general, menos aún con las
características demostradas de su jefa.
Cuchilladas entre funcionarios
Era previsible pues,
su salida y más bien sorprendió que durara 10 meses, hasta mediados de enero
del presente año. Más aún, cuando su segundo, el Gerente Adjunto a la Gerencia
General, Obed Chuquihuayta Arias, fungía de ojos y oídos de la presidenta, no
desperdiciando ninguna ocasión para dejarlo mal parado. Su salida se enmarca en
una carta de renuncia por motivos personales y de salud, que por supuesto nadie
cree, ya que se venía hablando de su renuncia desde semanas atrás. Es más, le
fueron retirando algunas funciones que le competían, y era público que él
estaba en búsqueda de trabajo, comentando a sus más cercanos las entrevistas
que pasaba. Al parecer, tuvo mucho que ver también su negativa a apoyar
activamente en el cuestionado concurso para la selección del Supervisor de la
Línea 2 del Metro de Lima, tanto es así que el día de entrega de los sobres por
los consorcios postulantes prefirió irse a Piura a una postergable reunión del
Consejo de Usuarios.
¡El gato de despensero!
Y ahora ¿quién es el
Gerente General de OSITRAN? No, ya no es el incondicional Bryson Butrica. El ya
recibió el premio regresando a su cargo original, pero con un sueldo muy
superior al de sus pares. Ahora le tocó el turno al activísimo Obed
Chuquihuayta Arias, como premio a la lealtad, mal entendida.
Es así que mediante
la misma Resolución en que se acepta la renuncia de Peña (Nº 005-2015-PD-OSITRAN
de fecha 27-1-15) se le encarga la Gerencia General a Obed Chuquihuayta Arias.
No en resolución aparte, como ocurriera antes, como si la presidenta Benavente
se avergonzara de a quién estaba poniendo en tan importante cargo.
¡Sube como la espuma!
Es fácil deducir la
"razón" de esta actitud. Chuquihuayta, además de lo dicho, había
tenido un meteórico ascenso desde su ingreso como Supervisor de Inversiones 1
de la Gerencia de Supervisión, en el año 2013; para pasar como Encargado de la
Gerencia Adjunta a la Gerencia General en marzo del mismo año y ser nombrado en
dicho cargo en junio también del mismo año. Todo de la mano de su madrina,
María Farah Wong Abad, la ahora ex Asesora de la Presidenta, que presidiera el
Comité de Evaluación cuando postulara Chuquihuayta a su cargo inicial.
Es Wong Abad quien,
haciendo uso del poder que ostenta aún en OSITRAN, colocó a Chuquihuayta como
Presidente de los Comités Técnicos que acompañan a la UNOPS en los procesos de
selección de Supervisores. En dos de ellos ganó la empresa CESEL (el aeropuerto
Jorge Chávez y el Muelle Norte), que es asesorada por su esposo, el abogado
Juan Carlos Morón Urbina. Y se está a la espera del resultado del cuestionado
concurso por la supervisión de la Línea 2 del Metro de Lima, con bases que
parecen destinadas a un tercer triunfo de CESEL, al inicio del tercer año de
mandato de Benavente.
¡Qué bonita familia!
¿Y Benavente no sabe nada de esto? Difícil, no?
El GG de ahora tampoco cumple requisitos
mínimos
Por si fuera poco
este nuevo Encargado de la Gerencia General tampoco cumple con los requisitos
exigidos para tan importante cargo, por lo menos en dos de ellos: Experiencia
profesional no menor de ocho (8) años en las materias vinculadas a la
competencia de la entidad, ya sea en el sector público o privado; y, Experiencia
no menor a cinco (5) años en cargos gerenciales o de Alta Dirección, o en
Supervisión de Infraestructura y Regulación Económica, con conducción de
equipos de trabajo.
El señor
Chuquihuayta sólo ha tenido a su cargo pequeñas áreas en hospitales de EsSALUD,
cargos de quinta o sexta categoría; y, ha formado parte de equipos de
supervisión de la CGR en varios rubros, algunos vinculados al quehacer de
OSITRAN y en algunos estuvo a cargo de ellos.
¿Quién duda más?
Así que en OSITRAN
corren las apuestas respecto a quién es más temeroso para asumir
responsabilidades: ¿Bryson, Peña o Chuquihuayta?
¿Pero ese nuevo
incumplimiento a los dispositivos que norman estos aspectos, le importa a la
señorita Benavente? ¡Por supuesto que no! Tiene confianza que en el desmadre
que es el gobierno actualmente, esta nueva infracción y premio a uno de sus
predilectos y ficha importante en la vinculación OSITRAN-UNOPS-CESEL, pase
desapercibida.
Contraloría ¿ciega, sorda y muda?
¿Investigará algo la
CGR? ¿Ordenará que el OCI de OSITRAN lo haga profesional e imparcialmente? Por
los antecedentes de lo ocurrido respecto a denuncias anteriores, lo que hagan
(si es que algo hacen) será para tapar las infracciones cometidas.
¿Y el Consejo
Directivo tampoco tiene vela en este entierro? ¿Se dejará seguir meciendo? ¿Bastan
un cursito o un almuercito y ya aprueban todo lo ya ejecutado, sin conocimiento
previo? ¿Y las responsabilidades futuras?
¿Gobierno fortalece a OSITRAN?
Es a esta
institución a la que el desubicado gobierno ha fortalecido aprobándole la
semana pasada su Reglamento de Organización y Funciones, que permitirá, entre
otras acciones, la creación de diversas gerencias según de qué contrato de
concesión se trate. Es decir, el ingreso de más gente allegada, sin
calificaciones suficientes y con el MDP en proceso de cambios para adecuarlos a
esos perfiles, como los casos del Gerente Adjunto de Supervisión, Gerente
Adjunto a la Gerencia General (hoy Encargado de la gerencia general),
Logística, Personal y varios otros más.
Nadie duda que el
instrumento administrativo era necesario aprobar, el problema está en quien
debe aplicarlo: la actual titular de OSITRAN.
¡Bla, bla,bla!
Benavente ha
publicado un artículo el día domingo pasado, en el suplemento Portafolio del
diario El Comercio, bajo el título "Infraestructura y
Competitividad", en el que además de esbozar lugares comunes, repite una
propuesta ya repetida en otros foros e instancias: que Proinversión cree una
unidad orgánica que "limpie" el camino a los contratos de concesión a
suscribirse, especialmente en lo que a saneamiento y expropiación de
propiedades se entiende, para evitar trabas y demoras en la ejecución de obras.
¡Pronóstico negativo para OSITRAN!
Hasta ahí todo bien.
El problema es que esta idea le surge luego de los dos procesos arbitrales en que
se encuentra incurso OSITRAN, planteados por el Consorcio Supervisor de la
Autopista del Sol, por más de $ 7 millones, cuyo pronóstico es totalmente
negativo para el Estado, pues el origen es la incompetencia de la plana
gerencial del OSITRAN (Gerente de Supervisión y Fiscalización y Gerente de
Asesoría Jurídica), que no resuelve oportunamente el contrato de supervisión
cuando el constructor no tenía obra que ejecutar al no habérsele entregado los
terrenos necesarios para ello; y lo hace más dos meses después cuando las obras
se habían reanudado. Es decir, doble torpeza que costará millones al Estado,
caso por el cual no hay ningún sancionado en OSITRAN.
En suma, la señorita
Benavente se permite dar recomendaciones de fortalecimiento de otras instituciones,
sin reparar (o no querer hacerlo) que las deficiencias están al interior de la
entidad que maneja, sin estar preparada para ello, rodeada además de un cuerpo
gerencial sin capacidad de opinión y fieles cumplidores de las órdenes que
imparte.
Preguntamos entonces:
¿se le pasea el alma a la primer ministro Ana Jara también en este caso?
¿Maneja Benavente hilos finos en la PCM?