América Latina:
educación heterogénea y de limitada creatividad
por David Auris
Villegas; davidauris@gmail.com
25-4-2019
Aunque usted no lo crea, estamos de fiesta americana y hay
mucho por celebrar y novedosas jornadas que afrontar como países, centrándonos
en la educación discutida a nivel planetario, olvidando que es fruto del
sistema educativo sórdido o bien intencionado como demuestra la azarosa vida del
continente.
América exhibe un sistema educativo complejo, con
estudiantes competentes e ineptos para resolver problemas cotidianos de
identidad, convivencia, ciencia, tecnología, creatividad, paradójicas horas de
estudios, docencia con salario heterogéneo y un presupuesto disparejo bajo
políticas educativas risiblemente cooperadora.
Insólitamente en plena globalización el sistema educativo de
la región, está erigiendo países separados por absurdas fronteras pedagógicas,
dando al traste la cohesión de la unión americana y el desarrollo sostenido,
oscureciendo el destino de un solo continente.
La OEA, institucionalizada en 1890 con sede en Washington,
logró consolidarse en 1948 y desde 1931 celebramos cada 14 de abril en todo el
continente. Su misión es cultivar la paz, democracia, derechos humanos, buena
vecindad, erradicar la pobreza, seguridad, soberanía y
desarrollo sostenido, entonces: ¿Por qué solo EEUU y Canadá están logrando
estos objetivos?, ¿qué de los sudamericanos?, ¿cuál es el rol de la educación?.
América anglosajona persigue una línea de educación
pragmática competitiva, altos recursos económicos y estudiantes cognitivos para
producir conocimientos y tecnología, en un contexto de espinosa convivencia y
tolerancia hacia los latinos, con una docencia altamente cognitiva y
regularmente valorados, navegando en propuestas y soluciones, viven de espaldas
a la ética de compartir sus logros.
América Latina embelesada en el diagnóstico, ostenta una
educación heterogénea y sobrevalorada, con estudiantes alejados de asuntos
diarios, limitada creatividad, escasa producción de conocimientos, cuantiosas
clases teóricas, menos práctica y una docencia despreciada con salario
irrisorio y un presupuesto limitado dentro de un sistema educativo de espaldas
a la tecnología, la ciencia y la ética coincidiendo con informes de la UNESCO
de 2018.
Incapaz de una política educativa regional sostenida,
folclóricamente cada país, esgrime ciego
a la ciencia, promesas como la meritocracia que no es otra cosa que acumular papeles
para asegurarse un puesto, ya que escasamente existen productos latinos de
exportación gracias a esa meritocracia presumidos en grados académicos
sobrevalorados.
De tal manera, el corrupto y sobrecosteado sistema educativo
latino, lejos de imitar y superar la educación anglosajona, aún rinde culto a
la personalidad, la publicidad política y una cuantiosa teoría indigesta,
olvida educar para construir instituciones sólidas apegadas a la ley, que
arremetan contra la corrupción imperante.
Siendo la educación, componente del IDH, hagamos de ésta,
instrumento de unión americana, nivelando contenidos curriculares y convenios,
para el desplazamiento libre de estudiantes, profesores, académicos,
científicos y generar aprendizajes novedosos, centrados en la producción y
adecuado uso de conocimientos científicos, basado en la solidaridad ética y
transferencia de tecnología asistida, bajo el marco de un sistema educativo
fiable, apuntando construir una institución similar a la unión europea,
haciendo de este continente una sola gran isla americana.