Tuesday, April 21, 2015

Perú: ¡país ocupado!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
15-6-2005

Perú: ¡país ocupado!

¿Con qué derecho la mayoría de medios de comunicación inventa rebrotes terroristas, amenazas a empresas mineras, desbordes populares incontrolables, milagros económicos extraordinarios y sin embargo, seguimos tan pobres y míseros como antes y en una bancarrota moral muy parecida a la que aconteció después de 1879? Entonces, la pezuña bestial del invasor chileno, entendió que debía “escarmentar” al Perú, país con el que nunca tuvo fronteras antes de ese año y se quedó hasta 1883-84 bancando al gobierno de Miguel Iglesias que firmó el Tratado de Ancón y su Protocolo.

¿Se mueven los medios con independencia ajena a la publicidad que pagan las transnacionales? La respuesta es inequívoca: ¡de ninguna manera! El poder real, el fáctico, el que mueve los hilos incontrastables que mandan en la burocracia, en los resortes efectivos de cómo se produce la dinámica de un Estado, sufraga con pingues dólares a cualquier gobierno y financia, también, a los que se erigen en ocupadores mediáticos que abundan en canales, periódicos y radioemisoras. Sólo son “creadores de opinión” los que están y entre ellos se regalan elogios y practican un auto-bombo deleznable como en la peor época de cualquier dictadura. Los hombres o mujeres de pensamiento nacional independiente, son silenciados, acallados, ignorados. Y cuando hay que mencionarlos, entonces, se les cubre de dicterios, calumnias, intenciones subalternas, porque chocan con el status quo que manda imperativamente no permitir el “ruido político”.

Acaba de escribir Alfonso Benavides Correa, el integérrimo patricio, historiador y ex parlamentario de las grandes causas, en el prólogo al libro Las veleidades autocráticas de Simón Bolívar, obra del embajador Félix C. Calderón, unas líneas que considero fundamental reproducir:

“¿Será una trágica constante, al cabo de años de apostolado, de no evadir los temas esenciales del drama, luciendo el coraje moral de estar contra los mandarines, tener, sin prensa adicta, un atardecer escéptico por el silenciamiento?”.

¡El Perú es un país ocupado!

Presas las grandes mayorías de minorías mediocres y oligárquicas, enceguecidas en su afán dinerario de concesionar o regalar todo lo que aún queda de patrimonio, afiebradas por cumplir con los patrones sin pensar en el horizonte de la historia ni el futuro antropo-socio-geográfico de una nación con 28 millones de habitantes, vamos a una disolución ineluctable que hará en poco tiempo más que seamos el escenario donde los de fuera y sus representantes, se muevan como si fueran de adentro, amos y señores de una tierra y de un país que no es el suyo.

La comunicadocracia, estupidez que junta a todas las sangres de oportunistas, sangrones, cómplices y vividores, en alaridos pseudo-democráticos en defensa de un desarrollo parcial y sesgado que elude a los bolsones más impresionantes de pobreza y privilegia, en cambio, sólo a patotas minoritarias y hermanadas por el compadrazgo tecnocrático y los contactos adecuados y racistas, quiere reemplazar al Poder Judicial y da sus “veredictos” en publicidad muy bien fletada ¡no por el bolsillo de los firmantes! sino por las empresas abusivas y atropelladoras.

En investigación que estamos trabajando, hay la evidencia infame que apunta a señalar que un instituto armado se hizo de la vista gorda en 1999 cuando las “negociaciones” del Acta de Ejecución del Tratado de 1929 que mal firmó el Perú y por el cual estalló un escándalo mediático que “respondió” con calumnias y evasivas a mi denuncia de la traición cometida por malos diplomáticos y catedráticos premiados por el otro país en querella. Por eso la angurria desesperada de empujar al Perú a adherirse a la Convención del Mar como tapadera jurídica internacional a semejante aberración cobarde.

A nadie puede exigírsele dogmática aceptación de cartabones. Pero sí tiene que haber un acuerdo por el Perú con puntos mínimos e indispensables. Pareciera ser que el dinero ha comprado masivamente, otra vez, las conciencias en el Perú de los que tienen el acceso fácil y muy bien rentado. Pero el pueblo es más sabio que todos los sabios y la última palabra aún no ha sido dicha. En ello estriba el drama del que Perú ha sabido renacer en no pocas oportunidades, pero no por espontaneísmo sino por dedicada y esforzada obra de sus mejores y más pacientes soldados que de ser anónimos obreros, tendrán que pasar a ser los grandes capitanes de la regeneración nacional. La otra salida es la muerte lenta, penosa, sin gloria, carente de futuro, ciega de ambiciones de cualquier naturaleza, opaca y despreciable.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica



Tía María, amenazas y Alberto Núñez Borja

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
21-4-2015

Tía María, amenazas y Alberto Núñez Borja

"El proyecto minero Tía María en Valle del Tambo, Cocachacra, Islay-Arequipa no camina, es percibido con mucha desconfianza por la población agricultora y los peligros de contaminación por la cercanía que tendrán las instalaciones, inminentes", informó el veterano y combativo periodista-abogado arequipeño Alberto Núñez Borja. ¡Cómo es natural ha recibido amenazas del statu quo instándole a que deje de hacer eco a los reclamos del pueblo y que se vaya de la zona.

Cuando la visita del que parecía alcaide de una prisión, el primer ministro Pedro Cateriano Bellido, el rosario de amenazas y encuadre patibulario del grave suceso, no contribuyó a bajar los niveles del descontento. "Por el contrario -informó Núñez Borja- pocas veces se ha visto tanta torpeza limeña, insolente, colonial y absurda. La llamada licencia social no la ha obtenido Southern Copper y de poco valen las rogativas humillantes que haga o vaya a hacer la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz".

Los ánimos están caldeados y la indignación de los pobladores de Cocachacra es manifiesta. Se sabe que hay un paro convocado para el miércoles que viene recibiendo adhesiones múltiples de otras organizaciones gremiales y sindicales de Arequipa. "El gobierno es miope, no ve, no entiende, la prensa de Lima es abominable y miente y como los antiguos soplones sindica como terroristas o antimineros a genuinos líderes sociales que luchan contra la contaminación y el enorme rosario de abusos de Southern Copper", informó Núñez Borja en su programa interdiario radial en Mollendo y dominical en Arequipa por televisión Canal Quatro.

El asunto es de tal magnitud que hasta sanos elementos militares han invocado a la gente a marchar y a expresar su repudio pero bajo la premisa de no tomar las carreteras porque eso obligaría a la intervención de las fuerzas del orden. "El apoyo al paro será total y el repudio a Tía María, otro tanto", subraya en sus crónicas Alberto Núñez Borja.

¿Qué hay de las amenazas contra ti Alberto? le pregunté al colega y amigo de muchas batallas, pocas horas atrás. Con su característico desparpajo respondió: "¡gajes del oficio, la gente apoya nuestro trabajo en el campo, directamente involucrado con el pueblo de a pie, no somos como los de la capital y su prensa escandalosa que pide cárcel para todo el mundo".  "Eso sí, dice Núñez Borja, como están de moda los abaleamientos, denuncio que a diario recibo amenazas de quienes me acusan de ser contrario al progreso y al desarrollo y hago responsable al gobierno, a Southern Copper, al ministerio del Interior de lo que pueda pasarme, trabajo por los intereses populares y en defensa de la cosa pública irradio noticias", agrega.

Si el respaldo popular a las protestas contra el proyecto Tía María son de un calibre potente, entonces hay que preguntarse si los de Cocachacra, son personas o trabajadores a quienes no impresiona la tecnología o la modernidad. Ni una cosa ni la otra, ciertamente tantos decenios de yerros en contra del medio ambiente y de los pueblos de la zona, por parte de Southern Copper, sus promesas incumplidas o a medio hacer, les han enajenado cualquier clase de respaldo. Los que hablan a su favor en los diarios de Lima no pueden ocultar que son emisarios, a veces rentados, de las grandes empresas y a las que seduce la angurria lucrativa a todo meter: el proyecto de vida del humilde agricultor, del poblador de la zona ¡no les importa un ardite! Se trata de cianurar y contaminar todo a su paso y ninguna literatura será capaz de disfrazar los daños letales no controlados nunca que produce este proyecto. Las toneladas de artículos y panegíricos que vomitan los ujieres no puede desmentir la realidad de un repudio categórico contra Tía María.

Nuestra solidaridad con el trabajo periodístico esforzado, añejo y muy divertido en que está empeñado Alberto Núñez Borja, decidido patriota que no hesitó nunca cuando se trató de la lucha por la preservación e integridad del Mar de Grau hoy en la mira de los epígonos de la Convención del Mar; otra vez, y lo mismo con respecto a la refinería del Sur, a la petroquímica y al desarrollo moderno que predicaba nuestro común amigo el ingeniero Carlos Repetto Grand, diez años atrás desaparecido.


Estamos listos a denunciar cualquier abuso o amedrentamiento que se instigue contra el pueblo protestante del Valle del Tambo, Cocachacra, Islay-Areaquipa y también elevaremos la voz en procura de la integridad física de Alberto Núñez Borja.

¡A este paso, ni Chinguel está seguro!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
20-4-2015

¡A este paso, ni Chinguel está seguro!

El asesinato violento del que fue víctima Patrick Zapata Coletti, amigo y acompañante en días pasados de Gerald Oropeza en el Porsche siniestrado, da cuenta de una situación innegable: hay seres incómodos cuyo testimonio puede ser muy comprometedor. Los más de 10 balazos en su cuerpo son probanza que Zapata "estorbaba". Y para la mafia, muerto el perro, se acaba la rabia.

En Perú se padece, desde hace años, el accionar in crescendo de bandas cuyas características no se ajustan del todo a los arquetipos delincuenciales comunes. Hay demasiada violencia y no hay móviles de robo, atraco ni nada que se le parezca. Se trata de ajustes de cuentas con disparos a la cabeza, al corazón, de necesidad mortal como reza la jerga forense. La quemazón del Porsche fue una advertencia macabra para que Oropeza se pusiese en vereda y arreglara sus cuentas. Ciertamente, nadie puede cobrar deudas a los muertos y en San Miguel no cayó ningún facineroso.

Si esto ocurre con los que están circulando más o menos libres, aunque engrilletados a sus acciones de bajo imperio, ¿qué puede esperar quien está preso y de quien se ha descubierto que tenía vínculos más o menos directos con la familia de Gerald Oropeza? ¡A este paso, ni Chinguel está seguro!

Lo que aparenta una especulación mayúscula no la es tanto si se tiene en cuenta que Chinguel estaba en el ministerio de Justicia cuando ocurrió el asesinato de Américo Oropeza y el ex jefe de la Comisión de Indultos compró acciones de un negocio que terminó concediendo o revendiendo a la viuda del malogrado Oropeza. Es decir, las ligazones, lo que hasta hoy se conoce, va revelando que existían lazos comprometedores.

Por tanto, inferir que Miguel Facundo Chinguel, aún en el penal de máxima seguridad donde está detenido, es una persona incómoda, no es ninguna bobería. Por el contrario, es él quien sabe o puede delinear el camino que permita aclarar lo que hoy son nubarrones. Y tirios y troyanos podrían estar temblando. Tómese en cuenta que a Chinguel aguarda no menos de 15 años de prisión.

La pregunta que flota en el ambiente es ¿a quién o a quiénes convendría un desenlace de esta naturaleza absolutamente perversa? La respuesta es simple: a los que desean evitar que Chinguel se arrope con el manto de colaboración eficaz o sea impreciso en sus respuestas o versiones y pavimente nuevas avenidas de investigación.

Un comentario amigo me espetó: "no faltaría algún tiro loco, con tal de echar la culpa a los del Partido".

En un país con alto índice de violencia desde el Estado contra masivos grupos ciudadanos, Tía María, e irrespeto por la palabra empeñada en las campañas electorales, con el obsequio disimulado de nuestras materias primas o con la obesa cantidad de concesiones con dedicatoria vía la cual el Estado regala el patrimonio nacional, nada es imposible. Para no hablar de cómo el oficialismo se desgañita en ladridos contra las críticas a la intromisión evidente de una dama que no fue elegida por nadie y ¡mucho menos! para ejercer influencia en el alto mando de la Nación.

Los clubes electorales están muy concentrados en la liza del 2016. A ellos preocupa que sus eternos trebejos, ya setentones y anacrónicos, asienten sus rollizas posaderas en las curules del Congreso. Hay no pocos débiles mentales a quienes el sueño onanista de la presidencia no deja dormir. Por eso lo que ocurra en la vida cotidiana, los tiene sin mayor cuidado.

La administración Humala debiera comprender que, hoy más que nunca, tiene la obligación de otorgar al pueblo peruano, la certidumbre que está a cargo de la total seguridad ciudadana y, también, de la vida de los detenidos importantes por el conocimiento de hechos y personas que poseen. No vaya a ser que los pesquen con los pantalones abajo.

Esta inquietud es personal, no compromete a nadie, salvo a mi conciencia, espero equivocarme y que mis tremebundas alertas tan sólo sean producto de mi imaginación fértil, sobre todo, cuando las faltriqueras empiezan a chillar su anemia consuetudinaria. Pero, siempre hay un pero, no descartemos nada. En Perú, como es de conocimiento de la ciencia política ¡llueve para arriba!