Wednesday, September 08, 2021

¡Crímenes: a más años, más benevolencia!

 

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

8-9-2021

 


¡Crímenes: a más años, más benevolencia!

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¿Así que cuantos más años tienen los criminales de cuello y corbata, sus carcelerías deben ser suspendidas, acortadas, “sufridas” sin reclusión, en suma, hay que ser bondadosos con aquellos?

 

Preguntas simples: ¿el crimen tiene edad? ¿Aminora su execrable acción destructora con el sólo muy vulgar e inevitable paso de los años?

 

El ex fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, tiene 70 años y fue condenado a 4 años de prisión suspendida. ¿Qué hizo este caballero y por qué se le impone castigo?: por el delito de encubrimiento real al obstruir las investigaciones contra Keiko Fujimori y por lavado de activos de Fuerza Popular en el caso Odebrecht. (ver sentencia adjunta)

 

¿Ha aminorado su letal acción contra la justicia en Perú esas dos lindezas por las que está sentenciado Chávarry? Para nada, siguen siendo delitos y muy graves, tanto que Perú se habría ahorrado campañas sucias, envilecidas por pretextos bobos y con un manto de legalidad fabricada exclusivamente para una candidata que fue finalista.

 

Si el veneno ponzoñoso sigue siendo letal, ¿a cuento de qué, quien lo inocula, porque tiene años más cuando la sentencia, debe ser tratado con benevolencia? ¿Es el criminal menos criminal porque se hace más viejo?

 

En Perú a la estupidez le llamamos juridicidad y no dudo que más de algún docto o sabio, de esos que forman parte de la destrucción perenne de la república, pretenda dar sus lecciones sobre lo que dice el código éste o aquél. ¡Pamplinas! En este nuestro país, sobra la idiotez como etiqueta de comportamiento formal, falta la dureza que tiempla espíritus y azota a todos los sinverguenzas.

 

El crimen es crimen si cuesta miles de millones de los fondos públicos perdidos o mal direccionados por burócratas delincuentes. Robo es que empresas tramposas ganen buenas pro en los ministerios y se refocilen en el goce de contratos que no merecen. Asalto es que el burócrata crea que los bienes de la patria son suyos y disponga de los mismos para su preferencia y lucro personal. ¿Por qué hay que ser buena gente con quienes, cuando con menos años y vigorosidad delictiva, perpetraron sus crímenes y se divirtieron con los réditos de sus estafas y robos?

 

¿No debiera encarcelarse a quienes desde el podio político prometieron de todo y luego robaron la fe del pueblo? La demagogia, el engaño colectivo, la estafa política, también son crímenes (y de los más nocivos). ¿Qué es nuestro bicentenario tan celebrado por comerciantes acostumbrados a vender cualquier chuchería en nombre de la historia? La tara perdonavidas acelera la disolución del Perú. En lugar de país, parecemos una masa informe que no atina a descubrir la brújula de sus puntos cardinales porque baila, literalmente, en trompo.

 

De repente la doctrina de añejamiento de los crímenes, cala aún más. Total, hay muchos cuyos cálculos depredadores, ya han conseguido visualizar que al momento de la sentencia, los dejen con pena suspendida y felices por las calles, yendo a restaurantes a gastar lo indebidamente ganado y a mofarse del resto de mortales que a duras penas si consigue el pan suyo de cada día.

 

Bien escribió Manuel González Prada: “tomar a lo serio cosas del Perú, esto no es república, es mojiganga”.