¡La reserva de los fiscales como farsa!
por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com
5-2-2017
¡Qué engañosa RESERVA la del trabajo
investigatorio fiscal, cuando por lo bajo soplan al investigado para que se
FUGUE o trate de VENDER ACTIVOS!
Los filtros a Toledo y García, entre otros,
al propio tiempo, quizá antes o después, del famoso "Acuerdo
Preliminar", entre desconocidos fiscales y a su vez ignotos negociadores
por ODEBRECHT, están dando sus frutos y con creces. A la llamada y anhelada
JUSTICIA la tornaron más esquiva, ESCURRIDIZA, de efecto NUGATORIO, cuando un
imputado toma las de Villadiego y otro acicateado vende sus activos que le
quedan.
Lea lo que escribí sobre la RESERVA, 4 años
atrás, de la investigación fiscal-judicial, y que la prensa informa, divulga
precisiones confidenciales, pese a la cacareada RESERVA.
“¿Alan García exhibirá al público sus
documentos sospechosos?
Conociendo que la Fiscalía de la Nación está
regentada por José Antonio Peláez Bardales, quien es más que apristón en la
sombra, capaz de poner bajo siete llaves y doble candado a los documentos de
ingresos que presente Alan García, en la Investigación Preliminar por delito de
enriquecimiento ilícito abierta en su contra, es menester que tanto Alan como
el ministerio público muestren al público esos papeles para el escrutinio
público. ¡Además, requerimos sus documentos indubitables sobre egresos, para
ver qué saldo queda!
Eso no es mucho pedir, pues los jueces y
fiscales se dan maña continua para entregar a la prensa las declaraciones
mismas de los investigados, las resoluciones que abren el caso y cualquier otro
documento salido de la fiscalía o del juzgado. La reserva existe en la ley pero
no en la realidad. ¿Acaso no somos mudos testigos de las reales actuaciones judiciales
que muestra la televisión, la prensa escrita o los documentos escaneados en
Internet?
Alan Gabriel, el obligado e investigado, ha
ofrecido con cierta premura, por comunicado escrito, presentar los documentos
necesarios que demuestren presuntamente la santidad en la compra de su
residencia miraflorina por la friolera de $ 830,000.00 dólares. Si se agrega a
esta suma el impuesto de alcabala, que no es moco de pavo, los derechos
notariales y registrales y la necesaria intervención de un experto abogado
trapisondista que elabora los documentos, lo gastado supera los 900,000 dólares
USA.
¿Por qué motivos ofrece Alan, en primer
lugar, demostrar cuánto le paga la Universidad San Martín de Porras, o sea,
José Antonio Chang Escobedo? He aquí una sospechosa declaración alanista:
“Pongo de inmediato a su disposición los certificados de ingreso por mi salario
como Director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Martín de
Porras”. Soy capaz de asegurar que en este rubro Chang y Alan jugarán en pared,
consignando un jugoso ingreso millonario, capaz de comprar una residencia en
Miraflores y dos más por ahí.
También resulta de Ripley, no el negocio
chileno, “felicitar” y “agradecer” al fiscal que lo investiga por presunto
delito de enriquecimiento ilícito, pues los fiscales penales abren
investigación preliminar cuando existen sospechas de un ilícito penal; nunca
examinan a los santos que no levantan esas sospechas con sus actos. Con
semejante postura, habrá que pedir que todos los procesados por delitos por
obra de los jueces penales “feliciten” y estén “agradecidos” de sus jueces que
los procesan y “felices” si es que ordenan su detención.
Otra arista sospechosa de los ingresos de
Alan, la constituye la “venta de sus libros”, en cuyo caso se deben cotejar los
ingresos y egresos de las editoriales Planeta y librería Crisol, y los
documentos bancarios de éstas, pues por los libros de Alan no se forma cola
para adquirirlos. ¡Jamás he visto una fila interminable para comprar un gaseoso
libro del sinuoso Alan Gabriel García Pérez! ¿Recuerdan del “premonitorio”
“Futuro diferente”.
¡Ah, también deben ser tema de investigación
los fuertes egresos o gastos de Alan en materia de hijos y sus respectivas
mamás, salvo que éstos y ellas vivan de los amigos! Lima, 5 de febrero del
2013”.
Habrá que repetir con sonoridad. La RESERVA está en la ley, pero no en la
realidad tangible de fiscales y jueces.
De ésta pueden medrar los “reservistas” que siguen haciendo su agosto.
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-http://www.voltairenet.org/article195180.html?var_mode=recalcul