Wednesday, August 14, 2019

Construir sobre el amor y fraternidad garantiza paz y progreso


Construir sobre el amor y fraternidad garantiza paz y progreso
por Isabel Peña Rodríguez; isabelpenarodriguez@yahoo.com

13-8-2019

Cuenta el padre Anthony de Mello una historia muy bella. Eran dos hermanos: uno casado y otro soltero. Ambos trabajaban juntos las tierras heredadas de sus padres. Luego se repartían los frutos en partes iguales.

Un buen día, el hermano casado no podía dormir. "No me parece justo", se decía. "Yo tengo esposa e hijos, por tanto tengo seguridad para mi futuro. Mientras mi hermano vive solo, sin nadie que pueda garantizarle apoyo en su vejez". Se levantó, cargó sobre sus hombros un saco de grano y lo vació en el granero del hermano. Y así durante varias noches consecutivas.

Por su lado, el hermano soltero tampoco podía dormir con la conciencia tranquila. "Mi hermano está casado, tiene hijos que alimentar y esposa. Por el contrario, yo estoy soltero y no tengo obligaciones". Se levantó de la cama, cargó su saco de grano y lo fue a vaciar en el granero del hermano. Hasta que un día coincidieron en el granero. Pasado el tiempo, cuando murieron, el pueblo se enteró de su generosidad y tomaron una decisión: ya que el granero había sido lugar de tanto amor ¿qué mejor sitio para construir un templo? Entonces levantaron una iglesia.

Todos construimos en la vida una familia, un mundo, una iglesia. ¿Dónde edificamos realmente nosotros? Si quieres construir sobre sólido es preciso que construyas sobre el amor.

-       Hay quienes construyen familia sobre sentimientos.
-       Hay quienes construyen familia sobre emociones pasajeras.
-       Hay quienes construyen familia sobre deseos espontáneos.

Por eso la familia se derrumba tan rápidamente. Sus bases no resisten el peso de sus responsabilidades. No han construido sobre la roca del amor, sino de los sentimientos amorosos. Hay infinidad de constructores de la sociedad:

-       Unos quieren construir el mundo en base a los odios sociales y raciales;
-       Otros quieren construir el mundo en base a ciertas ideologías de terror y muerte;
-       Aquellos quieren construir el mundo en base al egoísmo de producir, vender, comprar y ganar más;
-       Hay quienes quieren construir el mundo en base a una vida de libertad donde todo sea lícito y donde los valores esenciales de la persona no cuenten.

Una sociedad construida así carece de consistencia. Lleva dentro de ella el germen de su propia corrupción. Al mundo sólo lo podemos crear en el amor, en la fraternidad, en el compartir, en la solidaridad, en la justicia y en la verdad. El mundo se construye su bien, firme y seguro, cuando se edifica sobre el lugar donde los hombres preocupados por los demás nos encontramos, sin saberlo, con nuestras espaldas cargadas, dispuestos a vaciar en el granero del hermano.

“Los hermanos, aunque a veces tengan diferencias, siempre estarán dispuestos a darlo todo por ellos”