Reseña
de Los Peruanos en el Exterior y el Voto
Migrante
29-1-2018
El tema de los migrantes ha alentado una diversidad
de bibliografía (estudios, investigaciones, artículos, valiosas estadísticas,
entre otros) que confirma que esta situación forma parte de los intereses de
los Estados en el siglo XXI, en particular de continuar vinculados con la
patria de origen. En ese contexto, el libro de Kristel
Castillo tiene la virtud de analizar la orientación del votante peruano en el
extranjero y asimismo poner en evidencia el problema de su representación.
Si bien es cierto que la población
peruana que emigra ha venido disminuyendo durante el último quinquenio
(2010-2015), ya que de un nivel de casi 300,000 peruanos que se marchaban al
exterior, se ha reducido a la mitad en el 2015, lo cual se explica por el mejoramiento
de la economía nacional durante los últimos tres quinquenios y se refleja en
mejores oportunidades laborales; lo cierto es que existen tres millones de
peruanos que habitan en el exterior (fundamentalmente en
Estados Unidos, España, Argentina, Italia, Chile y Japón), los mismos que
proveen al circuito financiero nacional de tres mil millones de dólares que remesan
anualmente para sostener familias, educación de hijos, nietos, construcción de
viviendas, lo que supone un aporte significativo a la economía
peruana. Representan el 10 por ciento de la población peruana nacional que
se estima en más de 30 millones de habitantes.
Una de las principales causas de las
migraciones peruanas, se da por motivos económicos, pues este es un factor que
impulsa a las familias a buscar un nuevo futuro. Debido a la falta de
oportunidad que tiene la mayoría de peruanos por carecer de una formación que
les permita mejores opciones dentro del Perú. Es en momentos de necesidad donde
las migraciones se producen.
Es interesante apreciar, conforme a la
investigación de Kristel Castillo, que el exterior viene demostrando –según las
últimas elecciones- una tendencia estable de voto por la derecha y las
diferencias estarían a nivel de altos (Japón y USA) y bajos sofisticados (España
y Argentina) por aquellos electorados en países de residencia donde las
preferencias electorales han variado más frecuentemente. La investigadora
concluye que no solo se demostró que el exterior se inclina por la derecha sino
que está conformado por diferentes tipos de electores migrantes que muestran
preferencias electorales variables por país de residencia. Castillo indica que
la derechización en las preferencias electorales en el exterior se entiende
como una preferencia más liberal del exterior en temas económicos y políticos
que el electorado nacional, fenómeno que no es exclusivo del caso peruano.
Asimismo, cabe destacar que si bien es cierto que
el Servicio Consular del Perú, ha sido revitalizado y modernizada su capacidad
para la atención a los ciudadanos peruanos, así como se cuenta con la Ley de
Retorno; sin embargo, el peso del electorado peruano en el exterior que es
mayor, por ejemplo, que el que muestran Regiones como Tumbes, Moquegua,
Ucayali, entre otros, constatamos también que en la primera vuelta de la última
elección del 2016, tan solo concurrieron a votar el 50% de los votantes
peruanos acreditados en el exterior.
Una de las razones para este ausentismo es la falta
de implementación de un sistema ad hoc,
a través del voto por correo electrónico y/o del voto por correo, por razones
de desplazamiento o distancia. Eminentemente, el peruano en el extranjero no
concurre a votar por una falta de identificación con los candidatos que
perteneciendo exclusivamente a la Región Lima, ve que sus anhelos, esperanzas,
se diluyen en un ámbito capitalino. Por ende, la creación del Quinto Suyo
(Distrito Electoral para los peruanos en el exterior) se hace indispensable
para dicha población, de tal forma que se identifique con quienes los representaran
en el Congreso; y que además, deberán cautelar y preservar sus aspiraciones ya
que, obviamente, contribuyen al desarrollo económico de la Nación.
Con el Quinto Suyo, se estará completando,
parcialmente, una política de Estado para los peruanos en el exterior, lo que
es una materia pendiente y un compromiso con nuestros compatriotas. También
tendrá que incluirse en esta Política Pública, todo lo referido a las
equivalencias académicas, a la seguridad social, a programas de vivienda y
salud pública, entre otros, de forma tal que la diáspora peruana cuente con
legislación moderna y efectiva que la reinserte plenamente.
Existen opiniones que creen que
involucrando a los peruanos no tan solo a votar en elecciones -a lo que sí
tienen derecho, esto es, a elegir- sino también a ser elegidos como congresistas,
se logrará el fortalecimiento de los vínculos entre la diáspora peruana y su
patria de origen. Tal tesis es válida y funciona con éxito en Ecuador o en
Italia, entre otros, aunque no ha funcionado a plenitud en México, donde se
suspendió temporalmente. Es evidente que tan amplia población en el exterior
debe constituir parte cabal de la heredad nacional, debidamente identificada
con la conducta que debe orientar tal engarzamiento, pero consciente que tal opción
electoral no ofrece soluciones mágicas ni espejismos.
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