Sunday, February 04, 2024

Bastardismo e independencia

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

4-2-2024

 


Bastardismo e independencia

https://senaldealerta.pe/bastardismo-e-independencia/

https://bit.ly/3STKac9

 

El tempranamente desaparecido estudioso social Javier Lajo Lazo tuvo aportes de análisis muy interesantes. Y, hay que señalarlo, filudos.

 

El 30-7-2017 escribió el artículo ¿200 años de independencia ficticia? http://www.voltairenet.org/article197283.html?var_mode=recalcul cuyas líneas centrales reproducimos.

 

“Dicen los "entendidos", que la situación del mestizaje peruano e incluso el "latinoamericano", más propiamente se podría llamar "bastardismo", pues desde Pizarro y luego los "independentistas" de 1821, se negaron siempre a reconocer a los pueblos indígenas como sujetos de gobernabilidad e integrantes de los Estados "latinoamericanos" creados e "independizados" en los escasos años que van de 1815 a 1825”.

 

En su libro Historia Económica del Perú, Carlos Contreras Carranza, escribe:

 

“En el Perú la Independencia no produjo la prosperidad que prometía, porque la revolución social que debió acompañarla quedó pasmada, como una aeronave que corre por la pista para levantar el vuelo, pero no llega a despegar en virtud de algún extraño magnetismo. Los negros prosiguieron siendo exclavos por 30 años más después de la victoria de Ayacucho y los indios (que representaban el 60% de la población) fueron mantenidos en su monolinguismo quechua, su analfabetismo y, lo que se consideraba, su natural “abyección”. p. 205, Lima, IEP 2021

 

Anticipó Javier Lajo la tremebunda situación:

 

“Después de cerca de 200 años de depredación económica mercantilista y de farsa política despótica de una minoría centralista limeña y criolla, y al amparo del fracaso de esta casta criolla que creó un país y en acto conjunto creó también su "independencia", podemos afirmar que debemos re-fundar una legítima república plural con una legítima democracia”.

 

El gran debate en torno a una nueva Carta Magna, lo retrató de este modo Lajo:

 

“Precisamos que ahora NO necesitamos una "nueva" Constitución de las minorías criollas, centralistas y excluyentes, lo que necesitamos es un nuevo régimen constitucional, esta vez plurinacional, que re-funde una nueva república plural, que no excluya a ninguna de las naciones o etnias que compartimos nuestro país”.

 

Y en cuanto a la inclusión apuntó Lajo:

 

“Tiene que acabarse este “bastardismo” dentro de nuestra nación. Es decir debemos poner fin a la falta de reconocimiento, o exclusión por parte del Estado peruano de alguno o de casi todos los componentes o “nacionalidades” que  conforman NUESTRO país”.

 

Para sectores sumamente primarios una nueva Constitución garantizaría los cánones fundamentales de la justicia social y acceso igualitario a los deberes y derechos de una sociedad. Ese infantilismo remite a que pandillas de togados –constitucionalistas- digan tonterías y se lleven las clásicas palmas.

 

La abominable carencia de liderazgos y adalides capaces de movilizar masas en sustento popular y desde las calles, de sus demandas conspira contra cualquier intento genuino de construir una república.

 

La respuesta negativa la dan, precisamente en la base de la sociedad, la delincuencia violenta con metralletas y granadas, los asaltantes con y sin cuello y corbata y los sempiternos asaltantes que son parte de una burocracia corrupta que roba y da forma legal a sus asaltos al Estado.

 

Por tanto,  escribe Lajo:

 

“El problema fundamental de la Constitución (o régimen constitucional) actual es que solo corresponde exclusiva y excluyentemente a una sola "constitucionalidad": la de una minoría criolla y de mestizos acriollados (una casta o etnia de cultura occidental, apoyados por subalternos mestizos aculturados en proceso de "blanqueamiento" o transculturación)  excluyente, que creó en 1821 una república a su medida.”

 

El Perú debe emitir su propia respuesta ante el desafío de crear un Perú libre, justo, culto y digno como se enunció en el mensaje inaugural del 28 de julio de 1978 en boca de su presidente Víctor Raúl Haya de la Torre, en el único cargo público que ocupó.

 

Exclama Lajo en el texto que reseñamos:

 

“No solo se tratará, esta vez, de "remozar" la Constitución, o “volver” a la Constitución del 79, se trata ahora de cambiar el régimen constitucional criollo discriminador, excluyente y centralista, hacia un régimen plurinacional de verdadera democracia, con una Carta Magna que sea debatida en todos nuestros idiomas, redactada y firmada por todas las naciones (quechuas, aymara, amazónicas, criolla, mestizas, etc)”.

 

Independencia y no bastardismo, tarea pendiente e imprescindible.