Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
27-1-2017
Pasaportes
electrónicos Cancillería: ¿qué se puede hacer con casi S/ 54 millones de
sobreprecio?
Alguien me dijo, con sorna y hasta desprecio: “¡bah, S/ 54
millones de soles en Cancillería!, eso no es nada”.
Pero con S/ 54 millones de soles, se pueden comprar: 545 patrulleros Rexton para la Policía
Nacional del Perú. Y eso tiene sus ventajas porque a los rateros comunes y
corrientes y a los de saco y corbata, se les puede transportar a su lar natural
que es la cárcel.
Con S/ 54 millones, se pueden atender 540,000 consultas médicas en los lugares menos favorecidos y los
más alejados en todo el Perú. ¿No es que la salud y los servicios que presta el
Estado son muy deficientes? ¡Miren cuántos problemas se podrían haber resuelto!
Con ese repugnante sobreprecio de S/ 54 millones se podrían
haber comprado 300,000 juegos completos
de libros escolares, mochilas y útiles para niños y niñas en todo el país y en
los lugares más recónditos.
Con el culposo sobreprecio de S/ 54 millones se podrían
haber sufragado 3 millones de galones de
gasolina de 98 para los patrulleros en toda la Patria. ¿No nos enteramos
por las noticias que la persecución de los hampones no se pudo completar porque
escaseó la gasolina?
Creo que con S/ 54 millones se podrían construir muchas
cárceles con los servicios elementales, 5 estrellas, para todos esos forajidos
que aprovechan las coimas y los contratos tramposos para estafar el dinero de
los contribuyentes. Sobre todo de esos que se creen distintos al resto de los
peruanos y miran al hombre de la calle con desdén y mala fe, sólo porque
carecen de la suerte de tener un empleo con sueldo fijo que…….. ¡sale del
bolsillo de los peruanos que pagan impuestos!
¡Ni un sol de sobreprecio! ¡Esto es condenable! ¿Digo alguna
mentira o calumnia?
La defensa del interés público es una tarea sublime e
indispensable y la fundamental motivación que tiene el periodista para ser un
contribuyente a la sanidad espiritual de la Patria. De ese derrotero no me
aparto y que esos abogados con órdenes torvas de enjuiciarme sigan buscando
pretextos que con la verdad no temo ni ofendo. Que tampoco miedo les tengo, hoy,
ni antes, ni mañana.
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