Informe Herbert
Mujica Rojas
Diario Uno-12-5-2022
Caso embajador
Fortunato Quesada
(IV) Misión de “topo” ¿ordenada en Cancillería?
Cada vez más desconcertante el silencio en Cancillería.
Luego de tres artículos precedentes, en el sonado caso
administrativo en torno al embajador Fortunato Quesada mínimo se abría la
expectativa de algún pronunciamiento. Pero mutis por el foro. Por bagatelas sin
mayor eco ni fortuna, sí que han existido declaraciones. En cambio pareciera
ser que la mudez signa cualquier aproximación al tema de este diplomático
malamente destituido.
Presumir que en el Ministerio de Relaciones Exteriores no
han leído los Informes, plenos en datos, aseveraciones y sorprendentes
comportamientos, ninguno de los cuales ha sido refutado, llama a preocupante reflexión.
¿O la consigna es el mutismo o están esperando, con resignación colérica, lo
que se viene encima que no es otra cosa que una derrota sin atenuantes y hasta
diría que vergonzosa.
Dadas las insistentes preguntas de nuestro numeroso público
lector, enteré y trasladé, para sus aclaraciones, las interrogantes al
embajador Fortunato Quesada y respondió
por escrito:
“Mi cargo fue de responsable de Protocolo en Palacio de
Gobierno y mi superior, ni más ni menos el presidente de la República, Pedro
Pablo Kuczynski, por tanto a él reportaba, consultaba e informaba de los eventos
propios de esa cartera de trabajo.
Me negué a ser portavoz, alabardero o cadena de transmisión
en torno y sobre los actos del presidente porque eso significaba la
transformación de mi cargo en un simple mandadero, espía o, como dice el argot
popular, en un “topo” que lleva y trae. Eso no es lo que he aprendido en mi
carrera y por defender esa noble academia, me gané las cóleras del ex canciller
Luna y sus allegados Néstor Popolizio y Hugo de Zela.
¿Desde cuándo un canciller “necesita” tener “conocimiento”
de las actividades múltiples de un presidente? La inferencia no puede ser otra
que una exageración en torno a los poderes del titular de Relaciones Exteriores
y que tienen que ver ¡precisamente! con los asuntos foráneos.”
Consultado sobre si hay pruebas del así llamado complot,
Quesada subraya:
“Aquí está plenamente
demostrada la conspiración en los 31 folios legalizados en Israel el 20-10-2020
donde queda claramente definida la programación y organización del complot en
contra por parte del embajador José Boza y el ministro consejero Pedro Rubín.
¿Acaso estos dos funcionarios han sido sancionados por esta complicidad?
En este caso se violó no solo
el debido proceso y el principio de la proporcionalidad de la sanción aplicada,
sino que también se patentizó la ignorancia legal y jurídica del canciller
Popolizio y del viceministro de Zela porque, aparentemente, no sabían que las
grabaciones habían sido obtenidas de manera ilegal. ¿Cuál era su
intencionalidad? Destruir la institucionalidad en Torre Tagle y dar un pésimo
ejemplo a las nuevas generaciones.
Más aún aquí se violentó el
Estado de Derecho, mis derechos constitucionales y lo que es peor, la justicia en
la Cancillería no funciona y mucho menos es justa dado que todo, en mi caso,
fue premeditado desde su inicio.
¡La corrupción administrativa
debe terminar en Torre Tagle!.”
Preguntas y caminos obligatorios
Tal como se han desarrollado los hechos desde el 2018 a la
fecha, todo indica que las ventiscas negativas sellarían el caso contra el
propio Ministerio de Relaciones Exteriores que habría de recorrer los siguientes
tramos, todos en derrota. Consultados algunos abogados coincidieron en señalar
estos pasos:
- Revocatoria
Al haberse violado el debido proceso, así como haber
impuesto una pena desproporcionada, arbitraria e injusta, al tiempo de no
haberse realizado el peritaje correspondiente, lo cual denota clara
determinación por parte del viceministro de Zela y el canciller Popolizio en el
2018, es necesario y justo y, sobre todo en base a la verdad de las pruebas
irrefutables que hoy existen, aplicar esta figura legal.
- Reposición
Se da conjuntamente con la revocatoria y se procede a la
reincorporación, en todos sus extremos, al servicio diplomático en actividad.
- Reparación Civil
El diplomático destituido, Fortunato Quesada, dejó de
percibir 46 salarios de su categoría en Israel, cuando le correspondió estar en
el extranjero como embajador desde marzo 2018 a marzo 2023. La ley estipula
cinco años en el exterior.
4.- Reconocimiento
El Ministerio de Relaciones Exteriores en base a su propia
justicia institucional debe reconocer que se cometió un error injustificable
que dañó por parte de la alta dirección de la Cancillería en el 2018, su imagen
y prestigio.
5.-
Renombramiento al exterior
Debería regresar en las mismas condiciones en las que estuvo
Quesada en junio del 2018, conforme a ley.
Mientras Cancillería guarde un mutismo cuasi autista, su
imagen sigue mellada y dañada. Y los hechos son más fuertes que cualquier buena
o mala voluntad. Así de simple.