Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
23-9-2023
Petroperú: ¡reaparecen fenicios privatizadores!
https://senaldealerta.pe/petroperu-reaparecen-fenicios-privatizadores/
La ofensiva vendepatria en el tema energético ha renacido
sin vergüenza, huérfana de dignidad y diciendo monsergas, las de siempre,
contra Petroperú. El afán se llama privatización como si no hubiera sido esa
fórmula la causante de tremendos forados y asaltos, al dinero del pueblo
peruano.
Los privatizadores se esconden bajo el disfraz de eficiencia
que se refiere a que cobran bien sus servicios mercenarios. Ajenos a cualquier
designio patrio, son cultores del Dios mercado que gratifica su “trabajo” de
campo.
El desaparecido ingeniero y patriota, Carlos Repetto Grand,
el 2002, advirtió en una brillante conferencia titulada: Orígenes,
ilegalidad y fracaso del proceso privatizador de Petroperú S.A., imprescindibles
conceptos de vigencia rotunda.
“La privatización de
Petroperú S.A., se basó en el pretexto de su falencia económica, promovida
artificialmente a lo largo de los años, usando las más burdas maniobras. …Se
expresó, que las mencionadas privatizaciones traerían consigo inversiones y con
ello empleo, algo totalmente incumplido y más bien al contrario, asimismo que
ingresaría una tecnología de punta en todos los campos, lo que fue también una
patraña, no pudiendo las compañías adjudicatarias de los campos petroleros,
llámense Petrotech, Pérez Companc; Pluspetrol, ni siquiera mantener la
producción; inclusive con una alarmante declinación de reservas probadas.
…. también se justificaba la privatización pues ella traería la estabilidad
en el precio de los combustibles, lo cual no ha sido cierto, incrementándose al
doble desde que La Pampilla cayó en manos de Repsol en 1996, de seria
gravitación social. En conclusión, el acto privatista, ha sido un fracaso.
El pago de 256 MMUS$ a la American International Group, por la expropiación
de la Belco. Insólitamente en el proceso de privatización se obligó a la
empresa estatal a sufragar los programas denominados de remediación
ambiental, en La Pampilla, así como contribuciones a las FFAA, en el conflicto
del Cenepa.
Si bien, repito, Petroperú S.A, por un mínimo concepto de lo que es defensa
nacional, no debe ser privatizada, esta acción debiera ser acompañada de
una total reorganización del ente estatal. De otra manera será lo mismo de
siempre.
Es vital reforzar nuestra defensa nacional, pues las apetencias de
tantos vecinos es ancestral y una manera, es el NO desprenderse de
nuestras empresas estratégicas, llámense eléctricas y petroleras, tal como lo
hace Chile y otros países de Sudamérica. Es necesario para ello dar paso a una
política integral energética, y dentro de ella la petrolera que privilegie, así
como se incentive la inversión extranjera en los campos de la exploración y
explotación, se haga lo mismo con estas dos actividades la refinación y
petroquímica, la primera dotándola o reforzando sus procesos de conversión y
así poder equilibrar en algunos años nuestra balanza de hidrocarburos.
Es así que se inicia, en la más innoble forma, un acto rapiñesco al amparo
de un gobierno dictatorial, corrupto y entreguista, el desmembramiento de
Petroperú S.A., con la venta o entrega a concesión por largos años de la
totalidad de los campos petroleros de la Selva Norte, central, costa y zócalo
continental, Refinería La Pampilla, con una venta oprobiosa; estaciones de
servicios, despojándola adrede, de sus bocas de salida, rematando a
precio de regalo bajo la modalidad de concesión, plantas de ventas e
instalaciones portuarias.
Rematando, esa es la palabra, sin reserva alguna a capitales chilenos la filial
Sol Gas, así como a un grupo panameño Petrolera Transoceánica. Igualmente a
precio de chatarra se vendieron las Plantas Industriales de Fertilizantes,
Solventes y Negro de Humo, a capitales chilenos y colombianos”.
Los fenicios (comerciantes) privatizadores están desatados. Pocos días
atrás la Confiep (apéndice del gobierno delincuencial de Alberto Kenya
Fujimori), la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo y la Sociedad de Comercio
Exterior, Comex, salieron a pedir que se prolongara ¡tres años más! la
concesión de los lotes petroleros en Talara.
Como una hazaña impresionante hay que recordar que las empresas recibieron
el obsequio privatizado con una producción de 130 mil barriles diarios. Luego
de 30 años apenas si llegan a 40 mil barriles por día. ¿No era tan maravillosa
esa gestión?
Con prescindencia de todo atisbo de concepción geopolítica o de comprensión
que con un planteamiento disciplinado la integración vertical de Petroperú sí
es rentable y con miras a combustibles diversos y de calidad y ahorro
significativo de divisas para emplearlas con honestidad.
Pero ¿qué sabe el burro de alfajores? Cuando en un país como el nuestro,
los tecnócratas no sólo son capaces de vender a sus respectivas madres ¡sino
que hasta discuten el precio!
Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!