Wednesday, October 19, 2011

Chehade



Chehade

 

Hay errores y horrores. Lo de Mocha bailando era un error, un grueso error que le ha costado caro. Lo de Chehade es un horror. Y no me refiero a lo más grave del caso que es la versión del general Arteta de que la reunión del vicepresidente con los generales fue para pedir una intervención policial en la todavía Cooperativa Azucarera  Andahuasi, para facilitar la entrada de los Wong, que actualmente administran el Complejo de Paramonga, unos kilómetros más al norte y que aspiran al control del mercado del azúcar en Lima.

 

Intento creer que no es verdad que el vicepresidente nacionalista hace gestiones para grupos económicos, pero eso supone que el general del que se dice que está resentido por su baja, sería directamente un calumniador que miente para causar daño al gobierno. No sé. Pero eso deberá aclararse con pruebas: ¿se dictó la finalmente orden de desalojo que Arteta dice que no acató?, ¿dónde está ese documento y la respuesta del general?

 

Pero más allá de ese punto, Chehade ha cometido una grave falta al decoro al reunirse como vicepresidente con generales que no tenían relación funcional o personal con él, a dos de los cuales conoció en la misma comida según su propia declaración, dando a entender a todo el mundo y principalmente a los mandos policiales que el vicepresidente encarna una especie de poder de facto que puede interferir en el funcionamiento de instituciones jerárquicas.

 

La explicación de que quería agradecer al general Salazar por los cuidados de la etapa electoral y de que a la vez quería conversar sobre el asunto de la gresca en el Estadio de la U, y que el poco después nominado director de la Policía le propuso invitar al jefe de Lima Norte y al jefe de Tumbes, que no tenían relación alguna con cualquiera de los dos temas, ofende la inteligencia y se presta para que las especulaciones sigan adelante.

 

¿Quería Chehade lograr alguna influencia en los mandos policiales? ¿O, era al revés, que los generales lo habían buscado esperando algo de él? ¿Y, junto con todo eso, cómo se puede entender que se mezclen parientes del vicepresidente en una reunión con altos oficiales? ¿No pensó don Omar que estaba haciendo un uso indebido de su posición y creándole un nuevo frente al gobierno que intenta tomar la iniciativa y no lo dejan, a punta de escándalos?

 

Por eso digo que estamos ante un horror. Y que quienes apoyamos la candidatura de Ollanta no podemos silenciar. No se llegó al gobierno para lidiar con titulares de prensa y para desgastarse en investigaciones y sanciones a personas cercanas al presidente. Pero que el propio vicepresidente muestre tan poca conciencia de sus errores, es algo que no deja de dar pena.

 

Ahora, todo depende del presidente. Y algo se sabe de que Chehade dejaría la megacomisión sobre Alan García por sus propios desaciertos y tendría que responder ante otras comisiones donde están desfilando los congresistas con rabo de paja. El problema es que además ha dañado una fórmula presidencial que lucía joven y distante de la vieja política corrupta. Ni Marisol ni Ollanta, merecen lo que les ha hecho su segundo vicepresidente.

 

 19.11.11

www.rwiener.blogspot.com

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Actividad reciente:
CHIMÚ, LISTA CULTURAL ALREDEDOR DEL MUNDO



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Chehade: turbia aclaración

Chehade: turbia aclaración
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columna-del-director/chehade-turbia-aclaracion_97246.html



César Lévano

César Lévano

Razón Social cesar.levano@diariolaprimeraperu.com

La acusación del general (PNP) Guillermo Arteta contra Omar Chehade es sumamente grave: haber presionado para el uso de la fuerza pública contra los trabajadores de la cooperativa Azucarera de Andahuasi y a favor del Grupo Wong, que busca adueñarse de esa hacienda.

Si eso fuera cierto, echaría un baldón sobre el régimen, aun en el supuesto de que, para actuar como lobista, Chehade hubiera actuado solo, sin consultar con nadie, salvo los jefes policiales. Significaría que él creía que podía hacer lo que viniera en gana, ya que cuenta con la condescendencia del Consejo de Ministros.

Eso implicaría acto de soberbia, aparte de confianza en la complicidad de sus cofrades. Echaría tierra a sus promesas de lucha contra la corrupción. Acarrearía desengaño para quienes lo eligieron como primer vicepresidente de la República.

Chehade asegura que toda la historia contra él es una "canallada", un montaje del general Arteta para desestabilizar el régimen.

Hay, sin embargo, agujeros negros en su explicación. Él afirma que convocó al general Raúl Salazar a una cena amistosa, con el fin de agradecer la seguridad que le brindó durante la campaña electoral e informarse sobre el caso del Estadio Monumental, en el cual fue asesinado el joven Walter Oyarce.

¿Por qué, si ese era el objetivo específico, aceptó que se invitara también al general PNP Guillermo Arteta, jefe de la Dirección Territorial Norte, en cuya jurisdicción está Andahuasi?

¿Por qué, además, acudió el general Abel Gamarra, quien, según Chehade estaba en Lima por razones de salud? ¿No sería porque Gamarra era jefe de Lima Provincias cuando, en 2010, se agudizó el conflicto entre los trabajadores de Andahuasi y los Wong?

¿Por qué, si el fin era personal, también estuvieron en el almuerzo Miguel, el hermano mayor de Chehade, y un amigo de éste. El general Arteta añade un dato que, de ser inventado, revelaría un don novelístico notable: que Miguel Chehade informó que el Grupo Wong podía costear el traslado de los efectivos policiales destinados a desalojar a los cooperativistas.

Como dirían los italianos, se non é vero, é ben trovato. Si no es verdad, está bien concebido.

El asunto es, reiteramos, muy grave. Por eso mismo requiere una investigación exhaustiva. No se trataría de un simple conflicto de intereses. Las promesas de cambio, las ofertas de defensa de los derechos laborales, las proclamas de lucha contra la corrupción, todo eso estaría en tela de juicio.

Muy nocivas serían para el gobierno de Ollanta Humala las consecuencias de este asunto, si es que no se procesa con acierto y sin complacencias. Perder la confianza es perder algo más que prestigio.

Sólo cabe desear que los hechos se esclarezcan con la mayor transparencia posible. Que, a la luz de la verdad, se sancione si hay culpa.

Caso Chehade: ¿agrega al tráfico de influencias falsedad genérica?

 

 

Caso Chehade: ¿agrega al tráfico de influencias falsedad genérica?

por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@ hotmail.com

http://www.voltairenet.org/Caso-Chehade-agrega-al-trafico-de?var_mode=recalcul

 

19-10-2011

 

Con estupefacción escuché y observé en televisión que ahora niega todo el bendito Omar. ¿Tendrá que ver esto con su origen árabe, donde la casi mueca del No es Sí? La investigación que ha iniciado con premura el Ministerio Público, De Oficio, desentrañará los recónditos entresijos del ilícito.

 

Palabras más o menos no interesan. La negativa fue contundente: “Que no se trató el tema Andahuasi en la cena. Que el General PNP Arteta es autor de vil patraña”. “Que ya sacaron a Benítez, ahora pretenden desembarcar a Chehade de la Megacomisión que investigará a Alan García”. “Que Arteta no estaba solo, sino con otros conspiradores”, etc.

 

En mi calidad de ser humano terrícola y no selenita debo preguntarme: ¿Dónde anida el cinismo proditor: en el denunciante defenestrado, pese a su profesionalismo policial sin desprestigio y circunspección de expositor, o en el denunciado cuyo hermano anodino de nombre Miguel organiza la cena, acompañado de otro desconocido?

 

No me queda la menor duda que los otros 2 generales del sorpresivo convite, Salazar y Gamarra, también negarían en coro. Los dos están en actividad y uno Jefatura a la policía toda por ascenso repentino y sin expresión de causa.

 

Lo importante es que ya existe en la Fiscalía una investigación De Oficio, o sea, sin que medie denuncia interesada. La propia autoridad decide tomar la iniciativa, motivada o acicateada por el strepitus fori que desencadena una notitia criminis como la presente.

 

Hacen mutis Ollanta, Lerner y Abugattás, sus razones profundas tendrán. Prefieren que a boca silente no se filtren moscas. Otros conocidos bocatanes optan por escuchar primero al imputado, seria y severamente cuestionado.

 

Omar Chehade, en su estruendosa y reciente calidad de abogado penalista, hasta soñará con el críptico Derecho Penal, cuyos tipos penales sobre corrupción y severas sanciones revolotean en su cabeza hasta dormido.  ¡Es un Caso penal más!