Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
16-11-2023
Aviación civil peruana bajo auditoría internacional
https://senaldealerta.pe/aviacion-civil-peruana-bajo-auditoria-internacional/
Desde el lunes 13 de los corrientes, la Dirección General de
Aviación Civil, DGAC, está bajo auditoría internacional a cargo de la Administración
Federal de Aviación, FAA, de Estados Unidos.
Se habría detectado que una compañía aérea de transporte de
carga, autorizada por Donald Castillo, Director General de la DGAC-Perú, para
operar en el extranjero con matrícula peruana, incurrió en graves infracciones
en distintos países, entre ellos Estados Unidos.
La razón de fondo para los norteamericanos es que está claro
que la DGAC no está ejerciendo adecuadamente el rol de fiscalización en el
cumplimiento de las normativas y las consecuencias de la ineficiencia han sido
las gravísimas infracciones.
La FAA es la responsable de determinar si un país cumple o
no con los requisitos necesarios para supervisar a las compañías aéreas del
país, de conformidad con las normas mínimas OACI (Organización Civil de
Aviación Internacional).
Es imposible no tomar en cuenta el riesgo que si las fallas
o incumplimientos que observe la auditoría internacional, son muy críticas, se
podría llegar a la suspensión de estar clasificados en Categoría 1 que hasta el
momento ostenta el Perú, a Categoría 2.
¿Qué es tener la Categoría 1 FAA? Significa que la autoridad
de un país cumple con las normas de OACI, y para ello los inspectores de FAA
han evaluado a dicha autoridad de aviación civil y se concluye que autoriza y
supervisa a sus aerolíneas y demás transportistas aéreos.
La conformidad con las normas de seguridad operacional OACI,
permite el otorgamiento de frecuencias de ingreso desde el Perú a los
diferentes aeropuertos de EEUU sin ninguna restricción.
¿Qué significa que la FAA determine Categoría 2? Ni más, ni
menos que la DGAC correspondiente NO cumple con las normas de OACI referidas a
supervisión de seguridad operacional así como la detección de carencias en
conocimientos técnicos y personal calificado, hasta en mantenimiento de
registros, inspecciones y resolución de “preocupaciones de seguridad”.
Degradar hacia Categoría 2, comportará restricciones de
operación y de frecuencias de líneas aéreas de transporte de pasajeros y carga
autorizadas por nuestra DGAC. Esto pasa de castaño a oscuro.
No olvidemos que, en menos de un año, se ha informado sobre
accidentes de aeronaves. Los aviones no se caen por sí solos o porque los
pilotos desean una tragedia, colapsan porque el sistema de vigilancia de la
seguridad operacional no está funcionando y esa es absoluta responsabilidad de
la DGAC.
Es hora de un cambio radical en la DGAC.
La Contraloría General de la República, en su Informe de
Auditoría N° 21972-2023-CG/APP-AC del 22-9-2023 encontró presunta
responsabilidad administrativa al señor Donald Hildebrando Iván Castillo
Gallegos, Director General de Aeronáutica, por
un perjuicio económico de más de US$ 1’130,000 dólares por el
incumplimiento del Contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional Inca
Manco Cápac de Juliaca (Puno).
Según la literatura oficial la DGAC tiene amplias facultades para supervisar e inspeccionar todas las actividades aeronáuticas
civiles, sean estas realizadas por personas naturales o personas jurídicas, así
como tomar todas las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de las
operaciones aéreas.
Que la FAA
norteamericana esté en Perú porque una aeronave mal supervisada por la DGAC
haya sido detectada con esas falencias en suelo estadounidense y otros países,
representa no sólo una vergüenza sino también un grave riesgo.
Es de recordar que la DGAC y su par chilena, suscribieron el
2011, gobierno de Alan García, un Memorándum de Entendimiento desventajoso para
Perú que otorgó segmentos de quinta libertad a las aeronaves del sur, sin
absoluta reciprocidad para nuestro país.
La opinión pública carece del conocimiento de, ¿en qué quedó
semejante inequidad? que no puede un Memorándum (nota de infinita menor
jerarquía), reemplazar a un convenio o tratado entre las cancillerías de Perú y
Chile.
Fácil inferir que los problemas e ineficiencias en la DGAC y
su director Donald Castillo no son de poca monta.
En momentos que Perú requiere el ingreso masivo de turistas,
hombres y mujeres de negocios, arribar a un lamentable recorte de frecuencias y
autorizaciones hacia Estados Unidos puede representar un ruidoso traspiés.
Si, tal como se ha dicho líneas antes, también hay perjuicio
con el contrato del Aeropuerto de Juliaca, es más que necesario, justo y
urgente la remoción inmediata de Donald Castillo y la inmediata auditoría
respecto de ese funcionario.