Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
5-4-2024
¡Urgente disolución de Secta Sodalicio!
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La “renuncia” (en realidad, cancelación), del cura sodálite
José Eguren, implicado en abusos de su secta y sancionado desde el Vaticano,
vuelve a traer al tapete la urgencia sanitaria de promover la disolución del
Sodalicio.
A Lima llegaron, meses atrás, dos representantes del
Dicasterio de la Fe, comisionados por el papa Francisco para tomar testimonios
a los abusados, violados, durante largos años, por la secta Sodalicio de Vida
Cristiana. Su principal líder, Fernando Figari está escondido en el Vaticano.
Importante denotar la lucha infatigable que emprendieron
otros ciudadanos en defensa de la familia y de la sociedad. Por esas cosas
infames, las luces casi siempre los omiten.
El combate contra la secta tuvo sus valientes y pioneras
manifestaciones, más de 20 años atrás en Arequipa, con las múltiples protestas
del médico Héctor Guillén Tamayo, cuyo hijo había sido prácticamente
secuestrado por los sodálites.
El rechazo a las acciones, escándalos por abusos de índole
física, psicológica y sexual del Sodalicio fueron denunciadas por Guillén
Tamayo a los medios de prensa, radiales, escritos y televisivos y periodistas
de diversas partes del país comenzaron a interesarse en el accionar criminal,
originándose estudios y denuncias nunca refutadas.
Nunca las acciones perversas del Sodalicio han sido
desmentidas ni reparadas de manera pública o privada. Esas desviaciones contra
la sociedad en su conjunto, han motivado que el papa Francisco enviara esa
misión cuya efectividad empieza a dar frutos.
El Sodalicio sólo tiene un camino posible: su disolución y
el exhaustivo examen de sus bienes, cuentas bancarias, propiedades
inmobiliarias y financieras que deberán servir para la indemnización a todas
las víctimas.
Héctor Guillén ha resumido los puntos cardinales que
implican, además de la disolución del Sodalicio, los daños contra la sociedad y
las dinámicas que se transformaron en denuncias:
-El papel que el
librepensamiento peruano ha cumplido en el inicio de las investigaciones, en la
motivación de las denuncias y en la estructuración del desarrollo de esta lucha
laicista con el apoyo de la prensa alternativa local e internacional. Los
librepensadores peruanos, junto con algunos padres de familia afectados, han
sido los que por excepción, heroica y estoicamente, han cargado con la
responsabilidad histórica de analizar, registrar, sintetizar y denunciar el
accionar del Sodalitium Christianae Vitae.
-Un Estado laico es la forma más civilizada de vivir y
convivir, pues se basa en el respeto y la tolerancia entre los diversos credos
entre sí, y también entre creyentes y no creyentes. Indispensable que se
respete el régimen de independencia establecido en el artículo 50º de la
Constitución y no se privilegie a ningún credo en especial, como se hace con el
catolicismo.
-El Concordato, firmado clandestinamente en 1980 entre la
Santa Sede y el gobierno dictatorial de Francisco Morales Bermúdez, jamás ha
sido discutido ni ratificado por ningún Congreso. Beneficia unilateralmente al
Estado Vaticano y ha sido el sustento formal y legal sobre el cual el
Sodalitium Christianae Vitae ha podido actuar.
-El Sodalitium Christianae Vitae es una organización peruana
y debe ser sometida a la justicia peruana, investigada y sancionada por sus
delitos, abusos y omisiones. Debe dictaminarse una medida cautelar sobre su
extenso patrimonio y sus empresas.
-Deviene urgente la inmediata intervención y pronunciamiento
del Congreso (legislación), el Ministerio de RR.EE. (Concordato), el Ministerio
del Interior (denuncias policiales), el Ministerio de Justicia (demandas
penales), el Ministerio de Educación (Apafas y contenidos educativos), el
Ministerio de Salud (salud mental), el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables (abusos de menores), el Ministerio de Transportes y Comunicaciones
(ACI Prensa), la Defensoría del Pueblo (vulneraciones), la SUNAT (exoneraciones
tributarias).
-En el ámbito privado urge el pronunciamiento de las ONG de
derechos humanos (derecho a la libertad de conciencia), del Colegio Médico del
Perú (mala práctica médica) y de la Asociación Psiquiátrica Peruana
(asesoramiento a víctimas).
-Las víctimas del Sodalitium han quedado en total abandono
asistencial y se ha demostrado innegablemente una ausencia de solidaridad
social, una grave falta de conciencia y una alarmante desinstitucionalización
que ya no puede continuar.
-Imprescindible que se
cumpla con la recomendación
internacional del Comité de los Derechos del Niño
de NNUU, que en sus Observaciones Finales sobre el segundo informe periódico de
la Santa Sede, publicado el 25 de febrero del 2014, en su artículo 61, inciso
e) dice específicamente que se “promueva la reforma del
régimen de prescripción en los países en que éste impide a las víctimas de
abuso sexual de niños obtener justicia y reparación”. Actualmente la
prescripción de estos delitos en el Perú se ha convertido en un
instrumento legal para la impunidad de los depredadores sexuales de menores,
especialmente para los del Sodalitium.