Thursday, July 31, 2008

Idiotas modernos, facilismos retrĂ³grados

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
31-7-2008

Idiotas modernos, facilismos retrógrados

Siempre me he preguntado ¿cuáles las virtudes de esos personajes que
premunidos de una pantalla gigante y una computadora pequeña,
balbucean mecánicamente cuanto se ve reflejado en el plano? No pocas
veces los relatores son tartamudos, tienen pésima dicción y del
castellano no entienden gran cosa. Sólo pretenden leer cuanto refleja
el haz de luz en la superficie blanca. Estos idiotas modernos usan
facilismos retrógrados que envilecen el lenguaje a cacofonías
gestuales de las cuales les es imposible apartarse. Si acaso un corte
de luz o interrupción subitánea de su "presentación", entonces, acaece
la desgracia y el fracaso. Incapaces de improvisar, su disco duro no
admite semejante alternativa, hemos llegado al nivel en que apenas
superamos a los loros y la escala zoológica no nos favorece si nos
comparamos con estos pajarracos.

Algo parecido sucede con Internet. Los escolares de hoy y los
universitarios de estos días, han perdido el buen y constructor hábito
de la lectura. Todo se reduce al cut and paste y como original sólo
pueden reclamar que ponen su firma a textos que no revisan, que
asimilan acríticamente y que transcriben bajo el supuesto que por
estar en la red son datos exactos e impolutos. La ociosidad, madre de
todos los vicios, ha venido a instalarse en el colectivo juvenil que
ya no investiga y no ha aprendido a indagar con ojos de duda para
premunirse de verdades sólidas e imbatibles.

Un estudio privado en temas comunicacionales de larguísima experiencia
y trayectoria determina que sólo minúsculas porciones escuchan los
programas políticos y que más pequeños aún son los que aprehenden
algo. No poco de esto débese al lenguaje primario, casi simiesco de
nuestros políticos, absolutamente ignorantes, huérfanos de cultura
elemental y moderna y lastrados por arquetipos anclados en 30 ó 40
años atrás. Como las pirámides que se ríen del tiempo, a la inversa el
tiempo –y la modernidad- no fructificaron en los políticos.

Si unimos ambas circunstancias de comunicación insuficiente, mecánica
acrítica, entre quienes se suponen son los instructores y el público
llano, podemos explicarnos la aberrante pobreza del lenguaje de
nuestras juventudes que abomina del castellano para usar
interjecciones en cada frase o sentencia o de la falta de lógica que
los hombres y mujeres públicos denotan a cada instante. Los idiotas
modernos creen comunicarse merced a facilismos retrógrados cuando en
realidad lo que hacen es destruir los cimientos educativos y
culturales de cualquier sociedad reemplazándolos con muy frágiles y
anémicas sustituciones efímeras.

Días atrás me ofrecieron la chance de ir a un colegio y hablar sobre
el tema de la difícil vecindad con Chile y el contencioso jurídico en
la Corte Internacional de Justicia. Los invitantes preguntaron si
necesitaba del consabido cañón para las imágenes y de la computadora.
Mi categórica respuesta fue de negativa cortés. Agregué que era hora
de volver a los cánones antiguos en que la energía y habilidad del
ponente motivaban en el auditorio la comprensión merced al buen manejo
del lenguaje, a la precisión expositiva y, sobre todo, al esfuerzo
mayúsculo que demandaba entablar empatía con el oyente tan
acostumbrado, hoy por hoy, a las pantallas y a esos idiotas que
repiten como autómatas y que no acometen ¡esfuerzo de cualquier clase!
Sospecho que ese encuentro fue provechoso para todos.

¿No será hora de licenciar, aunque sea por horas, a esos idiotas
modernos que usan abusivamente facilismos retrógrados? Lo que llega
fácil, fácil se va. Las imágenes también se olvidan y, en todo caso,
afincan por algún tiempo hasta que advienen otras más impactantes. Los
conceptos también tienen que aterrizar, como era antes, por la
deseable vigorosidad del exponente y porque, además, tienen el reto
fundamental de confrontar la inteligencia del oyente que así practica
y razona. Y no repite servilmente cuanto hay en textos que otros
preparan.

Trasládese lo antedicho al cuadro general de un país que pretende ser
moderno pero que no puede, a pesar de cañones y pantallas, borrar de
sus calles tanta mendicidad, pulverizar taras delincuenciales y el
accionar de pandillas vinculadas al narcotráfico. Y no hablemos de
esas otras cáfilas de vendepatrias que regalan el país merced a
contratos con dedicatoria y concesiones sine die de término con
pingues ganancias. Pero la nación se desprende de su patrimonio con el
silencio cómplice de las múltiples castas que gobiernan regularmente
el Perú.

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

Lea www.voltairenet.org/es
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica