Informe
Señal de Alerta-Herbert
Mujica Rojas
2-10-2023
Odio y falta de sentido común
https://senaldealerta.pe/odio-y-falta-de-sentido-comun/
En países como el nuestro, menudean los lobos disfrazados de
ovejas. Odiosos genéticos, infestan todos los ámbitos, además de mediocres son
caraduras y pueden hacer de la mentira un templo de imposturas.
Sepultados por la sucia prueba de sus cometidos de años
recientes, como los walking dead (muertos vivientes) de la película, rebrotan e
insultan al resto ¡precisamente! de lo que ellos son: odiadores profesionales.
Una amistad dilecta me prestó un libro sugestivo y
sugerente: Cómo solucionar nuestros problemas humanos del autor Gueshe
Kelsang Gyatso.
Encontré definiciones muy interesantes que es imposible
guardar sólo para uno.
Leamos.
“El odio es un estado mental doloroso por naturaleza. Cuando
sentimos odio, perdemos la paz interior al instante y nos sentimos tensos e
incómodos. Estamos inquietos y nos cuesta mucho dormir, y el sueño, si
conseguimos conciliarlo, es intermitente y no logramos descansar. Cuando
estamos enfadados, no podemos divertirnos e incluso la comida nos parece
repugnante. El odio convierte a la persona más atractiva en un demonio con el
rostro encendido. Cuando nos enfadamos, aumenta nuestro malestar y, por mucho
que lo intentemos, no podemos controlar nuestras emociones”. p. 30
La admonición es meridianamente clara, con odio no hay luz
en el juicio ni quietud interna. Es decir, cuanto se nos ocurra hacer resentirá
el bombardeo de una estrechez de óptica y distorsión u orfandad de horizonte en
los propósitos. Tal el poder envilecedor del odio.
Acudamos a la historia. Todos los movimientos,
organizaciones, sectas o gavillas que impulsaron campañas de odio y exterminio,
por las vías que fuesen, naufragaron ante el desprecio ciudadano y la
aplicación de las leyes y los derechos humanos. Los nazis y su imperialismo
racista, los estados totalitarios y sus mentiras colectivas y colectivistas,
los sombríos regímenes tiránicos en múltiples partes del mundo, siempre
agotaron su influencia y terminaron en el basurero de la historia.
Sin ir muy lejos ¿qué fue el terrorismo violentista y sus
planes devastadores sino dolor, atraso, desmoralización masiva y crímenes al
por mayor durante décadas? La violencia llamó a respuestas iguales o peores y cayeron
peruanos en esa vorágine destructiva.
El odio no construye, aniquila las bases de cualquier
convivencia y es abiertamente una herramienta letal contra las sociedades.
“Uno de los peores efectos del odio es que perdemos el
sentido común y nos impide ser razonables. Con el deseo de vengarnos de
aquellos que creemos que nos han perjudicado, nos exponemos a grandes riesgos
sólo para lograr una pequeña venganza. Para vengarnos de las injusticias y
humillaciones que creemos haber sufrido, estamos dispuestos a arriesgar nuestro
trabajo, nuestras relaciones e incluso el bienestar de nuestra familia y
nuestros hijos.” op. cit., p. 30
Un himno del movimiento scout mundial reza: Todo por amor,
nada por la fuerza, siempre lo mejor, siempre lo mejor. Recordarlo no cae mal
en un medio como el peruano en que somos hábiles en el odio e ineficientes en
la edificación de un Perú libre, digno, culto y justo.
Al odiador u odiadora, hay que oponerle ideas, iniciativas,
dinámicas, esfuerzo constructivo y muy, todas estas virtudes, superiores a la
pócima de sus recetas viles.
En política no hay casualidades y quienes sembraron vientos,
cosecharon tempestades. Los rateros de alta y baja monta saben muy bien que su
imperio no dura eternamente a condición que exista una sociedad que los
denuncie y aloje en su lugar natural: la cárcel.
El Tribunal Moral fusila con la mirada piadosa a los
réprobos que se pasean disfrutando los réditos de sus robos y estafas, pero a
quienes se abomina, con nombre y apellido, por calles y plazas, de manera
pública castigándolos para ¡nunca más! contratar con el Estado.
Perú es un organismo enfermo, decía González Prada, donde se
aplica el dedo, brota el pus. Lejos de celebrar la cruda admonición, debiéramos
ser vigorosamente respondones para anunciar que pulverizaremos semejantes taras.
Comenzamos octubre y el festival de oportunismos, cadáveres
bulliciosos e impresentables, apenas comienza. Wait and see.
El remanso de los libros siempre produce e inspira. Acaso
convenga volver a aprender que de la lectura nace la controversia de ideas, el
recuerdo de sucesos e hitos estelares y, sobre todo, las fuentes inspiradoras
de mejores y más hermosos tiempos. Porque ¡sí se puede!