Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
3-2-2015
Caso Nadine: ¿no es
más sabio hablar?
Cuando los montos dinerarios ingresaron a las cuentas de la
señora Nadine Heredia, años atrás, fue evidente que solo el registro de los
mismos acreditaba el facto, no oculto y tampoco bajo el cartabón de "para
no llamar la atención". Que el hermano fuera el protagonista y que entonces
no tuviera trabajo conocido o ingresos suficientes, otro asunto que algún día
generaría reparos y cuestionamientos. Y esto está ocurriendo.
Hay un solo camino posible, sano y con miras al futuro. Para
una persona que no llega aún a la cuarentena, es imperiosa la evaluación de
cómo se conduce frente a un caso tan delicado y que la involucra directamente.
El comunicado del llamado Partido Nacionalista padece
debilidad intrínseca: a nadie escapa la realidad que esa organización sólo
existe en el papel y que la conforman el presidente Humala y la presidenta del
partido, Nadine. Por tanto, cuanto allí se diga transita más por los caminos
del alegato inane y el pretexto baladí.
Como no hay casualidades en política, no deja de ser
sintomático que el tema Belaunde Lossio, su estancia tan simpática en La Paz,
Bolivia, los dimes y diretes que han pronunciado en el Altiplano, el jefe de
Estado, Evo Morales y aquí el señor Humala, las cortinas de humo impulsadas por
el ministro Urresti, muestren una coetaneidad fatal para el gobierno. Y,
ciertamente, los miedos de comunicación tienen su parte jugosa en este festín
que puede causar daño grande a los involucrados. Debiera la señora Nadine
Heredia pensar que ella carece del derecho al antejuicio o a cualquier clase de
blindaje. Y el canibalismo por estos lares es práctica común de siempre.
Amigos que dicen serlo de la señora Heredia (sospecho que ni
siquiera la conocen), hablan maravillas de su alto cociente de inteligencia.
Convengamos en que esto sea cierto. Entonces ¿por qué tanta torpeza en el
manejo de dineros cuya procedencia está en trámite de averiguación? Si fue por
los trabajos que hizo a diversas empresas, entonces debe mostrar el producto de
esos quehaceres, la entrega física, el pago de la contraprestación con
documentos, el estudio de los costos comparados en esos años y con servicios
similares, para evitar especulaciones como las que hoy se hacen. Volvamos a la
pregunta del título: ¿no es más sabio
hablar?
Según la ex fiscal Vilcatoma se configuran aristas que
definen un camino común entre la "protección del gobierno a Belaunde
Lossio" y el lavado de activos. Es decir, habría blindaje soterrado y
leguleyo a cambio de un silencio que correspondería a esas transacciones en las
cuentas del Banco de Crédito.
¿Podría ejercer presión el gobierno en el Poder Judicial?
Decir que no, sería una mentira torpe. Pero sostener que con una administración
apaleada con el arrojo a la basura de la Ley Pulpín, la interpelación pendiente
a ministros y el desdibujamiento absoluto de un régimen cada día que pasa, este
peso específico pueda torcer la acción investigatoria, sí resulta fanfarronada.
La damisela no está para tafetanes.
No me atrevería a apostrofar ni atribuir delitos a la señora
Nadine Heredia. Eso lo hará el Poder Judicial si tiene elementos, pruebas
irrefutables y documentos. Lo que sí es cierto es que más sabio es hablar y
contribuir al esclarecimiento del origen de estos dineros para que no se
incorpore el lavado de activos al margesí político, hoja de vida, de aquella.
Llamar "escandalete" al asunto es ridículo. Los
hombres y mujeres en la cosa pública están sometidos a ese inevitable
escrutinio. Y los esfuerzos con soporte y dinero del Estado de la señora Nadine
Heredia, en ese sentido, de conocimiento generalizado. Es hora de demostrar
sabiduría.
Recordemos lo que escribió Ricardo Palma: "sacristán que vende cera no teniendo
cerería, de dónde pecata mía si no es de la sacristía". Confiemos, por
la propia salud moral del Perú, que éste no sea un caso como el que describió
el tradicionista limeño.
Caso Nadine: ¿no es más sabio hablar?