Thursday, February 14, 2008

Los indios y Arequipa fueron agraviados por Palma

Historia, madre y maestra
14-2-2008

La tragedia del 79, Alfonso Bouroncle Carreón, Studium, Lima

55 Los indios y Arequipa fueron agraviados por Palma

A raíz del reconocimiento del gobierno de la Magdalena por el coronel
José La Torre, el pierolismo comenzó a derrumbarse y el escritor y
periodista Ricardo Palma reaccionó en forma insultativa contra el
pueblo y la ciudad de Arequipa, incrementando en esa forma la leyenda
negra que la cobardía no castigada por Piérola, del coronel Leyva, se
incrementara. Leyva, el famoso del "apúrate Leyva" de Bolognesi, aquél
que careció de respetabilidad en Arequipa por su franca cobardía de no
acercarse a Tacna en los días previos a la batalla del Alto de la
Alianza.

A ese agravio, Palma se encargó de ampliarlo y fijarlo en letras de
molde, al no poder tolerar que nadie se alzara frente a la adorada
figura de su caudillo, situación que se aprecia en los párrafos que se
copian tanto de sus "Cartas a Piérola", como de sus "Crónicas" ya
mencionadas y publicadas en el diario "El Canal" de Panamá: (169).

"Carta 18 — Lima, octubre 11 de 1881 —Excmo. señor don Nicolás de
Piérola — Mi distinguido amigo — Arequipa nos ha dado un desengaño
más. Era lógico esperarlo de ese pueblo veleidoso por excelencia. La
noticia se recibió aquí el 8 por cablegrama de Arica. . .

Son contradictorios los pormenores que hasta este momento tenemos de
lo sucedido en Arequipa; pero yo me explico, a mi manera, lo que ha
pasado. Don Manuel Pardo acabó de corromper y desmoralizar a ese
pueblo, que poco necesitaba ya para perder el resto de virilidad que
le quedaba. Sembró en terreno fácil para el mal. . .

Estoy seguro de que, al día siguiente de realizada tan infame traición
al patriotismo, habrán tenido que arrepentirse los arequipeños de
ella".

Sobre el mismo tema, en sus artículos publicados en Panamá se lee. (170)

"Artículo No. 22, "El Canal", Panamá, 22-X-1881, Lima, Octubre 12 de
1881 — Señor Director — El 8 se recibió un cablegrama de Arica
participando que, en Arequipa, se había sublevado el Coronel don José
La Torre con las tropas de su mando, a favor de García Calderón. Los
argollistas festejaron mucho la noticia de la traición encabezada por
un jefe desleal. . . Al fin tiene García Calderón territorio donde su
autoridad sea ya reconocida. Una interrupción del cable ha impedido
recibir noticias posteriores al 8, y nada de extraño habría en que
hubiese sobrevenido una reacción en Arequipa, tan luego como llegase
al conocimiento de esa ciudad del decreto en que Lynch desconocía el
gobierno de la Magdalena.

Pero háyase o no verificado la reacción, lo positivo es que la
conducta felona de La Torre entrega el Sur a los chilenos y nos
incomunica con Bolivia, sin que los calderonianos saquen ningún
provecho de la traición".

En el siguiente Artículo No. 23 del 19 de octubre, y publicado en "El
Canal", Panamá el 2. XI.81, se lee: (171).

"Hasta hoy son escasos los pormenores sobre el motín de Arequipa, y se
empieza a creer, que no tiene la importancia que se le dio en un
principio. . . '

En el siguiente artículo, No. 24, publicado en "El Canal" el 12.XI.
1881, se rectifica, pero el agravio queda: (172)

"Al fin llegaron pormenores sobre la revolución de Arequipa. . . Fue
el Coronel D. José La Torre, Comandante General de las fuerzas, quien
el día 7 a las seis de la tarde, aprovechando que una hora antes había
salido para Tingo el señor Solar (prefecto), realizó el movimiento. .
.

El pueblo de Arequipa no ha tomado participación en el breve escándalo
dado por los militares. Los municipales hicieron inmediata dimisión de
sus cargos ante la autoridad revolucionaria".

Se aprecia por los escritos que Don Ricardo Palma se encontró
completamente ofuscado por sus celos e incondicionalidad hipertrofiada
a Piérola y también por sus prejuicios racistas, clasistas y
regionalistas, por eso, sin verificar situaciones se dice y
contradice. Primero son los arequipeños quienes se sublevan, después
quedan sólo los militares. El gobierno de García Calderón tiene un
territorio para gobernar y, no le sirve para nada. Resulta
incomprensible la gran ofuscación por la que atravesó el
tradicionalista Palma.

Se debe reconocer que, de la documentación existente, fue el único
amigo de Piérola que en su oportunidad le dijo la verdad, llegando
incluso a escribirle en su carta No. 20 del 3 de noviembre de 1881:
(173) "Yo le profeso a Usted muy cordial afecto, y por eso me
mortifica verlo firmando decretos que producen desprestigio y ridículo
para el gobernante".

En relación a sus prejuicios en general racistas y regionalistas en
particular, comentando la derrota peruana de San Juan, escribe con
fecha 8 de febrero de 1881, dirigiéndose a Piérola que se encontraba
en Jauja, carta No. 2: En el segundo acápite, después de adularlo
diciendo que hizo lo indecible por salvar al Perú, manifestó: (174)

"Llegó la hora de la prueba, y los hombres rehuyeron cumplir con su
deber, y no encontró usted un hombre que supiera ayudarlo, y hasta sus
edecanes dieron muestra de ruindad abandonándolo miserable y
cobardemente a los primeros disparos del enemigo. ¿A qué ambicionaban
ciertos hombres altos puestos y mando de soldados, si no se sentían
con coraje para batirse? He aquí uno de los frutos de la corrupción
social.. .

En mi concepto, la causa principal del gran desastre del 13 está en
que la mayoría del Perú la forma una raza abyecta y degradada. . . El
indio no tiene el sentido de la patria; es enemigo nato del blanco y
del hombre de la costa y, señor por señor, tanto le da ser chileno
como turco. . . Educar al indio, inspirarle patriotismo, será obra no
de las instituciones sino de los tiempos. Por otra parte, los
antecedentes históricos nos dicen con sobrada elocuencia que el indio
es orgánicamente cobarde".

Los párrafos anteriores nos explican por qué el Palma tradicionalista
es eminentemente de cortesanía virreinal y la república, en su pluma,
se quedó casi exclusivamente en el ámbito limeño, y su silencio sobre
la guerra con Chile es inexplicable, pese a que fue testigo
presencial; pues, fuera de la epopeya del Morro y Leoncio Prado en
Huamachuco, lo demás es casi ignorado, y, así como los coroneles
Francisco Bolognesi y Carlos Llosa, ambos fallecidos en la defensa del
Morro de Arica y Pedro Bustamante que hizo toda la guerra, no figuran
en el "Diccionario Biográfico del Perú" de Manuel Mendiburu por ser
arequipeños, así tampoco en las "Tradiciones" figuran Cáceres, Tafur o
Recavarren, por ser del ejército de La Breña. A los dos primeros los
mencionó una sola vez, como vinculados a las fuerzas peruanas en
Huamachuco, al segundo, lo ignoró y a Miguel Grau, lo mencionó en
forma lateralizada en una tradición titulada "La Bohemia de mi Tiempo"
al referirse a las andanzas de su amigo Velarde (175). Así fueron los
colaboradores de Piérola, que trataron con gran desdén a los mártires
de la patria. Siguieron simplemente el camino del dictador (176),
quien, el 28 de mayo de 1880 por decreto otorgó condecoraciones
póstumas a tres mártires del "Huáscar", confiriendo La Cruz de Acero
de primera clase al capitán de navío Elías Aguirre y al teniente
segundo Enrique Palacios y, al comandante de la nave, Almirante Miguel
Grau, le otorga la misma condecoración, pero solamente de segunda
clase, la diferencia, porque a este último, Piérola lo consideraba su
enemigo político, por ser civilista y amigo de Manuel Pardo. A
Bolognesi no le otorgó ninguna condecoración póstuma y a sus dos hijos
muertos en la defensa de Lima, tampoco. En cambio, al traidor y
desertor de Arica, Carlos Agustín Belaunde, por ser su amigo, lo
premió nombrándolo en 1896, diputado por Tayacaja, pese a las
protestas de los diputados de Tacna Libre. Sensiblemente el tiempo no
ha corregido esos errores, quedando tergiversados en la historia.

La verdad oculta sobre Camisea

La verdad oculta sobre Camisea
por Herbert Mujica Rojas
hmujica@suisse.com
octubre-2002

Camisea es la mayor esperanza energética del Perú, el negocio se
estima, con valor agregado, en algo así como US$ 300 mil millones de
dólares y el controvertido contrato de concesión fue firmado por el
gobierno transitorio de Valentín Paniagua en noviembre del 2000. Algo
que ni siquiera el régimen de Fujimori se atrevió a hacer.

Sin embargo, los vientos de fronda abundan en esta zona selvática del
país, los trabajadores peruanos que laboran en Techint y Pluspetrol,
ambas empresas argentinas, se quejan de malos tratos, pagas exiguas,
discriminaciones odiosas en favor de extranjeros que han venido a
laborar en las diferentes zonas de Kiteni, Kepashiato, Palma Real,
Ivochote, Echarate. Los paros y huelgas se han sentido localmente pero
en Lima no se sabe nada porque hay el propósito férreo de evitar que
el periodismo nacional tome contacto con esta espeluznante realidad.

Técnicos de Pluspetrol han calificado la comida que se da a los
trabajadores como de "basura". Ha poco 40 intoxicados graficaron esta
circunstancia que tiene a la empresa Sodexho, proveedora de la
alimentación, en el ojo de la tormenta. Esta "comida para perros" como
ha sido calificada, no conserva los estándares mínimos nutricionales
que garanticen una adecuada alimentación.

El asunto alcanza grados de escándalo porque el gerente general
adjunto de esta transnacional francesa, Sodexho, es nada menos que
Martín Quijandría, hijo del inefable ministro de Energía, Jaime
Quijandría Salmón, el mismo que formara parte de la primera Copri que
comenzó el descuartizamiento de Petroperú durante la administración
privatista de Kenya Fujimori.

Por "ahorro" según ha insinuado Pluspetrol, el gasoducto pasará
directamente por Ayacucho y no llegará a Quillabamba, esfumando, como
por arte de magia, el anhelado sueño termoeléctrico de ese castigado
pueblo cusqueño.

La población de Quillabamba ha reaccionado indignada ante semejante
postura: el gas de Camisea debía –y esa era una condición
indispensable- favorecer a los pobladores del Cusco. Sin embargo, no
va a ser así porque la empresa argentina así lo ha dispuesto con la
complicidad –real o aparente- de las autoridades del ministerio de
Energía y Minas que se hacen de la vista gorda.

Por tanto, la anhelada esperanza de una autonomía energética del
Cusco, queda abortada porque hay malas empresas que presumieron de
gran continente económico que no quieren construir el ramal hacia
Quillabamba por razones mezquinas como censurables.

Si esto es así, ¿cómo es que el Estado peruano permite que Pluspetrol
esté a la caza desesperada de financiación por parte del Banco
Interamericano de Desarrollo? Según el ministro de Energía, Jaime
Quijandría, los primeros US$ 70 millones de dólares serían entregados
a esta firma en el primer trimestre del 2003 porque ya habrían sido
superados las diferencias referidas al medio ambiente y a las
comunidades indígenas.

Pocos meses atrás, el BID, donde labora la funcionaria brasilera
Elizabeth Britto, trajo a una numerosa delegación de dirigentes
machiguengas a lo que denominaron audiencia sobre Camisea. ¿Será
suficiente esto como para que el BID conceda US$ 70 millones de
dólares a una empresa que –a ojos vista- carece de capital? ¿Y contra
qué garantías presta el BID a Pluspetrol? ¿No será que estamos ante un
viejo esquema que involucra al Perú como país garante hasta de una
quiebra ajena que nos deja con el muerto al hombro?

Sin embargo, aquí en el Valle de La Convención, no parece que las
condiciones del medio ambiente sean las más propicias para los
trabajos que ha emprendido Pluspetrol. La tala de árboles no tiene
ningún tipo de control; los helicópteros llegan mañana, tarde y noche
a los campamentos y producen un ruido que ahuyenta a la fauna y
empiezan a producirse riñas y peleas entre peruanos y los numerosos
argentinos, colombianos y chilenos, traídos a trabajar con facilidades
extrañas a esta zona selvática. ¿Cómo así el ministro Quijandría puede
tan alegremente decir que el BID ya ha aprobado el préstamo a
Pluspetrol cuando esta empresa incumple con requisitos básicos?

Gran parte de los residuos provenientes de los trabajos diversos que
aquí se llevan a cabo van a dar a los ríos de la zona. No hay ningún
tipo de tratamiento, en buen romance, las aguas ribereñas empiezan a
sentir el paso de la civilización y no el mejor de ellos porque
comienzan a contaminarse.

En los campamentos las condiciones de salubridad brillan por su
ausencia. No hay vacunas, no hay campañas de información, la suciedad
atrae moscas portadoras de infecciones y los zancudos tienen a mal
traer a la población local que no sabe cómo combatir a estas plagas.
La posta médica en Echarate tiene solo dos médicos, pero no hay
servicios higiénicos y tampoco medicinas.

En Kiteni se han producido a la fecha más de 25 muertes por accidentes
de trabajo que aguardan hasta hoy la justa indemnización a que
debieran tener derecho por parte de las empresas responsables, pero
¡nada de nada!

Los quillabambinos y pobladores de los aledaños de Camisea se han
reunido en diversas oportunidades para tratar el tema y de sus
reivindicaciones. Las autoridades locales han dirigido cartas
múltiples solicitando a Lima la inspección de sus denuncias por
vejámenes y abusos por parte de Techint, Pluspetrol y TGP. Sin embargo
¡no se oye padre!

¿Qué ocurre y cuál la razón o razones por las que el ministerio de
Energía y Minas no toma cartas en el asunto?

Una razón aparente es que Jaime Quijandría tiene a un hijo trabajando
para Sodexho, empresa que acostumbra a intoxicar a sus alimentados.
Otra, que no se quiere entorpecer, vía la desinformación sistemática,
el préstamo que está implorando Pluspetrol al Banco Interamericano de
Desarrollo y que el mismo ministro ya ha anunciado como inminente.

Sin embargo ¿quién custodia la salud laboral y dignidad cívica de los
peruanos de estas zonas de Kiteni, Kepashiato, Ivochote, Cashiriare,
Echarate, Quillabamba y en general de la selva del Cusco?

Los testimonios dan cuenta parcial de una realidad más dura que las
declaraciones alegres e irresponsables de un ministro que ha
demostrado una parcialidad más que escandalosa para con las empresas
extranjeras.

El mar de fondo aquí es que la concesión de Camisea adolece de vicios
gigantescos. Una empresita que tuvo un capital de US$ 400 dólares (S/.
1,500 nuevos soles), Hidrocarburos Andinos SAC, se hizo del 10% del
contrato en circunstancias hasta hoy nunca aclaradas. La propaganda
institucional de Pluspetrol ahora menciona a otra empresa Tecpetrol
(100% de Techint) que reemplaza a Hidrocarburos Andinos SAC. Sin
embargo nadie sabe cómo ha ocurrido esta traslación de acciones, si la
hubo.

Además, un alto funcionario de Pluspetrol, Alberto Moons reveló al
país la existencia de una cláusula, la 8.6, que prevé el otorgamiento
de regalías distintas hacia el Estado peruano en caso de la
exportación del gas, lo que contraviene el espíritu integral de todo
el contrato de concesión. Se ha llamado como la nueva página 11 a esta
cláusula absolutamente lesiva contra el Estado peruano.

Por toda respuesta, Pluspetrol ha maquillado hasta hoy sus informes,
dice que tiene capital, pero su campaña por obtener dinero del BID con
el aval tácito del Estado peruano es enorme.

Hasta hoy nadie entiende para qué van a traer el gas a Lima si aquí no
hay un mercado que absorba semejante volumen de producción. Otro
absurdo aparente es que uno de los ramales del gasoducto vaya hacia
Pisco, en la playa Lobería en el área precisamente de la Reserva
Ecológica de Paracas. ¿Se pretende ahuyentar la fauna marina,
contaminar el agua de la zona y destruir un atractivo turístico de
innegable creación de divisas para el Estado peruano? ¿Habría algún
Estudio de Impacto Ambiental, capaz de darles pase a los argentinos
que ya se han hecho de múltiples terrenos en Pisco?

Irregularidades al por mayor, desprecios y abusos son los que aquí en
Camisea se protagonizan a diario. Es deber del periodismo denunciar
semejante estado de cosas y reclamar la atención de los demás medios
para que el Perú no consienta a través de la mala acción de empresas
acostumbradas a tratar con autoridades inmorales y comprables, la
subasta de un negocio tan gigantesco que debe ser patrimonio exclusivo
de los peruanos y de quienes quieran venir a invertir con tecnología y
poder financiero auténticos. No como ahora que somos campo de
experimentación de empresitas irresponsables y encima insolentes
porque así se los permiten.

Es hora de tocar el tema de Camisea y de hacerlo con la verdad en la
mano. Este testimonio echa luces sobre un tema en el que hay que ir
hasta las últimas consecuencias para establecer el grado de
complicidad o abyección al que podrían haber llegado ciertos
personajes políticos con ambiciones hasta presidenciales.