Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
21-9-2023
¡Mayordomos del imperialismo!
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Acaban de tumbar, los solícitos mayordomos y correas de
transmisión de las grandes empresas foráneas, la anunciada reversión de lotes
petroleros en Talara, a Petroperú. El sorpresivo giro lo anunció el titular de
Energía y Minas, Oscar Vera, con la puesta en marcha de una licitación.
La Confiep (adláter incondicional del gobierno delincuencial
de Kenya Fujimori, durante largos años), SNMPE, Comex, las principales
entidades gremiales, emitieron días atrás, sus protestas y demandaron que los
lotes petroleros debían seguir, por tres años más, en manos de las empresas
privadas.
Los palafreneros apuntaron directamente contra Petroperú
porque con la puesta en marcha de la Refinería de Talara, el abaratamiento del
costo de los combustibles y el ahorro a obtenerse, se demostraría eficiencia,
asunto que a los embajadores serviles y a sus representadas no conviene en modo
alguno.
La privatización tiene 30 años y está en manos extranjeras y
aconteció lo absurdo: recibieron una producción de 130 mil barriles diarios y
con la maravillosa tecnología y modernidad de esas firmas, hoy apenas se
produce 40 mil barriles diarios.
La empresa Sapet Development Perú Inc. es sucursal de la
empresa China National Petroleum Corporation. Y el próximo año viene a nuestro
país, a inaugurar un puerto privado en Chancay Xi Jingping. ¿Pura coincidencia
no?
Los decretos que revertían los lotes a Petroperú iban a
salir en pocos días. Con esta claudicante actitud, el gobierno de Dina Boluarte
demuestra su debilidad ante los vocingleros representantes locales del poder
imperial que sigue gobernando al mundo con acuerdo a sus intereses y ¡el resto
no cuenta para nada!
La recua de mayordomos que se llaman empresarios son empleados
y peones útiles cuando se trata en Perú de no defender a las empresas nativas.
El Dios mercado y el capitalismo salvaje, deshumanizado y orondo en su vanidad
poderosa es el refugio de estos individuos que usan los símbolos patrios cuando
les conviene.
En el último lustro y, sobre todo, en las redes sociales
grupos que se llaman a sí mismos “intelectuales, ideólogos, politólogos” y
demás elogios autogenerados, han “decretado” que el imperialismo “ya no
existe”. Por tanto, las corrientes antimperialistas han perdido validez.
Los intereses de algunas firmas foráneas que hicieron
decrecer la producción petrolera se vio afectada por la reversión anunciada de
los lotes y ¡como movidos por resortes inconfesables, los ujieres del alto
gremio, salieron a decir que había que cautelar “el gasto del Estado” y que era
imprescindible no “ahuyentar la inversión”.
Por cierto, esos cipayos ¡jamás! han protestado cuando
empresas privadas causan daño al Estado peruano. ¿Lo ancho para algunos y lo
angosto para los peruanos?
¿Se puede ser más miserables contra Perú que tiene una
refinería modernizada en Talara y capaz de producir todos los combustibles y
ahorros altamente significativos?
¿Es materia de discusión pormenorizada lo que acaba de
ocurrir a nivel de gobierno con el revés que ha impuesto al país una
administración al servicio de los grandes intereses empresariales extranjeros?
Hay mucha ignorancia pero también necedad. Los grandes temas
nacionales están ausentes en el planeamiento político de la unanimidad de
agrupaciones, colectivos políticos. Por eso pandillas de vivos que hace años
viven traicionando al Perú pueden hacer ¡lo que les da la gana!
Ni el imperialismo y sus manifestaciones económicas han
desaparecido o carecen de eficacia contra los intereses nacionales. Y lo
pesaroso que significa no tener respuesta política, técnica o estratégica,
agrava o compromete la situación de un país que sufre una aguda crisis
institucional.
La derecha brutísima sigue empecinada en creer que el
peruano es un guarismo productor de riqueza y que sus derechos no importan, alienta
el desconcierto y reputa a todo lo que son derechos humanos como no rentables,
ergo, ¡no sirven!
Existen sirvientes de los sirvientes mayordomos que sí
viajan en primera clase, hablan en inglés y se enorgullecen de protagonizar el
infame papel de topos y ujieres de ultramar.
Quien domina en economía, domina en política. El gobierno
acaba de exhibir que su poder de decisión es casi irrisorio, bastó que una
gavilla de tagarotes protestara y la administración claudicó sin vergüenza ni
dignidad ¡la más mínima!
Dijo Haya de la Torre: ¡hay que tratar con el capital, sí,
el asunto es cómo hacerlo! Lo que hemos visto constituye acto vil sin
atenuantes.