¡Allin Kawsay! Diálogo entre Atawallpa y Papa Clemente
VII
por Javier Lajo
Lazo; javierlajo@hotmail.com
16-1-2018
En su novela –¡Allin
Kawsay!- de potente mensaje e imaginación, Javier Lajo Lazo, propone un diálogo
entre el Inka Atawallpa, secuestrado y llevado prisionero, con el papa Clemente
VII.
El sumo pontífice no se atrevía a mirar a los ojos
al Inka Atawallpa imponente en talla y físico quien le interpelaba por la
razón, si es que había alguna, de haberlo trasladado a la fuerza de América a
Europa, con engaño y malevolencia.
El Inka espetó al papa:
“-¡Farsante! A ustedes los expulsaron por ociosos,
mentirosos y ladrones -respondió Atawallpa-. Sólo los Inkas amamos y
custodiamos la santa tierra, la Pachamama y sus sagradas reliquias; por eso las
conservamos. Ustedes no tienen la menor idea de lo que significa amar al
Paraíso que es todo este mundo. Pudren todo lo que tocan… y un irreparable daño
habrían hecho al asaltar el Árbol de la Vida que nosotros hemos alimentado y
conservado por milenios y gracias al cual logramos el Sumaq Kawsay; la “Vida
Plena” sobre el planeta, y la inmortalidad de la cultura y la especie humana…
si ustedes hubieran profanado el Árbol de la Vida, ahora el planeta y la vida
estarían destruidos, no existirían más. Acaso ustedes no inventaron, o ¿dicen
que descubrieron el conocimiento del bien y del mal? Ustedes “descubren” cosas
que les conviene para apropiarse de ellas y luego las usan para delinquir
contra su propia especie. Quisieron adueñarse de todo, como “únicos poseedores
del bien”, ¿acaso no se proclamaron los favoritos de su Dios, para luego
desaparecer a la Diosa Madre de la faz de los cielos? Pretendieron ser los
dueños de la vida y de la muerte, propietarios de los seres humanos, guerreando
y matando a media humanidad, tal como hasta ahora lo practican. Por todo esto
fueron confinados a esta pequeña península fría que ahora llaman Europa…”
Leamos el capítulo completo.
(hmr)
Cap. XXXI
Inkas VS Papas
A medida que
parecía languidecer la pequeña llama que alumbraba la vida del Shanti, paqho
altomisayoc, torturado por los curas “guardianes de la fe”, allí en un sótano
de la Prefectura del Cusco, el anciano curandero puquina iba recordando más y
más, las informaciones y las enseñanzas de sus amautas sobre los años finales
de Atawallpa el último Inka. Como un sueño cargado de rememoraciones y de
fantasía, el Shanti “rebobinaba” sus visiones y recuerdos uno por uno, uniendo
sus imágenes febriles con la información que le proporcionaron sus amautas sobre
el Inka Atawallpa de paso por el convento de La Rábida secuestrado rumbo a Roma.
Entre los
pliegues de su inconsciencia y su ensueño, el Shanti desplegaba su recuerdo lo
más que podía… en su imaginación tomaba la forma de un cuento teatralizado:
…Más tarde,
después de profundas reflexiones, Atawallpa llamó la atención a Titu Q’espi, el
de la celda contigua, y le dijo, en su lengua materna: Afina tu memoria,
sagrado Tarpuntae. Tú regresarás a nuestra tierra y cuando estés en el
Tawantinsuyu, vas a transmitir mi última orden a todos mis kamayoc, para los
ayllus y Panakas. Primero a los de las panakas del Sol y luego a mis parientes
y yanapakus…
Texto íntegro en: http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1allin-kawsay-di%C3%A1logo-entre-atawallpa-y-papa-clemente-vii