Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
4-11-2009
¡Crímenes y crímenes, la inextricable moral peruana!*
¿Cuántas clases de moral hay en Perú? Si
dijera que varias, no hay quien pueda rebatir la sentencia. ¿Es privativo el escalafón
sólo de los pobres o clases bajas? ¡De ninguna manera! Todos actúan así: de
capitán a paje, de obrero a gerente, de patrón a subordinados. La asignación
emocional camina -¡cómo no!- según el lugar en la escala, pero en cuentas
resumidas, el íntegro societal maneja estas innumerables dinámicas desde
siempre. Es decir, el atrofiado ADN social criollo es riquísimo en variantes,
estilos y taras.
Verbi gracia: la violencia de las llamadas
barras bravas arrojó a la señorita Paola del microbús en que viajaba, cayó y
murió. El país está conmovido ante lo que es un crimen sin atenuantes. No pocos
delincuentes se esconden en esos grupos juveniles. El siniestro produjo la
interrupción de una vida temprana, plena en futuro y lo tronchó en pesar,
horror y las consabidas reflexiones que no explican nada frente a un hecho
irreparable. Para variar somos filósofos del después. ¡Jamás del antes que
previene!
¿No es también un crimen regalar aeropuertos,
carreteras, puertos y toda clase de patrimonio bajo las premisas de
modernización, inversiones y fuentes de trabajo? ¿cómo es que apenas minorías
absolutas y cuasi microscópicas rechazan, marchan y repudian lo que todos los
gobiernos hacen en nombre del Estado peruano, hasta hoy bocado inacabable de la
glotonería transnacional? ¿se conmueve la sociedad? Si ocurre, no parece muy
notorio el hecho.
Más aún. Pocas semanas atrás denuncié un
cúmulo de hechos raros en una entidad del Estado, es decir, mantenida con el
impuesto ciudadano. Una licitación, llamada de menor cuantía, pasa de 3 a casi
5 millones de dólares; entre la tercera y cuarta convocatoria apenas si hay
cuatro semanas de diferencia; la firma ganadora es absolutamente desconocida,
se impone a GMD y Cosapi y fue postora única; el centro de datos que se pretende
construir se maneja con un software que no llega al millón de dólares y los
“fierros” (computadoras, hardware), no alcanzan a costar ni la mitad. Entonces
¿para qué RENIEC gastará casi US$ 5 millones del bolsillo de los peruanos en un
sistema que podría tercerizar, como lo hacen Google y Microsoft (hasta donde se
sabe algo más grandes que RENIEC) y con imposiciones económicas infinitamente
menores? ¡Ni un titular de primera plana para investigar el asunto! ¿Qué, no es
un crimen dispendiar el erario público en obras que pudieran ser sufragadas con
mejores guarismos? ¿por causa de qué a la sociedad no conmociona un caso –como
muchos- de esta naturaleza abyecta? (Ver:
RENIEC: subidas, bajadas, silencios y
misterios, 28-9-2009, http://www.voltairenet.org/article162297.html.)
En nuestro país el embutido constante de una
prensa sangrienta privilegia la “información” en torno a mujeres que ultiman a
martillazos a sus esposos o parejas; a violaciones de menores y con audaces
reporteros que preguntan a los padres de la víctima “¿cómo se sienten?”; a la
velocidad salvaje de trogloditas al volante y que matan a diario a lo largo y
ancho de la nación etc., pero guarda silencio o mutis cómplice frente a estas
exacciones del bolsillo ciudadano. ¡No sólo en la empresa estatal!
Denuncié el lunes la actividad ambigua que
Telefónica del Perú propone al cliente con la firma de un texto por el cual
declina recibir la guía telefónica y en cambio accede a esos servicios por
Internet. El ahorro lo es sólo para la empresa ibérica. En modo alguno, en
ninguna parte del folleto se lee que bajará el precio de sus servicios en cuyos
costos siempre estaban las gruesas guías solventadas por los usuarios. Además,
confiesan que, por años de años, han atentado contra el patrimonio medio
ambiental peruano porque usaban 130 mil árboles para el papel de esos libros.
¿Cuánto van a devolver por ese delito cuya inferencia es meridianamente
descarada? ¿cómo es que nadie, aparte del humilde escribiente, pregunta algo
tan simple? (Ver Telefónica: ¿beneficios o propaganda engañosa?, 2-11-2009, http://www.voltairenet.org/article162738.html).
Los partidos políticos no van más allá de
usina de burócratas o panzones angurrientos de alguna colocación en premio a
sus hazañas, meritocracia que le llaman. Por tanto, la sociedad carece de
vectores críticos. Las organizaciones de nuevos gángsteres reciben el menú de
inquietudes desde el sistema y sus centro decisorios y ¡jamás cuestionan al
poder! sólo evolucionan por los alrededores con soluciones paliativas,
insuficientes pero muy rentables a sus alforjas.
Subrayadamente lo de RENIEC debiera preocupar.
Se trata de una entidad que tiene que ver con la ciudadanía y las credenciales
y con respecto a una seguridad documentaria que no está garantizada por
patrones internacionalmente aceptados, bajo la premisa que no hay seguridad
ciudadana sin seguridad documentaria y menos si no hay leyes que consagren
estos requisitos modernos ineludibles. Por tanto, algo hay que hacer, al margen
absoluto de quien llame la atención sobre el intríngulis.
Es hora de plantearnos, desde el amanecer
hasta el anochecer, si esta vida de ficción y mentira, es la mejor para el Perú
y si no es llegada ya la oportunidad de echar a la basura los cánones de
comportamiento aletargados y estupidizantes que son características de nuestra
insuficiencia, como individuos y como nación, en el concierto latinoamericano y
mundial de escenarios geopolíticos.
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden
lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene
cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a
media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica
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*Publicado originalmente en la Red Voltaire el
4-11-2009 http://www.voltairenet.org/article162765.html