Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
6-10-2020
Walter Seminario: ¡al maestro con cariño!
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Cruzaba anoche lunes los primeros minutos luego de las 7 pm.
cuando mi –nuestra- amiga Leonor Gavidia me avisó de la infausta noticia: había
partido para siempre el profesor Walter Seminario Mogollón.
Para los cientos o miles de alumnos que tuvo Sir Walter (así
le decíamos) el triste suceso no podía menoscabar el afortunado privilegio que
fue tenerlo como maestro, orientador, guía de vida, sabio en la música
sinfónica que disfrutaba con deleite, lector empedernido y sobre todo amigo de
sus amigos, pedagogo superior que supo hacer de su profesión apostolado y
consagración devota.
Es probable que otros chicos y chicas, contemporáneos de los
años 70 y antes, puedan exhibir, contar y reír con las miles de anécdotas que
relataba siempre con apoyo y matrimonio con Clío, Sir Walter. Su memoria tenía
excepcional calibre y transitaba en Maratón con la misma habilidad de un
castellano galano y culto con que podía hablar de lógica, filosofía, política
peruana contemporánea que el solía recordar cuando hablaba lo que conoció en su
natal Talara.
Y pocas veces un educador podría haber concitado tanta
simpatía unánime como sí lo hizo Sir Walter con los que fuimos sus alumnos en
el Colegio América del Callao y que hoy con algunos años y andaduras más
podemos evocar su paso terreno bajo la jaculatoria de ¡al maestro con cariño!
Supo inculcar Sir Walter amor por el Perú profundo. Enseñó
con el ejemplo de horas interminables dedicadas a la investigación. Sus clases
que matizaba con muy divertidos diálogos y hasta puestas en escena con él mismo
de actor principal y único, son inolvidables.
Ciertamente en nuestros años de juventud cronológica,
seguimos siéndolo pero con acreditación de calendarios muchos, a veces
sacábamos a Sir Walter de sus casillas. Y por toda reprimenda, antes del
discurso enérgico, nos llamaba “irregulares”.
Después de 1975 que terminamos la secundaria, muchos de
nosotros mantuvimos el fuego amical de manera muy intensa y hasta fraternal con
Sir Walter. El que esto escribe, literalmente saqueaba su casa y no hubo
ocasión en que no me fuera con 2 ó 3 libros y 3 ó 4 LP (long plays de vinilo a
33 rpm) que me llevara de su biblioteca donde pasé horas interminables de
aprendizaje y escucha atenta. Conocí a su padre y también a su hermano con
quien charlaba porque había sido deportado a la Argentina por el delito
entonces de ser aprista.
Solíamos cenar con su sobrino David Barrientos a quien
extiendo el pésame, sabedor él que también hago la crónica con un sentimiento muy
profundo por perder a un gran amigo y maestro.
En los últimos años almorzábamos con los muchachos de la
Promoción 1975, algunos estamos en la foto, y aquellas conversaciones siempre
nos atizaban el fuego de la curiosidad, la chispa de una vida y un magisterio
que nos obsequiaba, firme y generoso, Sir Walter.
En un país en que abundan los embelecos que se llaman a sí
mismos exitosos, puedo dar –y estoy seguro que los muchachos y chicas de la Promoción
1975 del Colegio América- dirán lo mismo, testimonio sentido que esta partida
de don Walter Seminario Mogollón sí nos llega a lo más profundo del alma, al
hondón de nuestras reflexiones y cariños por un hombre que pudo hacer de su
vida un fanal interminable de luz y ciencia.
Sir Walter te extrañaremos mucho pero queda en nosotros tu
mensaje de maestro, amigo, orientador, paradigma de una vida con victorias y
sin amarguras.
Descansa en paz querido Walter Seminario.