Informe
Señal de Alerta-Herbert
Mujica Rojas
25-4-2025
Gnomos políticos
Que en Perú los clubes electorales sólo producen gnomos
políticos para cualquier cosmovisión, no queda ¡siquiera! un ápice de duda.
Incapaces de formular pensamiento geopolítico en favor de la nación, están
huérfanos de cualquier otro afán distinto a la algarada, a la turbamulta, al
ruido informe en contraste con la disciplina que sí muestran al cobrar el
cheque mensual que la Patria les obsequia. Lo acontecido en los últimos siete
días nos coloca en un nivel zoológico de la más baja estirpe.
Una presidenta, doña Dina, que mal calcula y pretendió irse
al funeral del papa Francisco, permiso que le fuera denegado por el Congreso.
Un canciller, Elmer Schialer que pronuncia salmodias respecto de la discutible
importancia de la visita de Boluarte al Vaticano.
¡Pamplinas y solo pamplinas!
Manuel González Prada admonizaba: "Tomar a lo serio cosas del Perú". Y razón -o razones- no le
faltaban al escritor de palabra acerada y flageladora. No enorgullece
reiterarlo pero cuanto dijo -hace más de 110 años- don Manuel en sus vibrantes
artículos podría haber sido análisis exacto de los espectáculos circenses que
protagonizan nuestros políticos gnomos.
Gnomo, según el diccionario Larousse es:
"Ser pequeño y deforme que vive en el interior de la
tierra guardando sus riquezas. Ser fantástico de tamaño muy pequeño".
Al ser diminutos y de pensamiento deforme aunque viven sobre
la tierra, conservando riquezas a veces mal logradas u obtenidas, nuestros
hombres públicos practican una política de gnomos, son nulos para elevarse
sobre las palurdas coyunturas y transitan por las componendas, repartijas,
pretextos, excusas y la estulticia a raudales que no anida en una tienda en
particular, sino en todas.
Los legiferantes echan del cargo a un ministro del Interior
y ¡sin pizca de rubor o de prudencia!, al señor de marras, ya le crearon un
puesto y con S/ 17 mil soles mensuales. El primer ministro dice que no
encuentra nada anómalo en semejante absurdo.
Por mal ejemplo, no hay fecha fija para el funcionamiento
del nuevo terminal del Aeropuerto Jorge Chávez, la concesionaria, Lima Airport
Partners, LAP, logra con su avalancha informativa que nadie pregunte en el
gobierno ¿hasta cuándo van a incumplir lo pactado en el contrato de concesión?
A menos que la no disposición del nuevo terminal, sea un asunto
“insignificante”.
¿Cuál es el papel de los miedos de comunicación? ¿Simples
recipendiarios de publicidad que acalla las gravísimas faltas en que incurre la
concesionaria? ¿Qué hacen los organismos oficiales, MTC, Ositran, DGAC que no
protestan o su trabajo es el contrario: callar, callar, callar?
¿Ha revisado la Cancillería, con detalle y escrúpulo, el
Memorándum de Entendimiento Aéreo con Chile? Segmentos de quinta libertad mal
concedidos al país del sur, generan que cientos de millones de dólares se vayan
al sur ¡y aquí en Perú no queda nada!
Este asunto mal comenzó el 2011 con el gobierno del señor
Alan García. Avisé a la opinión pública el 2017 en un programa televisivo y
cuando todos los protagonistas de esta claudicación estaban vivos. ¡Silencio,
ominoso y deleznable silencio!
No hay soberanía
nacional sin soberanía popular, es decir, mientras que la Nación y sus 32
millones de habitantes aprehendan y asuman con perfección qué tenemos que
defender y con qué visión de futuro y complementariedad con el resto de países
latinoamericanos.
¿Enseñan los clubes electorales a sus epígonos reflexiones o
conocimientos sobre soberanía? No hay que confundir cómo robar faltriqueras con
el resguardo inequívoco de nuestro patrimonio nacional.
En el extraordinario libro del tempranamente desaparecido
escritor Alfonso W. Quiroz, Historia de
la corrupción en el Perú, se lee en su página 100 y sobre Ciclos de la
corrupción colonial:
"Sobre la base de las evidencias proporcionadas por
Ulloa y otras fuentes relevantes examinadas en este capítulo, es posible
sugerir la siguiente secuencia de ciclos de corrupción durante el maduro
virreinato peruano: (I) un nivel sumamente alto de corrupción desde al menos la
segunda mitad del siglo XVII hasta el temprano XVIII, (II) una caída temporal
aunque ligera desde el decenio de 1720 hasta el de 1740, (III) un incremento
marcado desde el decenio de 1750 al de 1770, (IV) una caída breve pero
significativa en las décadas de 1780 y 1790, (V) un ligero incremento en la
primera década del XIX, y (VI) una aguda alza en la década anterior a la
independencia."
Mal de muchos, consuelo de tontos. La sociedad tiene que
pulverizar a los políticos gnomos y sin altura y reemplazarlos como una misión
fundamental de cualquier reforma o revolución en el Perú.
Ha llegado la hora.