From: Cesar Vasquez Bazan <apraglobal@gmail.com>
Date: 2010/11/28
Subject: Valetodo - El fraude electoral en el Partido Aprista.- Concubinato alanista con neoliberal Mercedes Araoz.- El papel celestinesco de Armando Villanueva
To: Juventud <apra_juventud@yahoogroups.com>
El fraude electoral en el Partido Aprista.- Concubinato alanista con neoliberal Mercedes Aráoz.- El papel celestinesco de Armando Villanueva
EL FRAUDE ELECTORAL EN EL PARTIDO APRISTA
Hoy en el Aula Magna de Alfonso Ugarte se acaba de perpetrar un fraude electoral más. Como en 1980 cuando una alianza entre Villanueva y Alan García montó el fraude contra Andrés Townsend Ezcurra, despojándolo de la candidatura presidencial, nuevamente los mismos actores, Villanueva y García, aúpan a Mercedes Aráoz a la candidatura presidencial por el Partido Aprista Peruano. Y como en 1979, no hay que ser muy zahorí para adivinar que esta candidatura, como la de 1980, estará condenada al fracaso porque su punto de origen es la ilegalidad y el fraude.
Como en tiempos de la Unión Soviética, un 99% de los delegados a una "convención" no prevista por la Ley de Partidos Políticos, ha "ratificado" una candidatura única, luego de vetar a otros postulantes que intentaron seguir el camino de la legalidad estatutaria para competir por la candidatura presidencial. Ya veremos luego como viene el reparto de prebendas, candidaturas y mermelada.
Luego de varias volteretas, de lanzar candidaturas y pre-candidaturas, de criticar e insinuar arbitrariedades tratando de erigirse en voz moral del aprismo, Armando Villanueva se suma a la candidatura de Aráoz, hace confesión de fe alanista, e incluso tiene el atrevimiento de comparar la candidatura de Aráoz con la de Haya de la Torre en 1931.
Algunos tratarán de disculparlo por la edad y los achaques, otros por sus necesidades urgentes no cubiertas y por sus estrecheces en el presupuesto familiar. Los más conocedores dirán que Armando trata de evitar el aislamiento político. Lo cierto es que su actuación de esta tarde lo liquida como voz moral, que ha tratado de construir en base a sus años de persecución y clandestinidad, como si hubiese sido el único sobreviviente de las catacumbas, martirio al cual se entregaron miles de apristas que ahora nadie recuerda.
¿Cuantos Armandos llegan a los 95 años? ¿El revolucionario que nunca empuñó un fusil, ni nunca combatió, pero que en la Cámara de Diputados –durante el primer belaundismo– presentó el proyecto de ley estableciendo la pena de muerte para los guerrilleros que en su mayoría venían del APRA Rebelde?
¿Cuantos Armandos llegan a los 95 años? ¿El que elogia a Sendero Luminoso y Edith Lagos en Ayacucho en 1981 y luego los llama "genocidas"? ¿El que conspira con Ollanta Humala contra Toledo (luego de compararlo con Benito Juárez) en el 2004 y dos años después lo llena de anatemas? ¿El que declara que el segundo alanismo no es un gobierno aprista y luego proclama a García el mejor presidente del siglo XXI? ¿El que se dice hayista y defensor de la ideología y doctrina apristas y luego, muy campante, declara que los puntos estratégicos del Programa Máximo están caducos?
¿Cuantos Armandos llegan a los 95 años? ¿El que proclama que un aprista debe ser el candidato del Partido y hoy se ha sumado a una candidata neoliberal, luego de él haber criticado el neoliberalismo? ¿El que habla contra la corrupción mientras comparte mesa en el estrado con el presidente que se acogió a la prescripción de sus delitos y con los protagonistas de los petroaudios y los negociados de los terrenos de Chilca?
Son muchos Armandos para caber en una sola persona. Estar con Dios y con el diablo no es de revolucionarios ni de políticos de izquierda.
Armando: ¿Alguna vez fue el camino?
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