Informe
Señal de Alerta-Herbert
Mujica Rojas
18-11-2023
¡Lobotomía desde los miedos de comunicación!
https://senaldealerta.pe/lobotomia-desde-los-miedos-de-comunicacion/
Si los miedos de comunicación lo hicieran a propósito, no
podrían efectuarlo mejor. Doy por descontado que no hay, tras los ríos de
sangre, plan o confabulación con el avieso propósito de lobotomizar a la
ciudadanía o estupidizarla del todo.
La tarea de lobotomización que acometen estos miedos
(Galeano dixit), es pura casualidad, muy conveniente, eso sí, a las gavillas
retrógradas que dicen gobernar.
Este procedimiento (lobotomía), se refiere comúnmente a toda
clase de cirugías en los lóbulos frontales del cerebro, prefrontal —también
llamada leucotomía—, frontal, temporal y parietal; sin embargo, debe llamarse
propiamente lobotomía a la destrucción de las vías nerviosas sin extirpación, y lobectomía
cuando sí haya extirpación.
Cada crimen que se narra, se muestra o se describe con
delectación escabrosa, acostumbra a los peruanos oyentes, televidentes o
lectores, a convivir con sucesos "normales" que dan cuenta de cómo se
ofende y ultima la vida del prójimo en calles, plazas y en todo sitio a lo
largo y ancho del país.
La fina dicción de los locutores alcanza cumbres morbosas
cuando profundiza en los detalles de cada violación, acuchillamiento o
asesinato por encargo. Lejos de mostrar prudente sentido crítico, los hombres
de prensa caminan por alamedas que dan por cotidiano que al vecino del frente
le acribillaron con no menos de una docena de balazos, o que a la conocida de
la otra cuadra, luego de arrastrarla y golpearla a puntapiés y trompadas, la
dejaron medio muerta o completamente inerte.
Como los valores de dignidad, protesta, igualdad ante la ley,
sindéresis en el comportamiento público y privado, son tomados en cuenta de
relansina y para cumplir, el ciudadano empieza a adentrar toda la escatología
de la sociedad, la hace suya y asiente bobamente cuando los menores hacen
trampa, agreden injustificadamente, mienten y roban.
Una sociedad que cultiva a delincuentes infantiles NO puede aspirar a tener grandes
líderes en la conducción del país, sino a los monreros y delincuentes que cada
cierto tiempo democrático, asaltan las alforjas de la cansada ubre del Estado
peruano.
Y una forma de hacerlo es cuando ganapanes que nadie respeta,
deciden “ignorar” el referéndum del 2018 que prohibió la reelección
parlamentaria y la reinstauración del Senado.
Los mandarines que fungen de periodistas suelen decir: donde
manda capitán no manda marinero. Y los subordinados sólo tienen que cumplir
órdenes, mostrar imposturas, expedirse como autómatas castrados y sin cerebro,
porque lo contrario significaría que pierdan sus sueldos y pitanzas.
La información cede paso al atropello de la libertad de
empresa exaltadora de "verdades" -que son siempre mentiras- que
requieren ser dadas por ciertas porque de eso se trata el negocio de los miedos
de comunicación.
En los últimos 90 días, el cúmulo de ajustes de cuentas,
asaltos violentos, estupros y feminicidios van a la par con las cuentas
secretas producto de negociados innobles de que son fautores personajes en muy altos
cargos y responsabilidades.
No faltará el cretino que exclame que en todas partes del
mundo es igual. Ante ello la pregunta obligatoria debiera ser: ¿por causa de
qué tenemos que aguantar estos vómitos diarios que NO construyen una nación y mucho menos enriquecen el civismo
ciudadano?
¿Por qué no se debate en torno al recurso no renovable del
petróleo que Perú importa en cantidades inmensas aumentando el déficit
energético del país?
¿A qué debemos que vastos sectores juveniles, promotores de
emprendimientos y generación de puestos de trabajo con las dinámicas de ideas
geniales e inversión, carezcan de planteamientos orgánicos como política de
Estado para los próximos 100 años?
¿A qué cerebros pálidos debemos que los niveles
presupuestales en Salud y Educación constituyan guarismos vergonzosos que se
reflejan en la calidad de esos servicios?
La estupidización o lobotomización de una sociedad no
resulta difícil si la concertación, tácita o real, de los miedos de
comunicación, martillea el cerebro envilecido de los peruanos y le introduce en
un mundo en que el reino del hampa es lo natural y no lo reprobable.
No extrañe pues que grandes monreros, ladrones de cuello y
corbata, delincuentes de fina estampa, hagan de sus trapacerías, leyes no
escritas pero acostumbradas en el país.
Temas para pensar. Y, diría, para combatir y pulverizar. Así
es como se lobotomiza a la ciudadanía.