Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
18-4-2025
Estigma de corrupción
https://herbertmujicarojas.lamula.pe/2025/04/17/estigma-de-corrupcion/herbertmujicarojas/
Marca o señal
en el cuerpo. Desdoro, afrenta, mala fama. ¿Qué es el estigma? Es el conjunto de las
actitudes y creencias desfavorables que “desacreditan o rechazan” a una persona
o a un grupo por considerarles diferentes. Tienen importantes consecuencias sobre el modo en que los
individuos se perciben a sí mismos, por lo que este proceso devalúa a las
personas.
La señora
Nadine Heredia de Humala, acogida en Brasil por un asilo que no le
correspondía, llevará sobre sí y, al margen de aprisionamientos o no, y por el
resto de su vida, una imagen de corrupción.
El estigma de
la corrupción, prácticamente refrendado con su controvertido escape al Brasil,
es un tema dramático del que muy difícilmente podrá librarse y estando en la
cincuentena o algo así, una debacle también para sus hijos.
Hay varios
temas, tan o más importantes como las consideraciones legales sobre el
salvoconducto, el asilo y el viaje a Brasil. La irreprimible mentalidad
abogadil pretende, como desde hace 205 años, permanecer como faro iluminador
del bochinche acontecido.
¿Desconocían
las autoridades judiciales, policiales, gubernamentales, que existía la chance
de una treta o engañifa como lo fue el certificado de mala salud por lo que se
le concedió a la señora Nadine Heredia permiso para ausentarse de la sala
judicial? ¡Era imposible que no repararan en aquello, la primera cautela con
los acusados cuando van a escuchar sentencia!
¿Alguien podía
ser tan bobo como para no entender que la boya de salvación vendría del Brasil?
¡Hasta la mente menos maliciosa lo habría pensado! Magistrados, abogados,
secretarios, reos libres y toda clase de malhechores piensan en sus escapes
todo el tiempo.
La televisión mostró que la PNP llegó al domicilio de la
familia Humala-Heredia sobre las 2 pm. Dos horas antes ya era pública la
sentencia de 15 años para cada de ellos por ¡lavado de activos!
Importante subrayar que, tal como ha sido el proceso, a los
antedichos se les ha encontrado responsabilidades en el delito de lavado de
activos. No hay ninguna causa que sea generada por sus ideas políticas,
actitudes públicas o cualquier cosa que se parezca.
Por tanto, el país asilante, Brasil otorgó asilo a quien
carecía de los motivos para ello porque no es perseguida política y por la
razón simple que fue sentenciada por lavado de activos que aquí en Perú
califica como delito punible.
Cuando la tardía visita de la PNP a Surco, recibieron por
respuesta de la madre de Nadine que aquella estaba internada en una clínica,
asunto que era absolutamente falso. La señora de marras ya estaba en ruta hacia
la embajada de Brasil.
El señor Ollanta Humala ¿ignoraba los planes de su esposa
Nadine por asilo ante el Brasil y su legación diplomática? Merced a los
sucesos, se ha llamado inmolación o sacrificio a la actitud del ex presidente, para
viabilizar el viaje a Brasilia, Sao Paulo y asumir de pararrayos en la tormenta
penal.
No pocos frívolos o ligeros encuentran en el comportamiento
de Humala signos de debilidad y poca fuerza. Tengo la más viva impresión que la
decisión de Ollanta fue la de afrontar los embates y consecuencias de sus
actos. No se escapó cuando pudo hacerlo o se corrió o se pegó un balazo.
Otro se sintió incapaz de enfrentar sus yerros y el
enjuiciamiento y se autoeliminó. ¡Miseria humana la que pretende reivindicar un
hecho cobarde como un acto heroico! ¡Pamplinas!
Otra se fue al Brasil como asilada, sin que la persigan o
por su credo político.
¡En Perú llueve para arriba! ¡Aquí ocurre cualquier cosa!
Somos capaces del ditirambo más elogioso al de gloria efímera y porque conviene
hacerlo; como también pronunciamos las condenas más repugnantes y lapidarias
contra los caídos! El péndulo fatídico que signa la historia del Perú.
Quince años de prisión es el impuesto a Ollanta Humala y que
ya empezaron con el descuento de su detención por meses de años atrás. Por
ahora es imposible anticipar que en el horizonte existan esperanzas de su
liberación, salvo por buena conducta pero muy avanzados los lustros cumplidos.
Sí es pertinente decir que el estigma acompañará a la señora
Nadine Heredia de ahora en adelante. Nadie, absolutamente nadie podrá darse el
lujo de ensayar una disculpa o varias, ante la pétrea dureza del cargo por el
que fue sentenciada: lavado de activos.
La molicie, ambición, fiebre altísima, mareos, que produce el
poder y sus ilusiones de enriquecimiento, dan una dura lección a quienes lo mal
usaron. Pésimo ejemplo para las generaciones más jóvenes.
¡Hacer política no es robar ni apropiarse de lo ajeno que es
del pueblo!