Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
1-6-2020
¿Oídos sordos en
Migraciones?
Hicimos de conocimiento público, semanas atrás, que el señor
Eduardo Ruiz Botto (ex jefe de Reniec) había sido contratado con un magnífico
sueldo de casi S/ 15 mil soles en la Superintendencia Nacional de Migraciones
donde, hasta hoy es titular Roxana del Aguila.
Preguntamos entonces y ratificamos la curiosidad ¿si el
señor Ruiz Botto, con más de 80 años, recibía doble pensión del Estado porque
es jubilado de la PNP y si no había gente más joven y tan o más preparada para
el cargo de asesor de la gerencia general de Migraciones?
Asimismo, y a modo de información, también recordamos que
Roxana del Aguila había pertenecido al departamento legal de Reniec cuando Ruiz
Botto ejercía el titularato. Es obvio que esta situación de amistad no fue
tomada en cuenta para nombrarlo como asesor en gerencia general, SEUO.
Pues bien, el presidente Vizcarra y altos funcionarios del
gobierno decidieron bajar el monto de sus haberes en 15%. ¿Seguirá el ejemplo
la Superintendencia Nacional de Migraciones o es una isla intocable?
Sería interesante que la Superintendente del Aguila aclare
ante la opinión pública lo referido en párrafos precedentes y, además, que diga
en qué situación administrativa están las sedes de Migraciones Iquitos y Tacna
cuyos problemas narramos recientemente y que NO han merecido a la fecha ¡la más
elemental aclaración!
Que yo sepa NINGUNA dependencia del Estado puede caminar por
su derrotero o desoyendo al gobierno central de manera impune o culposa.
¿Qué de cierto hay que estaría funcionando en los próximos
días una especie de puerta giratoria entre empresas del Estado y que altos
burócratas aspiran a llenar vacíos en las direcciones con tal de no perder la
vinculación y hacer de las suyas con el dinero de los ciudadanos que pagan sus
impuestos?
Los empleados del Estado, y con mayor razón, los que ocupan
puestos muy altos e importantes, no son integrantes de una casta especial o
divina, más bien son, ellos sí, responsables del manejo del dinero público que
paga las buenas pro en las licitaciones, muchas veces de dudosa rectitud, y
están en la obligación de servir al público.
Debiera instituirse en Perú que el mal uso o dispendio o
robo de los dineros públicos constituye crimen de lesa humanidad y sus
fautores, a la cárcel de manera vitalicia. Así de simple.
A todo esto: ¿Oídos sordos en Migraciones?