por Herbert Mujica Rojas
13-8-2008
Cancillería: ¡siempre brillando por su ausencia!
Del 21 al 26 de setiembre se llevará a cabo en Córdoba, Argentina, el
XXV Congreso de Derecho Internacional y el tema central es: Los casos
de delimitación marítima en el continente. ¡Por supuesto, hay dos
conferencistas chilenos, aparte de españoles, italianos y argentinos
y...... no figura ningún peruano! No hay que exagerar como para darse
cuenta que en Torre Tagle son diestros en armar festivales de
condecoraciones, homenajes baladíes y auto-alabarse, pero son
¡absolutamente ineptos! para darse cuenta de cómo funciona el mundo.
Como es de conocimiento público, Perú demandó ante la Corte
Internacional de Justicia de La Haya a Chile por la delimitación
marítima que no existe entre nuestros países. El instituto que
organiza el Congreso de Derecho Internacional es observador y
consultor en Naciones Unidas y las conclusiones del evento serán
enviadas a esta organización. Es decir, hay presencia directa e
indirecta que aquí a nadie le importa, comenzando con los tagarotes de
Relaciones Exteriores.
También a fines del mes próximo en el Instituto Max Planck de
Hamburgo, Alemania, se realizará una asamblea cuyo tema es: La
delimitación marítima, casos y litigios recientes. El conferencista es
un sueco. ¿Sabrá alguno de los turistas diplomáticos asignados por
Perú en ese país europeo, del asunto? ¡Es obvio que de ninguna manera,
para eso no tienen tiempo los sacrificados funcionarios!
En Blankenasse, Hamburgo, funciona el Tribunal de Derecho Marítimo y
la secretaria general desde hace cuatro años es una ciudadana chilena.
¿Podrá hacer de conocimiento público Relaciones Exteriores el nombre
del delegado peruano ante tan importante institución? Acaso puedan
comunicárselo a la agencia oficial Andina que ahora asciende también a
los diplomáticos y los nombra embajadores.
Es decir y es importante señalarlo, Chile está impulsando
investigaciones sobre el tema, promoviendo financiamientos y atrayendo
inversiones en toda Europa en múltiples, diversos y hasta ignotos
campos, mientras que los ingenuos y confiados persisten como siempre
en el limbo de indecisiones, en el paraíso de la mediocridad y
dispuestos luego a escribir libros y panegíricos que disculpen o
maquillen sus yerros como ocurre desde hace 187 años.
¿Bastarán estas recurrentes señales de alerta para hacer entender de
la seriedad de lo que se nos viene como responsabilidad en poquísimos
meses? El ilustre y desaparecido historiador y jurista Alfonso
Benavides Correa tituló a su libro capital Perú-Chile: una difícil
vecindad. Y será ésta la clave comprensiva de un asunto que no puede
tomarse a la ligera ni dejarse en manos de acomplejados que tienen
miedo y que han dado demostraciones anticipadas de por dónde van sus
preferencias.
Cancillería: ¡siempre brillando por su ausencia!
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
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