Nadando junto a un pez de apellidos
Vargas Llosa
por Alonso
Mujica Troncoso; ahmujica@gmail.com
2-4-2018
En el año 1987, frente al anuncio del
entonces gobierno aprista de estatizar la banca, un grupo de peruanos aterrados
por las medidas populistas se organizó para hacer un mitin de rechazo a la
medida en nombre de la Libertad.
Durante los
siguientes tres años, se iniciaría una campaña por la presidencia del Perú
liderada por el novelista Mario Vargas Llosa. El Pez en el Agua narra esos hechos junto a episodios
trascendentales de la infancia del otrora candidato: desde conocer a su padre
hasta su viaje a Francia para convertirse en escritor.
Sin duda
alguna, Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936), es un personaje sobre el que se ha
hablado y escrito mucho. El novelista ha sido polémico siempre por sus libros
que en su momento tocaron temas muy controversiales, por su paso por la
política activa entre 1987 y 1990, por sus opiniones y endosos a otros
candidatos presidenciales en el Perú, por su defensa de las libertades
económicas, recientemente también por sus críticas al feminismo y demás. Vargas
Llosa es un personaje que polariza: muchos lo aman, muchos lo odian. Algunos lo
reclaman como un orgullo de Arequipa, del Perú… otros se refieren a él como un
“español”, como una “casualidad histórica” que naciera en nuestro país y demás.
Por ello
mismo, me parece importante entender a la persona más allá de las opiniones y,
sobre todo, buscando objetividad de la posición política. En esa línea, El pez en el Agua brinda una verdadera
y fantástica oportunidad de entender las pasiones de MVLL. La difícil y
complicada relación con su padre, las decisiones de vida que lo marcaron, el
aislamiento de su familia por épocas, su incursión en la joven política
universitaria, sus primeros trabajos como escritor y periodista, su contacto
con la realidad de la prensa y el acoso estatal del ochenio (liderado por el
Montesinos de Odría: Esparza Zañartu o “Cayo Bermúdez” de Conversación en La Catedral)… en algunos capítulos se habla de
personas ilustres en la historia política, cultural y artística peruana vista
desde los ojos jóvenes de un Vargas Llosa universitario como Raúl Porras
Barrenechea.
Somos
testigos de primera mano de la miseria y mezquindad en que se ha convertido
gran parte de la política peruana en los últimos cuarenta años. Es interesante,
y por episodios muy lamentable y triste, cómo el populismo ha desbordado a las
ideas, cómo los partidos políticos en su esencia fueron aniquilados, cómo las
tretas sucias se apoderaron de los medios de comunicación, de las fuerzas
políticas, de escritores, de las iglesias (en plural) y demás. Lo que será muy
interesante para el lector es ver el accionar de muchos políticos entre 1987 y
1993 (fecha en la que fue escrito el libro) y su consecuencia o la falta de
ella, o el alquiler total a las fuerzas que conformaron el poder del momento.
Hay
personajes tristemente célebres que siguen vigentes hoy, con mucho poder e
influencia todavía. Hay muchas tácticas, tretas sucias, campañas de descrédito
y aniquilamiento al opositor tan vigentes en 1990 cómo lo están hoy casi
treinta años después. Lo que es también importante es que muchas cosas que
fallaron en la campaña del Frente Democrático liberal y de derecha en 1990, han
seguido vigentes en campañas sucesivas de la derecha (o las fuerzas aliadas a
ella) en los siguientes años, uno de los principales problemas es que nunca más
apareció en el Perú un “Movimiento Libertad” que reclamara las luchas liberales
y de reforma económica desde un trabajo democrático de bases, de ideales y de
ideas. Lo que vino después fue clientelismo, oportunismo y servilismo al poder
del turno… todo acompañado de corrupción.
¿Nos perdimos
a un gran presidente en Mario Vargas Llosa? No lo sé, de hecho lo dudo. El
mismo autor dice que es un negado para la política. Quizás como gobernante no
hubiera sido capaz de llamar al consenso político que se necesitaba para
ejecutar las reformas liberales. Lo cierto es que quienes llegaron después de
esa campaña tampoco fueron democráticos del todo, campeó la corrupción y se
ahondó en que se pudran muchos estamentos de la cosa pública en el país. De lo
que sí tengo certeza, es que hay muchas reformas que siguen pendientes y quizás
algunas de las cosas que se plantearon en el 90, siguen vigentes.
Los peruanos
tenemos una obligación con la historia: no seguir empeñando, cada cinco años,
el país en manos de improvisados, de intereses oscuros ni de personajes que ven
la cosa pública como una forma de hacerse ricos a costa del beneficio del pueblo.
Leer, informarnos y formarnos sobre
nuestra historia, es una obligación.
Leer El Pez en el Agua es altamente
recomendable, sin importar si se simpatiza o no con Mario Vargas Llosa, pues ayudará
a entender a la persona detrás del gran novelista y un poco más sobre una
campaña política y un contexto histórico que, para bien o para mal, marcó mucho
de la historia reciente del país en los últimos treinta años.
“Muchas cosas aprendí en el proceso
electoral, y la peor fue descubrir que la crisis peruana no solo debía medirse
en empobrecimiento… el funcionamiento de la democracia resultaba una suerte de
parodia, en la que los más cínicos y pillos llevaban siempre las de ganar.”
Mario Vargas Llosa, El Pez en el Agua (pp. 579)
¿Hasta cuándo?
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