Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
25-10-2016
Una marioneta llamada
Miguel Iglesias
En su trabajo monumental, la historiadora Carmen Mc Evoy,
entregó pocos meses atrás el libro Chile
en el Perú, la ocupación a través de sus documentos, 1881-1884, publicado
por el Fondo Editorial del Congreso. El tomo tiene 855 páginas.
Y ha tenido Mc Evoy, con rigurosidad valiente, la paciencia
de rescatar textos reveladores de pasajes absolutamente desconocidos en Perú y
en torno a lo que fue la invasión de Chile en aquellos años.
De su libro transcribimos párrafos de cartas enviadas a
diferentes personas por Domingo Santa María, presidente del país del sur
entonces y la lectura es inequívoca, provoca escozor o vergüenza de cómo se
comportaban algunos traicionando a su patria siendo serviles monigotes de
quienes estaban en tierra ajena, por la fuerza brutal de una maquinaria guerrera
planeada con mucha antelación.
Es posible que aquello corresponda al pasado. No obstante el
pretérito debe ser conocido y en su crudeza más objetiva y, hay que decirlo,
acusadora.
“4.5 Correspondencia
con Patricio Lynch
10/18/83
En una palabra, de todas partes esperábamos pronunciamientos
y soluciones inmediatas; pero como viésemos que nada acontecía de cuanto se
aguardaba, y que el tiempo pasaba y que la amarilla podría sorprendernos y
arrojarnos cabizbajos del Perú y que los neutrales europeos y americanos se
extrañaban de que no llegásemos a la paz, lo cual les daba pie para dudar de la
rectitud de nuestras intenciones, resolvimos que Aldunate saliera para Lima con
dos propósitos bien marcados y deliberados: afianzar a Iglesias, traerlo a Lima
y hacerlo Gobierno capaz de tener verdadera autoridad moral, y emprender sin
tardanza expedición sobre Arequipa, puesto que no era posible dejar patente un
foco de resistencia, que concluiría, a no derribarlo, por destruir a la larga
la misma obra que queríamos prestigiar y llevar a término.
11/23/83
…. Si Iglesias tiene elementos como organizar su gobierno en
Arequipa, y fuerza como sostenerlo, debemos darle facilidades para que obre
desembarazadamente, reservándonos la ocupación militar y asegurándonos el pago
de nuestros soldados.
Doc. 326, p. 679
Indudablemente que debemos dar homogeneidad al Gobierno de
Iglesias, a fin de que cuanto antes aparezca Presidente de todo el Perú; para
este propósito no debe tampoco descalabrarnos, ni arrastrar con nosotros
inconcientemente.
La unidad en todo el Perú del Gobierno de Iglesias dará
mayor sociedad al tratado que hemos celebrado con él. Me temo, sin embargo, que
la Asamblea se convierta en una sinagoga, en que campeen todos los males y
odiosas pasiones políticas. Por eso te he dicho que tú y Novoa no deben dejar
de la mano a Iglesias en cuanto a la designación de candidatos para la
Asamblea.
Documento completo en
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