por Herbert Mujica Rojas
8-1-2007
La justicia es un supuesto
Cada vez, a medida que avanzo Los Peruanoides de Pedro Villanueva
Urquijo*, me convenzo que es un manual valiosísimo de instrucción
cívica, docencia política y profundísimo amor por el Perú. Encuentro
en sus páginas, otros luminosos párrafos:
"¿La Justicia?....
Escucho ya las protestas de todos los que van a sentirse afectados,
cuando se lea en estas páginas que la existencia de una JUSTICIA en el
Perú, es un supuesto.
Problablemente hay jueces honorables en nuestro país, pero, su número
debe ser tan escaso, que no ha bastado para neutralizar la acción de
los malos, que son los que han llevado el desprestigio a nuestros
Tribunales.
Porque ésta es una verdad, que no se puede discutir: NADIE TIENE
CONFIANZA EN LA JUSTICIA QUE SE ADMINISTRA EN EL PERU.
Doloroso es confesarlo, pero cada vez que algún litigante se ve
obligado a concurrir a un Juzgado, va con el alma en un hilo.
No es que tema de su falta de razón; es que él tiene el convencimiento
de que si no cuenta con elementos para que se le haga Justicia, pierde
su causa por grandes que sean las razones que tenga a su favor.
El litigante siempre va en busca del amigo que recomienda su causa;
más se preocupa de encontrarlo que de acumular las pruebas que
bastarían para que cualquier Juez fallara a su favor.
Son tantos los despojos, agravios y penas sufridas por infelices
ciudadanos que no contaron con esos elementos que son indispensables
para hacerse justicia en nuestro país, que muchos prefieren abandonar
sus intereses, dejar al criterio del más fuerte la solución que quiera
imponer, que ir con la Ley en la mano, a pretender que ella sea arma
para vencer a los que pueden violarla.
Nuestras luchas de toda clase; el estado de permanente rebeldía en que
vivimos unas veces, para pasar después a un conformismo humillante;
esas matanzas inicuas que provocan los logreros de la política; la
desconfianza de los capitalistas para invertir su dinero en
explotaciones del suelo y, finalmente, el apartamiento voluntario que
se impone a nuestro indio, para no intervenir en ninguna de las
actividades de la Nación, solo tienen como causa, la falta de respeto
de los que administran Justicia.
En la conciencia de nuestro pueblo está arraigada la convicción de que
el propio bienestar, sólo se puede conservar por el ejercicio de la
fuerza o las influencias. La razón, no es un argumento; y el derecho
de cada uno, se ejerce según la cantidad de monedas de que se puede
disfrutar.
Naturalmente que, los que no podemos disponer de medios para "hacer
justicia", prescindimos de ellas. Le huimos; preferimos renunciar a lo
nuestro, ya que sería inútil defenderlo, en paz y con decencia.
Este doble proceso, el del abuso de parte del que cuenta con la
Justicia y el abandono del que no puede contar con ella, es la causa
del predominio que ejercen desde años en el Perú, los audaces y los
que tienen dinero. ¡Cuidado con que llegue un tiempo en que cada cual
quiera hacer justicia con su propia mano o a puntapiés!
Cuando se habla de "regeneración" del indio, de la necesidad de
sacarlo del aislamiento en que vive, se proponen muchos medios.
Bastaría quizás, uno solo: buenos Jueces y autoridades que no se
alquilen a los poderosos." (pp. 78-80)
*Los Peruanoides, Pedro Villanueva Urquijo, Lima-noviembre 2006.
Editor, Armando Villanueva del Campo. (Este libro fue escrito hace más
de setenta años y su vigencia sigue siendo espectacular).