Tuesday, May 14, 2024

¡En capilla!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

14-5-2024

 


¡En capilla!

https://senaldealerta.pe/en-capilla/

https://bit.ly/3UDFRkK

 

Dícese del reo a quien se ha avisado de su ejecución y que aguarda el momento.

 

Sin ser demasiado sagaz  ni analítico, se puede afirmar que la crónica de muerte anunciada, por lo menos en política, tiene nombre propio: Dina Boluarte.

 

Probablemente una fecha a considerarse sea el mes de julio cuando el Congreso vote por nueva directiva. Y se barajan como cartas fuertes los nombres de Cueto y Rospigliosi. Ante una vacancia de doña Dina, uno de aquellos podría ser el sucesor que teóricamente debiera llamar a elecciones generales.

 

La mazamorra informe, mal gusto y desorden más que caótico que es la política nacional no trasluce un recambio claro. Las agrupaciones políticas no tienen mayor vuelo nacional porque son piezas que se acomodan a como dé lugar y huérfanas de una concepción geopolítica, mucho menos cultural o de lucha nacional contra el hambre, desempleo y en pro de la salud o educación.

 

Doña Dina ha hecho de todo para evidenciar torpeza, falta de cálculo, impericia en la conducción del Estado y su origen mismo, desde una deslealtad a su fórmula presidencial, se revela la fragilidad agudizada con los meses que signan su denominada gestión.

 

De a pocos, doña Dina, en ensamble oportunista con el Congreso, obsequió a los precarios habitantes de Plaza Bolívar y sus apetitos descarados, el timón del país. El resultado es el que todos conocemos y que nos lleva a una tragedia recurrente en la historia peruana.

 

La Babel o campo de Agramante que describíamos días atrás, o sea el Perú anárquico y desencajado que anochece pesaroso y despierta a balazos y ejecuciones en todo el país, exhibe la vergonzosa muestra de cómo el caos hace sus delicias y piltrafas de cualquier vida civilizada.

 

¡Ni por casualidad, hay la esperanza de una salida democrática que represente la firme vocación anti-dictatorial de las agrupaciones que con exageración manifiesta, se hacen llamar “partidos políticos”

 

¿Tenemos partidos políticos en Perú? Prefiero llamarlos como lo que son clubes electorales, dispuestos a arrancharse hasta la última hebra de cabello con tal de llegar a algún puesto público desde donde cobrar sus compromisos sucios.

 

¿Por qué no puede la civilidad ponerse de acuerdo y formar un gran frente democrático nacional que pelee contra las mafias?

 

Padece Perú una agudísima carencia de líderes. Los conocidos vía los miedos de comunicación, tienen en su inmensa mayoría fama y hedor de corruptos, de traficantes de influencias, de componedores de fechorías, de rateros en todos los sitios públicos. Y con los años sus “obras” se desmoronan mostrando el material pobre con que fueron levantadas.

 

A izquierda y derecha, abundan los malos ejemplos. Los diestros brutos y achorados, a rajatable y con chicote y látigo en mano; a la siniestra, los farsantes “intelectuales”, consultores, tecnócratas progresistas que, apenas tuvieron la oportunidad, dieron un salto al sistema y viven succionando todos los recursos que llegan sin pagar impuestos. Dándose una vida de monarcas gordos y envilecidos.

 

Unos y otros, hoy menos que nunca, constituyen alternativa. Pero, el antipático pero, ¡son ellos los que gobiernan sobre los miedos de comunicación, se alaban entre sí, conceden entrevistas y dan cátedra y ¡nadie más!

 

No sólo que el Estado y los sucesivos gobiernos no generan fuentes de trabajo vía labor del Ejecutivo, tampoco los jóvenes atisban dónde ejercer sus proyectos de vida bien remunerados y con una situación digna para sus familias. En los últimos 36 meses, casi 500 mil hombres y mujeres jóvenes, abandonaron el país.

 

Sobre llovido, mojado.

 

El hartazgo que han producido los bufones, a la izquierda o derecha, las limitaciones propias que impone el sistema que NO requiere de críticas ni opiniones libres, es una parte lacerante del drama.

 

Otro aspecto lo constituye la falta de garantías, amén de la inseguridad porque las instituciones responsables tampoco se libran de estas plagas. No solo hablamos de los niveles estatales, en las calles los pleitos son antesala de ejecuciones, secuestros, robos a mano armada, etc.

 

Doña Dina está en capilla, sus yerros, poca sagacidad y falta de humildad, le han conducido a un precipicio que pareciera inevitable.

 

¿Convocará a elecciones desde el Congreso, cualquiera que sea el sucesor? ¿Qué pulcritud o  limpieza habrá con un, para entonces, total de entidades ad hoc, capturadas ONPE, JNE, magistratura, etc?

 

Si the man is the style, el futuro se presenta turbulento y mañoso porque las pandillas políticas ya no podrán ser responsabilizadas como tales, ahora tienen carta abierta para seguir haciendo lo único que saben acometer: saquear al país.

 

¿Y mientras tanto, qué, cuesta abajo la rodada?