La droga del poder
El exministro de Justicia Aurelio Pastor, quien firmó con García cientos de indultos, afirma ahora que él solo suscribía lo que Alan Garcíaordenaba.
Eso indica que la responsabilidad principal recae en García, pero no excluye de culpa a Pastor. Cierto es que el Presidente es el único que puede otorgar indultos y conmutaciones, pero es asimismo exacto que el ministro de Justicia tiene, de acuerdo a la Constitución, responsabilidad política por esos actos.
Hay que recordar que Pastor fue el ministro que, de acuerdo con García, concedió el indulto a José Enrique Crousillat, el empresario de televisión, bajo el pretexto de que se hallaba gravemente enfermo. Sin embargo, poco después se vio en la calle al enfermito con envidiable salud. Había recorrido "el camino de la comprensión".
La Megacomisión que investiga a García ha encontrado pistas y acciones que el líder aprista debe aclarar, y no mediante publicitarias conferencias de prensa. Por ejemplo, si el indulto a Crousillat se produjo mediante el trámite regular en la Comisión de Gracias Presidenciales, o fue fruto de un arreglo "amistoso" (y bien aceitado) con el jefe de Estado y el ministro Pastor.
Ha surgido, además, un dato que echa leña al fuego de la duda en el tema de los indultos. La Megacomisión ha recibido denuncias de que, bajo el régimen aprista, había intermediarios que cobraban por las conmutaciones. Si podían hacerlo es sin duda porque existía complicidad en las altas esferas del poder.
Las revelaciones sobre el problema de los indultos y la reducción de penas a narcotraficantes traen a lamemoria el hecho demostrado de que Alan García no hizo nada efectivo respecto a la lucha contra ese tráfico sucio, en el que juegan muchos miles de millones de dólares. Esa indolencia tiene que haber acrecentado la confianza de los narcos en que con García y Pastor era posible llegar a acuerdos bajo la mesa.
Por supuesto que la extrema derecha política y el poder mediático van a creer, o fingir creer, en la inocencia de García. Eso, al compás de su batalla por el indulto de Alberto Fujimori, con las mismas banderas de la corrupción, el crimen y la impunidad.