Señal de Alerta
por Herbert
Mujica Rojas
17-8-2015
OSITRAN: ¡burradas tan fuertes ........ yo no sé!
Pues bien, no
contento el dúo dinámico, el Gerente General, Obed Chuquihuayta Arias, y el
Gerente Legal, Jean Paul Calle Casusol, con despedir tres veces consecutivas y
sin piedad al Tesorero de la entidad, Jesús Balladares Sandoval, ahora nos
enteramos que, por documentos oficiales, dos de esos despidos (ambos por el
mismo caso), no sólo carecían de fundamento sino que los sancionadores conocían
de la carencia de responsabilidad en los hechos imputados, pues fueron
desmentidos, léase bien, con
anterioridad a los despidos, por pronunciamientos de especialistas
requeridos. ¡Burradas tan fuertes...... yo no sé!
Pretextos
A Balladares
Sandoval se le despide dos veces por no haber pagado el IGV a SUNAT en el mes
de septiembre de 2012, por determinado tipo de operaciones que efectúa el
regulador. Sin embargo, ante ello, solicitado el estudio Hernández & Cía.,
emite su opinión técnica el 27 de octubre de 2014, expresando claramente que las operaciones por las
cuales fue sancionado el ex Tesorero no se encuentran afectas al IGV, por
cuanto en ellas el regulador está cumpliendo una función pública y no una
prestación gravada con dicho impuesto.
Esto mismo señala
el avispado Contador el 31 de diciembre, cuando adhiere al informe legal e
informa que ya SUNAT* aceptó ese parecer y por tanto se deben iniciar los
trámites para el recupero de lo indebidamente pagado.
Dudas existenciales
Un nuevo
personaje aporta truculenta comicidad, es el Contador que es el mismo que en el
2013 asustó a la inexperta administración y la hizo pagar, injustificadamente,
más S/. 83 mil, porque su antecesor, supuestamente, había actuado mal. Ahora
dice que no dijo lo que dijo. ¿Habrá sanción? No lo creemos. Es del grupo.
Inminente reposición
Es claro entonces
que con estos argumentos no hay forma que SERVIR niegue la razón a Balladares y
lo tengamos pronto de regreso en su cargo de Tesorero de OSITRAN. Más aún, si
tomamos en cuenta que a consecuencia del primer despido, la entidad planteó una
denuncia penal contra el trabajador, la misma que acaba de ser mandada al tacho
por la fiscalía.
Calle Casusol reincidente
En mayo de este
año, cuando ya largamente se conocían los documentos del estudio Hernández y la
auto-rectificación del Contador, el Gerente Legal emite un informe por el que
recomienda que el expediente pase a Procuraduría, para que inicie las acciones legales
correspondientes, ya que el accionar de Balladares "tuvo como efecto un
perjuicio a la Entidad", cuando es sabido que SUNAT, al efectuar
devoluciones, como la que debe ocurrir, lo hace reconociendo los intereses
legales correspondientes, desde el abono indebido hasta la fecha de devolución.
Es decir, además
¡perjuicio, ninguno! ¡No dan pie con bola!
¿Todo esto es
simple mala fe o en verdad esta gente no entiende nada?
Preocupa actitud sancionadora
Sin embargo, lo
comentado, que podría quedar en la anécdota ridícula o resolverse al interior
de la institución, entre sus mandantes y el Tesorero, llama a preocupación,
pues configuraría una actitud punitiva de parte de la actual administración del
OSITRAN.
Esto sería así,
ya que a lo ocurrido, por actitud equivocada de los funcionarios a cargo del
regulador, se suman las recientes y desafortunadas declaraciones de su
Presidente, Silvia Patricia Benavente Donayre, cuando hizo alarde de las
numerosas y cuantiosas multas aplicadas a los regulados, como si ésa fuera la
forma de incentivar las inversiones.
¡Descubriendo la pólvora!
En la breve
entrevista del 11 pasado, al término del programa de Jaime de Althaus en Canal
N, la señorita Benavente expresó que la causa de los retrasos en las obras, de las
distintas concesiones, era el incumplimiento del Estado al no efectuar la
entrega saneada de los terrenos sobre los cuales se trabajarían las
concesiones. Hasta se atrevió a dar consejos a Proinversión, que debía crear un
área ad hoc de expropiaciones y a los ministerios involucrados, para que
hicieran lo mismo y actuaran como efecto espejo. Dice que viene dando esta
brillante recomendación desde los primeros meses del 2013.
Lo que no dijo Benavente
es que muy probablemente esta idea se le ocurrió luego de lo que pasó con la
concesión de la Autopista del Sol, en que la empresa supervisora no tenía obra
que supervisar pues, efectivamente, los terrenos para éstas no habían sido
entregados al concesionario. Sin embargo, a pesar de los documentos cursados
por el supervisor al regulador, éste no paraliza su labor hasta mucho después.
Entonces, se acumulan meses de máquinas y gente del supervisor en la obra paralizada,
y ahora OSITRAN enfrenta una contingencia arbitral de más de US $ 7 millones de
dólares, por incumplimiento en el pago al supervisor.
Otro pequeño
descuido de OSITRAN.
*Informe Sunat
adjunto
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