Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
5-5-2024
Sodálites echaron la culpa a Germán Doig
https://senaldealerta.pe/sodalites-echaron-la-culpa-a-german-doig/#google_vignette
El
oportunismo de la secta Sodalicio de Vida Cristiana no es un tema reciente. El
11-2-2011 en el artículo Sodalicio:
¿cuántos US$ millones ha costado el silencio?
http://www.voltairenet.org/article168448.html pergeñé aserciones cuya vigencia
permanece imbatible.
Como el
Papa Francisco desalojó al cura sodálite Eguren de Piura y pareciera insinuarse
el camino irreversible de la disolución de estos lavadores de cerebros, es
interesante volver a publicar el texto de hace largos años, cuya solidez
permanece incólume.
“Don Germán
Doig Klinge que ya no puede defenderse porque falleció el 2001, es ahora el
malo de la película, el pararrayos que el Sodalicio de Vida Cristiana ha
escogido como recipendiario de todas sus invectivas y lamentaciones cuanto que
oscuras construcciones hacia la Virgen María y a Dios.
¡Qué fácil!
Cabe la pregunta obligatoria: ¿tantos años tardaron los de la secta en darse
cuenta cuan malo era y de qué perversiones era dueño aquél y qué abusos con
alumnos cometía?, ¿no pretendían beatificarlo, con campañas millonarias y era el
que gozaba de la bendición fraterna de su mentor, Luis Fernando Figari? ¡Bah, a
otro perro con ese hueso!
Nótese que
sólo Diario16 y la revista Caretas dieron cuenta de cómo la secta Sodalicio de
Vida Cristiana anunció las malas acciones de Doig Klinge. ¿Y qué hay del resto
de miedos de comunicación?
¿Cuánto
costó el dolarizado silencio de redacciones enteras, “formadores” de opinión,
“líderes”, “internacionalistas”, “estrategas”, canales y radioemisoras?, ¿les
comió a todos ellos el ratón la lengua, el micrófono y las computadoras?
Nadie, por
bobo que fuese, acataría la “explicación” que enmudecieron por “falta de
pruebas”. La confesión de parte ha sido de la propia secta y Len fue el vocero.
¿Quién sabe
el nombre de los implicadas víctimas de Doig Klinge? Evidentemente los
sodálites conocen del asunto y también la parentela de aquellos. ¿Cuál fue el
trato de omertá (silencio mafioso)? Ensayemos algunas respuestas.
El
Sodalicio avitualló generosamente la omertá para no revelar los nombres de quiénes
fueron abusados o violados. No sólo eso, si el caso llegó al Poder Judicial,
¿qué jueces han callado o traspapelado los expedientes y a cambio de qué?
No hay
bulas y nadie cree en ellas en los tiempos de hoy en que todo se arregla con
dólares o euros contantes y sonantes. Es decir la larga cola de ilícitos
penales involucra también a magistrados que percibieron gratificaciones por su
discreción asalariada. No obstante, hay otra arista en la negociación.
En
diciembre del 2010 se tomó conocimiento que el fundador de la secta Luis
Fernando Figari, se retiraba por supuestas razones de “salud”. Más bien todo
parece indicar que requería urgentemente de hacerse a un costado para evitar
los salpicones fétidos de un escándalo que recién comienza a hacerse
constatación horripilante en padres de familia con hijos en colegios sodálites en
Perú, Ecuador, Chile y Brasil.
La maniquea
situación no podía haber sido más vulgar: Figari intocable; Doig, perverso y
sucio. La catarata dolarizada así lo dispuso. El control de daños fue
medianamente eficaz.
Versiones
que llegan desde diversas partes del mundo condenan lo acontecido y hay
legítima ansiedad por saber hasta dónde está el cáncer extendido y cuan
saludables resultan ahora las instituciones educativas, financieras, religiosas
que se agrupan bajo el comando fanático del Sodalicio.
¿Por causa
de qué el Estado, la Iglesia Católica, la Iglesia Evangélica, el Congreso, los
partidos políticos, la sociedad entera, guarda controvertido silencio frente a
una autoacusación de la secta Sodálite que a sotto voce confirma que aborta la
campaña de beatificación de Germán Doig Klinge porque este señor había sido
fautor de hechos inconfesables?
La danza de
moneda comprante de conciencias ha sido un festival indigno que con descaro ha
mostrado al Perú la baja estofa moral con que actúa la secta Sodalicio: ¡a como
dé lugar han empleado métodos para sufragar una neumática silenciosa de
complicidad!
¿Ha leído
alguien alguna respuesta a las interrogantes que a diario aparecen en Internet
único lugar que no pueden comprar los sodálites?
País
atosigado de problemas de definición desde la cuna hasta la tumba, Perú se hace
de la vista gorda cuando se trata de una secta que acuna sus raíces en la
Iglesia Católica. El cardenal Juan Luis Cipriani, de la otra secta, Opus Dei,
prima hermana del Sodalicio, tan dicharrachero él para cualquier tontería, esta
vez se refugia en una discreción beatífica y ¿muy cómplice? ¿O no? ¿será que
conoce el dicho que reza que cuando llueve, todos se mojan?”.
Con mucha
mayor anticipación e invariable objetividad se publicaron artículos similares
condenando, ayer como hoy, a la secta lavacerebros Sodalicio de Vida Cristiana.
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