Informe
Señal de Alerta-Herbert
Mujica Rojas
21-9-2025
¡El atroz gusto por el silencio de los peruanos!
https://senaldealerta.pe/el-atroz-gusto-por-el-silencio-de-los-peruanos/
Generación tras generación, no es posible precisar una
fecha, el gusto y predilección de una inmensa cantidad de peruanos por el
cómodo silencio, es una vergonzosa tara.
Atentos a la savia perversa del refrán: si del mundo quieres
gozar: ver, oír y callar; millones educados en la cultura de la mudez
proditora, dejan pasar horrendos crímenes contra la democracia.
La democracia no es solo lo que llaman Estado de derecho
sino también respetar y ser respetado, amado y constituir una esperanza de vida
y bienestar con libertad para los nuevos peruanos cuyos referentes son rateros,
estafadores, demagogos, enfermos mentales, en suma delincuentes genéticos y
frenéticos egoístas.
Pretender en un artículo efímero y modesto describir el
porqué los peruanos “amamos” el silencio, constituiría un esfuerzo mayúsculo y
muy superior a las escasísimas capacidades de quien es sólo un aficionado a la
redacción.
Al mismo tiempo es una opción muy rara e infrecuente.
Nosotros los peruanos no sabemos como somos, fanáticos hasta las lágrimas si de
corear el gol del triunfo se trata y, a la vez, guardar silencios inexplicables
cuando los diferentes gobiernos regalan a precio vil nuestros recursos no
renovables y toda clase de patrimonio.
Hemos incubado, desde la más tierna infancia, una vocación
por el silencio cómodo o el desentendimiento de cuanto nos rodea. ¡Ni siquiera
lo admitimos!
Sí es posible arriesgar algunas consideraciones que podrían
resultar interesantes. ¿Siente lo mismo un peruano de Tumbes de calores
ecuatoriales que el altiplánico de fríos recios y alturas no aptas para quienes
sufren del corazón?
¿Qué los une a ambos? ¿Una bandera, un himno, una geografía?
¿Una historia común? Me atrevo a decir que Perú son muchas historias a la vez,
no pocas con sabor a lágrima y opresión y con distintivas cuotas locales.
Mosaico múltiple, la ciudadanía peruana no ha roto en 204
años el pacto infame y tácito de hablar a media voz. Apenas si protagoniza un
sainete o remedo en formación lenta hasta farragosa.
Hay una historia no contada sino a retazos y se trata de la
corrupción que es más vieja que la república y que está en el ADN social del
Perú. Uno de los primeros timos y farsas la montaron los ibéricos y con Pizarro
a la cabeza, dieron cuenta de Atahualpa en Cajamarca. Sería una de las
germinales estafas de las cientos de miles que se repetirían hasta nuestros
días, 500 años después.
No sólo vivimos atacados desde siempre por la corrupción.
¡Nuestro modus vivendi entiende a la corrupción como parte común y corriente de
nuestras vidas!
Un traidorzuelo de baja y ridícula estatura, con sus botas a
la federica, musitó que Perú era un país de confundidas gentes. Alguna razón
tuvo, las principales calles y avenidas de todos los distritos, provincias y
regiones, llevan su nombre, el del regalador de Lima a las huestes invasoras en
la guerra que nos planteó Chile y los días de la tragedia fueron 13 y 15 de
enero de 1881.
Enano perinola Piérola fue el caramelo que obsequiaron los
poderosos del Perú para entretenimiento e ilusión de las masas y los
historiadores, cómodos ellos, declinaron un descarnado análisis de tal
personaje traidor.
Y no es raro que felones lograran que la “historia”
registrara sus “hazañas” y sus apellidos apisonaran no pocas fortunas, millones
de sospechosa procedencia y el saqueo más descarado y añejo del Estado peruano
a través de casi todos los gobiernos a la fecha.
Pero los peruanos inoculados por una televisión deformadora
y medios impresos y radiales mediocres, no cesan de cultivar la estúpidocracia,
“virtud” en que todos fingimos no entender nada con tal que nos dejen “vivir
tranquilos” y que sean otros quienes paguen los platos rotos. Gobierno que
llega, régimen que culpa durante sus primeros cuatro años –del total de cinco-,
a la administración precedente. Y ya han transcurrido 204 años casi de este
deporte tan canceroso.
¿Y nuestros críticos y analistas? Gozan mostrando sus
múltiples diplomas, certificados de asistencia a fórums, simposios, talleres,
aunque repitan de canal en canal, radioemisora en radioemisora, diario tras
diario, las mismas y vulgares cantatas que no cambian desde hace 35 años.
¡Estos son los conservadores que Perú NO necesita!
El soneto palurdo proclama que a más diplomas y
distinciones, mejor eficacia en las cosas públicas. La pregunta asoma de
inmediato: ¿no han sido dilectos doctores, filósofos, galenos y estudiosos
quienes han asaltado el presupuesto de la Nación y jamás han pagado por la
felonía de sus robos?
El cóctel es explosivo e indigesto. Hemos tenido asaltantes
profesionales como titulares de portafolios; monreros y extorsionadores a cargo
de bancos públicos y privados; presidentes rateros y hasta uno de esos se
suicidó para no ir con sus huesos a la cárcel y otro renunció por fax a miles
de kilómetros del país. La vitrina es más bien vergonzosa y cada quien cuidando
por sus linajes y manadas reducidas. ¡Estos de confundidos, NO tenían nada,
llegaron a robar y punto!
Díscolos, inecuánimes, los peruanos transitamos de la
tristeza al éxtasis, del rubor al descaro más desvergonzado. Del júbilo al
fondo abisal y la forma pendular nos signa desde la iniciación de la república
y es una manera inevitable de historiar nuestros pasos.
Por alguna razón misteriosa los peruanos vivimos el
presente, el pasado es para cuitas y recuerdos, el futuro no preocupa.
Atolondrados y majaderos, transitamos en la falsa expectativa que las cosas
caigan del cielo.
No comments:
Post a Comment