Monday, September 22, 2025

Don Manuel y la cuestión religiosa*

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

22-9-2025

 


Don Manuel y la cuestión religiosa
*

https://senaldealerta.pe/don-manuel-y-la-cuestion-religiosa/

https://tinyurl.com/7edcb2tb

 

En La cuestión religiosa don Manuel González Prada escribió párrafos agudos e ingeniosos. Leamos.

 

“Cuando se habla de lanzar un libro contra los dogmas católicos o de fundar un periódico de combate, muchos hombres con ínfulas de graves pensadores o de avisados políticos, no censurarán del todo la campaña religiosa, pero niegan diplomáticamente la conveniencia y oportunidad de iniciarla.

 

Como Bertoldo no encontraba ningún árbol que pudiera servirle de horca, así los avisados políticos y los graves pensadores no hallan ocasión favorable para combatir la sacrosanta religión de sus abuelas.

 

Respetar las convicciones ajenas. Los católicos ¿dan el ejemplo? Leamos a los apologistas o defensores de la Iglesia, y veremos que los más tolerantes y moderados comienzan por infamar a los dioses de todos los olimpos y concluyen por arrastrar en el lodo a los creyentes de todas las religiones.

 

El católico de buena raza, sube al cielo para degollar a las divinidades, desciende a la Tierra para estrangular a los infieles, y en seguida forma de todos los cadáveres, divinos y humanos, una inmensa montaña para instalar en la cumbre al hijo de un palomo y de una mujer.

 

La ortodoxia romana condena al oprobio las civilizaciones anteriores al Cristianismo y considera a la mayoría de la Humanidad viviente como una manada de lobos entretenidos en procrear y devorarse.

 

Si en el otro mundo no salen muy bien librados los hombres que mueren sin haber recibido el agua del bautismo, en esta vida no hacen un papel muy honroso los judíos, los budistas, los musulmanes ni los mismos protestantes: fuera de la Iglesia Católica no hay salvación; tampoco hay ciencia, virtudes ni honorabilidad.

 

El hombre no tiene derecho de exigir a los demás hombres sino lo que él mismo se halla dispuesto a concederles en igualdad de circunstancias: entonces ¿con qué derecho piden el respeto a sus convicciones los individuos que no saben respetar la conciencia ni la honra de sus prójimos?

 

No escandalizar a los simples y sencillos. El católico ¿no escandaliza, también a los demás hombres (entre los que seguramente no faltan simples ni sencillos) cuando se burla de todas las creencias y de todos los creyentes? O el escándalo de un musulmán al oír escarnecer a Mahoma ¿vale menos consideraciones que el de un papista al ver combatir la divinidad de Jesucristo?

 

 Dejando el terreno de las religiones positivas; o más bien, saliendo del campo donde católicos y no católicos se escandalizan mutuamente, debemos preguntar: ¿no se produce escándalo entre los librepensadores al hablarles de una divinidad trina, de una Virgen-madre, de un hombre-Dios, de un Papa infalible o de unos libros dictados por el Espíritu Santo?

 

Desde que el apogeo de la Iglesia coincide con el mayor abatimiento y la mayor ignorancia de la Humanidad, debemos llamar al Catolicismo el supremo escándalo de la Historia, no sólo en el presente siglo sino en el porvenir. Si nosotros nos escandalizamos hoy de nuestros antepasados al constatar sus groseras supersticiones, nuestros descendientes se escandalizarán mañana de nosotros al ver la enorme desproporción de nuestro desarrollo mental, porque mientras en el orden científico hemos llegado a fijar el verdadero método, en materias religiosas seguimos admitiendo los errores y supersticiones de un cafre.

 

Quitar a los desgraciados el consuelo de la fe. Podemos igualar el Catolicismo con la tintura de árnica; la Ciencia, con los poderosos desinfectantes modernos. Si admitimos que a un fanático se le deje la fe, por servirle de consuelo, aceptemos también que a un pobre diablo se le permita su tintura de árnica en lugar de ácido fénico y el sublimado.

 

¿Por qué no dejamos al hombre del pueblo con su doctora y su curandero? El médico le asusta, el curandero y la doctora le consuelan. Si no hay consuelo más seguro que la religión ni consoladores más eficaces que los sacerdotes ¿por qué en todas nuestras enfermedades no recurrimos al mónago ni encerramos la terapéutica en una serie de manipulaciones y mojigangas litúrgicas?

 

En vez de otorgar a los desgraciados el consuelo de la fe ¿no valdría más proporcionarles los medios de conseguir la felicidad terrestre, sin perjuicio de obtener la dicha celestial? A los desheredados del mundo, la fe les sirve de espejismo; como si dijéramos de engañifa, para soltar el bocado y entretenerse en perseguir la sombra. Supongamos que nos ponemos a marchar por delante de un asno hambriento, dándole a oler un manojo de hierba, pero no dejándole atrapar un solo bocado.

 

Ningún católico negará que practicamos una buena acción -que procedemos conforme al espíritu de caridad evangélica- pues si no damos al burro el placer de engullirse una sola rama, le proporcionamos el consuelo de olerlas todas. Lo que un bufón de mal gusto haría con el borrico, lo hace la fe con los desgraciados.

 

Con el Catolicismo no se avienen los términos medios: si no se le acepta en globo, se le rechaza en bloque.

………………………..

*Publicado en La Idea Libre, de Lima, el 6 de abril de 1901. Manuel González Prada ¡Los jóvenes a la obra!, p. 471,Textos Esenciales, David Sobrevilla, Biblioteca de Congreso, 2009. http://www.voltairenet.org/article198127.html?var_mode=recalcul

 

No comments: