por Herbert Mujica Rojas
2-4-2008
Avendaño, Osterling, Santistevan: Las Celestinas
Jornal de Arequipa, febrero 2006
Los cómplices del affaire de los 20 millones que el dueño de
Frecuencia Latina facturó al Estado peruano por el despojo temporal de
este canal de TV fueron los árbitros nombrados por el Estado los
mismos que, también, cobraron la suya. Estos tres honorables
caballeros responden a los nombres de Felipe Osterling Parodi, Jorge
Avendaño Valdez y Jorge Santistevan de Noriega y fueron los que
determinaron que el avariento judío cobrara esa astronómica cantidad.
Los tres socios del arbitraje, se presume imparciales, pertenecen a
una élite de abogados unidos por el cordón umbilical de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, defensores legales de grandes empresas
que contratan sus servicios para enfrentar los conflictos que tienen
sus patrocinados con los trabajadores o con el Estado. Pero esta vez,
estos tres juristas venerables fueron muy lejos y privilegiaron el
pago de los servicios prestados a la lucha "por la libertad" como la
entienden los empresarios y abogados como ellos. Conocidos como los
"Winsconsin Boys". La troika Osterling-Avendaño-Santistevan no vaciló
un minuto en otorgarle al colchonero, no estamos seguros si imparcial
y gratuitamente, una suma negada a otros ciudadanos que si lucharon
contra la dictadura y que si lo perdieron todo, hasta la vida. Sin
embargo este "luchador" de la hora 25, que libraba sus batallas "por
la democracia" desde Tel Aviv, Varsovia, Miami, o Boca Ratón.
Estos señores, uno de ellos ex "Defensor del Pueblo", no titubearon en
fallar en favor del millonario pago para este sui géneris mártir de la
libertad de expresión, que aplaudió el golpe de abril el 92, pero que,
en extrañas circunstancias, casi como un exabrupto, cambió de giro
para denunciar algunos "excesos", como solían decir, de la dictadura
que respaldó hasta fines de 1996, contando con alfiles tan eficientes
como Luis Iberico, el periodista que se fue de corresponsal de guerra
para cubrir las glorias del Ejército de Hermoza Ríos en la Tiwinza que
nunca fue tomada, pero que sí regalada.
Tan importantes son estos tres señores, los del arbitraje, que nadie
los nombra, nadie los toca. Una campaña envolvente ha hecho que la
candidata Flores salga a justificar el pago como algo normal. El
candidato García, marcando la diferencia, ha dicho lo mismo y el
antisistémico comandante nacionalista se calló, recordando, tal vez,
los pagos que recibió su padre por defender a la Cerro de Pasco Co. El
diario más importante y los canales de TV hicieron, también, causa
común con el hijo de Sión.
Ni ccoras
Nadie podría asegurar que el Mossad le advirtió, a tiempo, del futuro
que le esperaba con Fujimori y decidió el viraje. Desde entonces se
tuvo un "broadcaster" en las luchas populares, solo que, al disolverse
el matrimonio con el chino, en el reparto de bienes, Montesinos le
peleó el canal 2, que entregó a los socios menores de la empresa. Esa
fue su lucha por... la libertad y por la que pasó factura.
La lucha contra la dictadura fujimontesinista del patrón de Cecilia
Valenzuela se sintetiza en la interrupción de sus vacaciones en
Varsovia y en el mal momento que le hicieron pasar en el aeropuerto de
la capital polaca. Esas molestias fueron calculadas en 40 millones (31
para otros) de los cuales el Estado, por determinación del arbitraje
de los doctores nombrados, le pagaron "solo" 20 millones que se los
metió al bolsillo, porque fue él, personalmente y no su canal de
televisión el que libró la gran batalla por la libertad, mientras que
a la gente que marchó en los 4 suyos, a los deudos de La Cantuta y
Barrios Altos y el Banco de la Nación no les dieron, como decimos por
acá: Ni ccoras (hierba mala).
La conducta de los medios no es menos cómplice que la de los árbitros
del Tribunal. Hecha la denuncia por el periodista César Hildebrandt
todos salieron a defender a Ivcher, unos más incondicionalmente que
otros. Rosa Palacios desde su torre de marfil entrevistó, no a
Hildebrandt, sino a Cecilia Valenzuela, aludida periféricamente por
Hildebrandt, que inteligentemente aprovechó la oportunidad para
abominar de su competidor, orientando los titulares del día siguiente:
"Cecilia desmiente a Hildebrandt".
Lugares y apellidos comunes
Wisconsin Boys (*)
En 1917, el Padre Jorge Dintilhac SSCC fundó la Universidad Católica
con las Facultades de Letras y Jurisprudencia. En 1963, el RP Felipe
Mac Gregor SJ asumió el rectorado de una universidad inmersa en una
realidad en constante transformación. Para ello se contó con el
valioso apoyo de la Fundación Ford. Fue en la Facultad de Derecho
donde se implementó una reforma de gran trascendencia. Al respecto, en
1964 el Dr. Jorge Avendaño (Valdez) como decano de Derecho observó con
mucha intuición la necesidad de renovar el sistema de enseñanza "...
En 1966, se constituyó la Comisión designada para realizar la visita a
las universidades norteamericanas. Estuvo conformada por los doctores
Jorge Avendaño y Felipe Osterling Parodi. Las opciones eran múltiples
y finalmente en 1967, gracias al apoyo de la International Legal
Center, se tomó contacto con la Universidad de Wisconsin con la que al
año siguiente se firmó un convenio. Los primeros en incorporarse al
programa fueron: Francisco Oliart, Luis Pássara y Lorenzo Zolezzi.
Desde entonces viajaron tres profesores por año: en el segundo grupo
viajaron Domingo García Belaunde y Baldo Kresalja. En el tercero:
Jorge Santistevan de Noriega, Miguel de Althaus y Mario Roggero y en
el último, en 1971: Eduardo Ferrero Costa y Javier de Belaunde. Ellos
permanecieron aproximadamente nueve meses en Wisconsin, pero también
viajaron otros profesores a capacitarse por períodos de hasta sesenta
días, encontrándose entre ellos a Fernando de Trazegnies, Felipe
Osterling y Juan Armando Lengua Balbi.
(*) Publicado en Boletín Informe, Lima: PUCP, 14 de abril del 2003
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