Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
29-9-2023
¿Qué va a decir Dina Boluarte?
https://senaldealerta.pe/que-va-a-decir-dina-boluarte/
La presidente Boluarte acudió a la Fiscalía y guardó
silencio. Es obvio que carece de cualquier tipo de explicaciones respecto de la
violencia desaforada y que a partir del 7-12-2022, ha costado algo más de 60
fallecidos a balazos.
La ignorancia de la ley, no exime de su cumplimiento.
Asesinar, ultimar, matar a civiles inermes, protestantes políticos o viandantes
que estaban en la zona, es un crimen sin atenuantes.
Parece irrefutable llegar a la conclusión que los militares
y policías, o los halcones en los altos mandos, aconsejaron el uso de “medidas
ejemplarizadoras”, “mano dura” y apelaron al “principio de autoridad” que en
ningún caso, fleta el abuso, el asesinato y, mucho menos, la impunidad.
Lastre pesado el que carga el gobierno de la señora
Boluarte. Sin estar en guerra civil o cualquier cosa parecida, los desmanes
sangrientos en que incurrieron los militares y la policía en zonas del interior
del país, enlutaron al país.
¿Ignora la mandataria Boluarte quiénes fueron los fautores
del despliegue represor? Esa tesis es insólita e inaceptable. La ecuación es
perfecta, sin el respaldo de aquellos, su gobierno se cae como un castillo de
naipes.
Y puede negarlo en mil maneras. Lo cierto es que sin ese
apoyo, no dura.
Cuando, semanas atrás, se produjo la absurdamente llamada
“toma de Lima”, los incidentes de violencia fueron, algunos, serios, pero sin
bajas humanas. Los salvajes se dieron cuenta que era innecesario transitar por
las rutas de la barbarie.
Si lo antecitado ocurrió sin caídos ¿por qué actuaron con
bestialidad, odio, rencor y matando gente antes? Quiere decir que incurrieron,
adrede, en la comisión de crímenes. ¿Eran extranjeros invasores o peruanos
simplemente?
¿Fierro a fondo? Homo homini lupus (el hombre es el lobo, del
hombre).
La presidente Boluarte puede callar con evasión discutible
lo que sabe. No obstante el hecho macizo que ella representa al régimen, no lo
pone en duda nadie.
El vergonzoso papel del Congreso no puede ser más cómplice
en su ambición de copar todas las instancias públicas. La crónica acerca de
este Parlamento se reduce a una palabra: ¡miseria!
Gobierno y Congreso tienen como premisa fundamental quedarse
hasta el 2026. Y en el camino retornar al Senado (“cámara reflexiva” cuyos
integrantes cobrarían muy bien) y a la reelección inmediata, para persistir en
el simple ejercicio de vivir de la cansada ubre del Estado.
Lo que se denomina oposición muestra decenas de grupos
inconexos, propósitos dispares y nulo conjunto de figuras que permitan cohesionar
un frente político para disputar las riendas del país hoy en manos de
palafreneros de intereses foráneos y nula querencia por el Perú y su gente.
Los clubes electorales exhiben impúdicamente sus taras,
verguenzas, mediocridades, vicios y orfandades.
A partir de 1944, toma forma y cuerpo el Frente Democrático
Nacional, que tenía de columna vertebral al Partido Aprista-Partido del Pueblo,
que vivía en la clandestinidad desde 1934 tras los gobiernos de Benavides y
Manuel Prado.
El extraño candidato que presentó el FDN en 1945, José Luis
Bustamante y Rivero, dobló en votos los conseguidos por su oponente, Eloy
Ureta. Comenzaba un trienio que aún no ha recibido los estudios exhaustivos que
merece. Se lo llamó vacación democrática.
Pero el afán político de desalojar a la oligarquía del
poder, se consumó imperfectamente en 1945. Hubo unidad, afán ecuménico de
arreglar las cosas, un pueblo movilizado masivamente en las calles, garantía
fundamental para el triunfo de los objetivos.
El 27 de octubre de 1948, el señor Manuel Odría acabó con
todo, derrocó a Bustamante y Rivero, y la represión soltó a sus fieras a troche
y moche.
En los tiempos presentes asistimos a una degradación
política de niveles catastróficos. Cualquier espantajo vive del Congreso, aventureros
copan los grandes cargos de las principales empresas públicas. Y los
privatistas vendepatria reaparecen epidémicamente. ¿No vimos a un individuo que
pretende el remate de Petroperú?
¿Qué falta?: ¡unidad! No sólo en la aspiración de licenciar
a un gobierno ineficaz y violento, sino en un proyecto para los próximos 50-100
años.
Doña Dina no quiere hablar y de repente allí la debilidad de
su posición frágil. Pero está claro que aún no ha terminado este asunto. Recién
comienza.
No comments:
Post a Comment