¡Violencia y
enfermedades mentales que no son combatidas con políticas de Estado!
por Isabel Peña Rodríguez; isabelpenarodriguez@yahoo.com
20-6-2019
No existe en ningún país del mundo en el que no exista
violencia, se da en calles, hogares, colegios, universidades, etc.
Las personas pierden la vida por la violencia en todas sus
formas. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), la violencia
es una de las principales causas de muerte en la población, la violencia es un
componente ineludible de la condición humana.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, declara a la
violencia como un importante problema de la salud pública que debe de estar en
la agenda de todo Estado y la define como “el uso deliberado de la fuerza
física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo,
otra persona o a un grupo o comunidad, en la que causa la muerte, lesiones
daños psicológicos, trastornos del desarrollo”.
Otro concepto, según Webster, Douglas, de la violencia, es: “el
comportamiento que puede causar daño a los demás, generar miedo a otras
personas.”
La OMS establece que hay factores que implican a la violencia
en un ser humano y quedan divididos en cuatro niveles:
1.- Nivel primero, factores biológicos; tiene que ver con
las características personales, sociodemográficas, trastornos mentales de la
personalidad, consumo de tóxicos y antecedentes del comportamientos agresivos o
haber sufrido maltratos.
2.- Nivel segundo, tiene que ver con las relaciones más
cercanas, familia, amigos(as) pareja, compañeros.
3.- Nivel tres, se exploran los contextos comunitarios en
las que se desarrollan las relaciones sociales; se da en contextos
comunitarios, en los que se desarrollan las relaciones sociales de los
individuos, como las escuelas, instituciones, lugares de trabajo. Los factores
sociales juegan un papel modulador en el desarrollo del ser humano y en la facilitación
o inhibición de las manifestaciones violentas.
4.- Nivel cuatro, de carácter general que son relativos a la
estructura de la sociedad y contribuyen a crear un clima en el que se alienta o
inhibe la violencia.
Comportamiento
violento y trastornos mentales
La violencia ha sido atribuida a las personas con enfermedad
mental, pero también ha causado mucha controversia. Estudios realizados,
aceptan que las personas con esquizofrenia, tienen mayor probabilidad de ser
violentos, el consumo de tóxicos es el responsable del incremento de la
conducta violenta. Las personas con trastornos de la personalidad, depresivos, bipolares,
son más vulnerables a comportamientos violentos.
Entre los factores clínicos, el consumo de drogas como
diagnóstico primario o secundario a otros trastornos mentales, de la
personalidad, psicótico y afectivos son los más prevalecientes entre la
población. La desesperanza, cambios en el estado emocional se correlacionan
directamente con el comportamiento suicida, por ejemplo, violencia a sí mismo.
A destacar que tanto el trastorno antisocial de la personalidad como el límite,
muy prevalecientes en los entornos penitenciarios son los que se relacionan con
el comportamiento suicida.
¿Qué hacer por la salud mental en las cárceles como política
de Estado?
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