Thursday, January 17, 2008

Adquisiciones chilenas en el ámbito de la defensa

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
17-1-2008

En las siguientes líneas, encontrará el lector agudos juicios sobre el
armamento en que ha invertido sumas multimillonarias el Estado
chileno. Las interpretaciones sobre el propósito de estas dinámicas
son, en palabras del analista Gustavo Ywanaga, múltiples, ninguna de
las cuales pasa por avenidas amistosas o de generosa "cooperación".
Por el contrario, la ridícula inconsistencia de este término aplicado
a la seguridad, desnuda su estupidez y revela cómo es que en Perú se
juega con la defensa cuando se pone a débiles mentales a elucubrar
onanismos y fantasías. De ese modo ¡no se construyen los Estados! Pero
sí se fabrican naciones víctimas y se abre la puerta de par en par.
Leamos cuanto dice el escritor y no dejemos de subrayar su admonición
sobre agua y energía que requiere, para la continuación lógica de su
actual esquema de desarrollo, el vecino del sur. Y el dicho dice:
guerra avisada, no mata gente. (Herbert Mujica Rojas)

Adquisiciones chilenas en el ámbito de la defensa
por M.Sc. Gustavo Ywanaga Reh
Revista Pro-intellectum
gywanaga@pro-intellectum.org
17-1-2008

En la última década, Chile ha adquirido equipos militares por varios
miles de millones de dólares. Pero no solo se trata de compras sino
también de la adquisición de diversas licencias para manufacturar
diversos suministros militares entre ellos componentes de granadas de
mortero, blindados, armas ligeras, etc. Por otro lado, el evidente
incremento en calidad y número de los equipos adquiridos es
sorprendente, para un país en desarrollo y sin "amenazas
significativas" a su soberanía: submarinos, fragatas, tanques,
cargueros, vehículos ligeros, cazabombarderos, satélites, etc. Este
salto tecnológico, de características cualitativas y cuantitativas,
hecha por tierra cualquier esfuerzo de equilibrio entre sus tres
vecinos, puesto que no solo se trata de medios físicos sino de todo el
entrenamiento y estudio que implica la "modernización".

La máxima expresión de un conflicto potencial en el siglo XX entre
Chile con cualquiera de sus vecinos se produjo en la turbulenta década
de los ´70. Momento, en los que tanto Perú como Argentina, tenían
todos los medios necesarios para un ataque, coordinado o no, contra su
vecino, en el que de haberse producido, la situación no hubiese sido
favorable al país austral. Han trascurrido tres décadas de aquellos
tensos tiempos y hoy en día ni Perú ni Argentina tienen sus fuerzas
armadas en condiciones de soportar una agresión de este Estado.

Para cualquiera de las partes las razones para un conflicto armado van
desde las demandas territoriales hasta el romanticismo revanchista o
reivindicativo, pero por sobre todo las necesidades geoestratégicas de
recursos, desde yacimientos mineros, gasíferos o petroleros hasta los
"mercados" económicos.

La supervivencia de los Estados nunca fue ni será cooperativa, siempre
es un Estado el que sale "ganancioso" a costas del otro. Los intereses
nacionales difícilmente se dan si uno no saca ventaja de otro, a tal
efecto es que no existe un solo Estado grande que proteja a uno chico
sin nada a cambio. Más que principios de cooperativismo lo que se dan
son relaciones comerciales que tienen un espectro que va desde la
depredación y parasitismo hasta los negocios de mutuo beneficio. Esto
último se podría confundir con cooperativismo pero no olvidemos que
hablamos de relaciones comerciales entre Estados y no de amistades
milagrosas. Sin embargo solo se puede llegar a una situación de
"ganar-ganar" cuando los poderes nacionales de ambos Estados son
equivalentes, en situaciones de asimetría la cosa se da entre
depredación, parasitismo y comensalismo, biológicamente hablando.

Volviendo al tema chileno, este Estado ha ido creciendo
"ininterrumpidamente" por aquellas cosas del destino, que evitaron un
desgraciado aunque quizás necesario conflicto con el país del norte.
El apoyo dado por los EE.UU a Pinochet permitió establecer un gobierno
represivo, que eliminó toda forma de oposición o descontento en la
población. El PBI de Chile creció sin embargo las desigualdades
también y la represión e injusticias para las clases excluidas se ve
como una consecuencia de aquello.

Han desarrollado una economía basada en la prestación de servicios y
la exportación de materias primas más que en una de transformación
industrial. Sin embargo, esto se justifica pues para llegar a
transformar recursos y darles un valor agregado se necesita dos
insumos importantes: agua y energía. Hoy en día a pesar de que las
condiciones de la economía siguen iguales a lo expuesto, una cosa ha
cambiado y es la de haber copado la economía de su vecino norteño.
Desde las supermercados hasta la minas, puertos, agroindustria,
transportes y sobre todo agua y energía.

Es impensable que esta condición se hubiese dado hace 30 años atrás,
puesto que por ese entonces el poder nacional era muy bajo, no solo en
armas sino en la capacidad de comprar las autoridades del gobierno
vecino a diferentes niveles. La globalización al parecer nos
"acorraló" a esta situación, donde hemos intercambiado migrantes que
van como empleadas domésticas, vendedores ambulantes o lustrabotas y
en contraparte hemos recibido asesores de gobierno para la defensa y
el desarrollo nacional. Hemos invertido en cevicherías y ellos en el
sistema financiero, energético, agroindustrial y de distribución. ¡Qué
tiempos aquellos de los ´70, donde el Perú era un país con soberanía,
subdesarrollado como muchos pero integro como pocos! ¿Qué cambió?,
solamente la pérdida de integridad pues seguimos subdesarrollados, la
situación de pobreza no parece haber disminuido a grandes rasgos. Solo
la maravillosa tarjeta de crédito, que maquilla la verdadera faceta de
la pobreza. Sueldos estancados y precios en aumento, pero con una gran
bonanza económica que no sirve para invertirla en lo que el Perú
realmente necesita.

Chile comprendió que para mantener su situación económica en azul,
solo podría mantener inversiones fuera de sus fronteras, por eso
primero compró al país y luego se armó, emitiendo un franco mensaje
subliminal: "si mantienes las cosas como están perfecto, si afectas a
mis empresas, ya sabes lo que te espera". (Nunca sería al revés pues
no son tan tontos).

Cada anuncio de compra de un nuevo material bélico chileno, es como un
balde de agua fría para los defensores del país, que en silencio o no,
visualizan lo que tarde o temprano podrá ocurrir, y ello es la prueba
de que con cada anuncio de adquisición, se refuerza la disuasión
chilena para la reacción peruana a diferencia de la disuasión para la
defensa, que en este caso es lo que hace cualquier país pacífico. Los
gobernantes han logrado mantener una política del "sí señor" y
difícilmente encontrarían cuestionamientos en el personal
especializado en estos menesteres.

En conclusión, el significado de sus adquisiciones no puede ser más
claro: mantener el "status quo" chileno en territorio peruano, de lo
contrario los Leopards, los F16, las fragatas y submarinos se
encargarán de solucionarlos.

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