Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
5-9-2023
¡El matón ese seductor!
https://senaldealerta.pe/el-maton-ese-seductor/
En nuestros lares, sabido es que en Perú llueve para arriba,
el anti-héroe que es el matón, seduce a sectores que le reputan como “líder”,
“vocero”, “conductor”. Las más de las veces no suele ser nada más allá que un vulgar
y palurdo audaz. Eso sí, gran conocedor de la psicología ciudadana huérfana de
figuras auténticas y honestas.
Transcribamos un par de definiciones públicas, a propósito
de matón:
-Persona, en especial hombre, provocadora o
pendenciera que alardea de su valentía y emplea la fuerza o las amenazas para obligar
a los demás a hacer algo, "la
cinematográfica imagen del matón que cobra por la vía del puñetazo, forma parte
de la mitología popular".
-Hombre, generalmente de aspecto fuerte y robusto, que no
pertenece a un cuerpo de seguridad y se contrata para proteger la integridad
física de una persona o de una cosa,
"se trataba de hombres fuertes que desempeñaban la
custodia de los barrios, generalmente matones al servicio de ricos y nobles."
¿Se dio cuenta de que esa clase de especímenes sobra en
todos los ámbitos de la vida política, económica, burocrática, militar,
policial, deportiva, del Perú? Los matones desde el micrófono o ante la
pantalla insultan, dicen cosas que no pueden probar y afirman con categórica
expresión que no nace de la verdad sino del supuesto “arte” de la
desinformación.
En la tierra del ciego, el tuerto es rey. Ante la clamorosa
ausencia de adalides genuinos, capaces de elevar la lucha espiritual y
política, al terreno de las ideas y de la construcción social, los matones se
apoderan de las riendas y gritan, vociferan a más no poder, en un tono más alto
que el resto.
El resultado no puede ser más oprobioso. Nótese que el
presidente del Congreso, entidad cuyo prestigio (si alguna vez tuvo, aunque sea
alguno), está por las patas de los caballos, tiene sobre sí acusaciones y
cargos al por mayor. Pero exhibe falta del mínimo pudor y no hace lo único que
debía hacer: renunciar.
Y estamos hablando de la cogobernante institución que junto
al Ejecutivo de doña Dina Boluarte, tienen entre sus planes, quedarse hasta el
2026, de repente reelegirse, creando un Senado y dando leyes con nombre y
apellido.
A propósito ¿no hemos visto a matonas rumiando a voz en
cuello sus absurdos por quítame estas pajas? El ridículo no les asusta, les
arropa en sus desverguenzas. Cuando se presentan no dejan de insistir en que les
llamen “congresista de la República”. Desdichado país que sufre la corrosión
mediocre de tantos improvisados.
Cuando se haga la historia genuina de esta etapa oprobiosa,
habrá que recordar a estos personajillos de quinta o sexta categoría y la
atrocidad de sus yerros.
Por alguna fórmula secreta pero muy efectiva, los matones
que llevan los estandartes de la llamada “Resistencia” y bautizados por el
pueblo, como la “pestilencia”, amenazan a todos los que no comulgan con sus
gritos reaccionarios y anacrónicos. Pero (misterios del Orinoco, que tú no
sabes, y yo, tampoco), la PNP ni los detiene o apresa, y caminan orondos por
calles y plazas.
Al matón o a la matona, le importan ¡un bledo! las buenas
costumbres, vivir en paz y nada más alejado de aquellos que la decencia. El fin
justifica los medios y suplantan, a su gusto y mala voluntad, lo que los jueces
deben determinar sobre casos puntuales. Entonces, ellos que son réprobos
graduados en actos delincuenciales de alta categoría, llaman ladrón, ratero,
usurpador, a quienes son motivo de sus pagadas iras.
Tal la degradación contemporánea en Perú. El rebuzno de un
matón o una matona, tiene mayor eco que cualquier voz sensata. Todos saben que
el origen de sus signos exteriores de riqueza no son trigo limpio y que sus
pasados son sucios.
¿Cuántos de los políticos no son más que vulgares
repetidores, hace 30 ó 40 años de las mismas monsergas con el fin de “estar
vigentes”? Verbi gracia: Senado, reelección de parlamentarios, pelotones de
secretarias, brigadas de asesores, innumerables gastos cargados al Congreso y
apenas, por tales desmanes, si tiene la aprobación de menos del 10% de la
población.
Los cachiporreros o matones además de aventureros forman
parte del lado oscuro de las sociedades. Pertenecen a la descomposición más
pútrida y requieren el advenimiento de genuinos líderes y estadistas populares,
sabios y generosos con su tiempo y dedicación al Perú.
Una sociedad que se adentra o navega en el fango, tiene el
declive o final asegurado. Nunca más vigente la invocación de Haya de la Torre
en su mensaje inaugural de la Asamblea Constituyente el 28 de julio de 1978:
Por un Perú libre, digno, justo y culto.
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