Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
31-12-2023
2024: la lucha continúa
https://senaldealerta.pe/2024-la-lucha-continua/
En breves horas agonizará el 2023 tan preñado de
infortunios, desencuentros, fracturas, desazones. Cierto que también se
revelaron contubernios y el pueblo peruano tuvo la formidable chance de
descubrir a muchos hampones de saco y corbata.
A posteriori los enormes estragos que produjo la invasión
guerrera chilena en 1881, Perú quedó en ruinas. Y el daño moral de verse
derrotados generó una quiebra de la que el país aún no se recupera.
En una de las más célebres piezas escritas por Manuel
González Prada, Discurso en el Politeama, (fue leído por un escolar, Gabriel Urbina, cuando se hacía campaña
pro-fondos para el rescate de las provincias cautivas de Tacna y Arica, 29 de
julio de 1888.) anunció que el porvenir nos debía una victoria.
Y ese triunfo, o los barruntos
iniciales que pavimenten las alamedas por donde pase el hombre libre, deberán
encontrar en el 2024 y pensando en el 2026, nuevas conquistas limpiando al Perú
de sus pústulas, plagas ambulantes y vividores que exprimen a la nación.
Hay responsabilidades muy serias.
Los miedos de comunicación, deberían tornar en canteras de ideas e
informaciones con apego sólido a la verdad documentada.
El mercenarismo, que es la
mermelada a secas, se ve en todos los miedos y allí se expiden muchos
sinverguenzas cuyos actos están profundamente divorciados de cualquier ética y
comportamiento decente. Pero son “formadores de opinión” fabricados por
afortunados que tienen cómo pagar a jueces, malos policías y operadores
financieros para sus trampas.
Es pues el periodismo genuino el
que tiene que recuperar su puesto de combate. Empresas integrantes de
conglomerados millonarios con trucos y estafas añejas, despiden a cientos de
trabajadores y salvo Diario Uno, no se ve tal noticia en sus contenidos. ¿Hay
que pensar en que todos están monetizados?
El 2024 viene al Perú a inaugurar
el puerto de Chancay, Xi Ying Ping, el poderoso mandamás chino que ha logrado
con sus operadores rentados, convertir al país en ring de box para su contienda
contra el otro imperialismo, el de Estados Unidos.
¿Quiénes han sido cómplices del
obsequio geopolítico de Chancay a una empresa privada como Cosco, pero que
pertenece al gobierno chino y hace lo que le viene en gana en esa ciudad del
norte chico? Hay nombres, añagazas, abusos y silencio por doquier.
¿Y las decenas de influencers que
nos doran la píldora y convierten lo que es un objetivo geopolítico en guerra
ajena, en factor de progreso, lo más grande del Pacífico oeste, cómo pueden
protestar patriotismo si trabajan como zapadores para imperialismo de ultramar?
¿Qué tendrán que hacer las
colectividades políticas? Una respuesta categórica podría ser: ¡todo lo
contrario a lo mediocre que llevaron a cabo el 2023! Dejaron caer a un
presidente democrático, se rindieron frente a un Congreso infestado de
mediocres ignorantes, ineptos para cualquier cosa y encima golpistas.
Los líderes del interior tienen
tanto derecho a proclamar sus preocupaciones e iniciativas pero requieren hacer
conocer sus realidades y, sobre todo, un deseo y militancia unitarias debe
signar todos los trabajos políticos.
¿Y dónde están los intelectuales?
Si los hay, deberían salir de sus muelles escondites bien pagados y participar
en la lucha. Los forajidos en los cuerpos armados, judicatura y tribunales,
rateros en los clubes políticos, no van a salir por voluntad propia.
Y no van a irse porque su
“negocio”, robarle al Perú, tiene decenios de años de duración y la complicidad
de cientos de operadores que cobran por mantener ese estado de cosas, tal cual.
¡No pueden los intelectuales o
los que así se reputan de ese modo, vivir bien y que el resto carezca de sus
estudios e iniciativas! Hay que exigirle a estas personas, participación
militante y que no nos sorprendan sus aleves traiciones.
¿Y qué hay de los empresarios? Me
refiero a esos que hacen patria creando puestos de trabajo, con genuino apego a
lo moral, a la protección y solidaridad con sus trabajadores, a los que donde
todos ven, derrota, ellos contemplan oportunidades. ¡Hay que apoyar al buen
hombre de negocios!
En el 2024 la juventud debe
atizar los fuegos de su creación heroica para mandar a los viejos a la tumba.
Un país sin la vanguardia limpia de jóvenes dispuestos a crear y construir,
orilla el fracaso.
¡En cambio, las multitudes con
sus capitanes limpios y probados en la lucha, marchan hacia la victoria
irrecusable y por un Perú limpio, digno, culto y libre, que reclamara en su
discurso inaugural de la Asamblea Constituyente de 1978, Víctor Raúl Haya de la
Torre!
¡No hay buenas ni malas masas,
sólo hay buenos y malos dirigentes!
Desde esta tribuna libre de
Diario Uno, mirando el atrás -2023- que fenece su triste acontecimiento, damos
la bienvenida al 2024, plenos de optimismo, radiantes de alegría y convictos que
haremos un país mejor y organizado. Amén.