Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
30-11-2017
Sobreprecio de US$ 16
millones descarado y público. ¿Proceso penal RESERVADO?
En diciembre del 2015, entre feriados, sábados,
comunicaciones a deshoras y apuros forzados, Cancillería otorgó la buena pro
para 400 mil pasaportes electrónicos al consorcio francés Imprimerie Nationale.
El asunto fue tan público y escandaloso ¡como lo fuera el sobreprecio de US$ 16
millones de dólares pagados por esta dependencia!
Meses atrás, ese 2015, una primera licitación pública en
RREE, fue declarada desierta. Nadie entendió nunca cómo, poco después, el
requerimiento de 200 mil pasó a 400 mil sin explicación alguna. ¿Se dobló el
público objetivo –pasaportes especiales o diplomáticos- que necesitaba del
documento? O ¿qué ocurrió para dicho incremento?
Más aún. El pasaporte electrónico en Cancillería debió haber
sido igual al de Migraciones, cuyo proceso también fue accidentado y en el que
ganara la buena pro el consorcio Imprimerie Nationale. Pero no fue así. Las medidas
de seguridad no eran las mismas y la ingeniero Carina Estrada, contratada por
Relaciones Exteriores, favoreció a una firma comercial socia de uno de los
integrantes del consorcio ganador. Por eso fue denunciada penalmente en el
Ministerio Público.
En el cuadro que publicamos se puede comprobar las
diferencias enormes entre el costo del pasaporte electrónico en Migraciones y
el de Cancillería. Si los proveedores, malos o deficientes, eran los mismos
¿por qué había tanta diferencia?
Público era que siendo los mismos proveedores, los costos en
Cancillería debían haber sido menores porque no había necesidad de compra de
software, hardware y habría sido más ahorrativo y económico que Relaciones
Exteriores aprovechase a los mismos proveedores.
Todo esto fue público y descarado.
Por eso el ex Contralor General de la República, Edgar
Alarcón, anunció el rosario de irregularidades encontradas en el proceso de
pasaportes electrónicos de Cancillería y lo hizo ante el país en la Comisión de
Relaciones Exteriores del Congreso.
Ahora se nos dice que el proceso penal en que están
denunciados quienes tienen la responsabilidad de las irregularidades y del
sobreprecio de US$ 16 millones de dólares en Cancillería, es RESERVADO.
¿Cómo así puede ser “RESERVADO”
lo que es un vulgar robo porque es imposible pensar que alguien o algunos,
dejaron de beneficiarse con el sobreprecio?
¿Qué dicen los periodistas de investigación que con escasas
excepciones no han otorgado estudio y análisis al caso de los pasaportes
electrónicos?
¿Qué dicen los llamados politólogos y analistas sobre un
asunto que tiene los ribetes clarísimos y descarados de aberración en el
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú?
¿Por qué callan los políticos? Sabemos de un esfuerzo
escudriñador sobre el proceso del pasaporte electrónico y nos parece muy
alentador el gesto. No podemos expresar igual felicidad porque el asunto es RESERVADO.
¿No es hora de entender que no puede ser RESERVADO o SECRETO cuando se trata del robo o asalto al dinero del contribuyente?
En los aeropuertos de todo el mundo, siempre hay tiendas
Duty Free (exención de impuestos). Evitemos, por todos los medios, que alguien
–los rateros- ubiquen un panel muy grande y vistoso que diga ominosamente así:
Perú, Robbery Free (robo libre).
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