Wednesday, December 30, 2020

Apra: quienes siembran vientos, cosechan tempestades

 


Apra: quienes siembran vientos, cosechan tempestades

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/apra-quienes-siembran-vientos-cosechan-tempestades

https://bit.ly/2KNLIUD

 

30-12-2020

 

Los firmantes, ratificando nuestra lucha contra toda clase de imperialismos; propugnando la integración de América Latina como herramienta popular de los pueblos en un mundo globalizado; conceptuando que la tierra debe ser cultivada, cuidada y optimizada para generar alimento para el pueblo y ratificando nuestra solidaridad con todas las clases y pueblos oprimidos del mundo, denunciamos:

 

Los que NO hemos traficado influencias, robado desde los puestos públicos, aprovechado del nombre heroico del Apra, su historia combativa y los mártires que cayeron en la lucha por la justicia social;

 

Quienes no hemos jamás deshonrado, la memoria del fundador y único jefe del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre; menoscabado o burlado una ruta de sangre, sudor y lágrimas en la procura de un Perú libre, justo y culto;

 

Aquellos que nos reconocemos a la sola invocación de nuestra militancia aprista con denuedo jamás abdicado ante sinecuras, complicidades, robos al Estado y malas conductas inmorales en la cosa pública o partidaria;

 

Firmes condenamos a la cúpula partidaria enquistada ilegalmente en la “dirección” del Partido Aprista la que vergonzosamente ¡ni siquiera puede inscribir listas congresales en la mayoría del territorio nacional para las elecciones del 2021!.

 

Denunciamos ante la opinión pública que desde que murió el fundador Víctor Raúl Haya de laTorre, grupúsculos con intereses oscuros ligados al narcotráfico, a hechos delictivos y a componendas y trapisondas de toda clase, se auparon y mal dirigieron al Partido inclinándolo hacia la derecha reaccionaria y procapitalista.

 

Señalamos a Alan García Pérez y a una camarilla profundamente reaccionaria como la responsable de estos desviacionismos antihistóricos.

 

Ratificamos que la ética y la disciplina así como la fe en el ideal democrático de justicia social de pan con libertad, son elementos fundamentales e indesdeñables que el Apra nunca debió abandonar como lo hizo bajo la égida traidora de elementos nocivos que hoy demuestran su ineptitud total ante la opinión pública peruana y mundial.

 

También las células apristas que viven en el exterior se hacen presentes en esta hora dramática del Partido y con la intención indeclinable de rescate y reivindicación institucional.

 

Señalamos que la hora de los Comandos de Acción Apristas en cada región, provincia y distrito ha llegado y deben asumir la representatividad genuina de la militancia, despojar a los usurpadores y expulsarlos del Partido como una medida inicial y profiláctica con los réprobos nocivos que pretenden aún estar en el aprismo.

 

Estamos persuadidos que la doctrina, ideología y principios apristas, hoy más que nunca, mantienen plena vigencia y el mundo contemporáneo reconoce en estas postulaciones una anticipación brillante y señera.

 

Llamamos a todos los apristas a desconocer totalmente a la cúpula inmoral que ha perdido cualquier autoridad sobre el Partido hoy casi en extinción por su criminal falta de responsabilidad.

 

Por último y con la convicción del deber, decretamos la reorganización del aprismo auténtico desde las bases y por Haya de la Torre, a manifestarse y proclamar su emancipación de los traficantes nefastos e inmorales que fungen un mandato que siempre les quedó muy grande.

 

Lo que hoy ocurre con la completa desorganización y desmovilización del Apra es porque quienes sembraron vientos, están cosechando las tempestados y borrascas que son consecuencia inevitable de los desmanes, imposturas y actos delictivos.

 

Lima, diciembre 30, 2020

 

Jesús Guzmán Gallardo (Lima), Edmundo Haya de la Torre Barr (Lima), César Vásquez Bazán (Denver), Héctor Alva Narváez (Miami), Herbert Mujica Rojas (Lima), Manuel Fernández Vega (Lima), Richard La Rosa (Trujillo), Felipe Ñique Cornelio (Madrid), Paul Caro Gamarra (Miami), Santos Alejos Ipanaqué (Chincha), Miguel Asmat Mengoa (Lima), Carlos Caballero Villavicencio (Lima), Ricardo Henry Ortiz Aguirre (Lima), Carmen Alean (Nueva York), Jorge Montenegro (Nueva York), Denisse Pérez Mundaca (Buenos Aires), Carlos Casalino de la Torre (Miami), Miguel Abril Cano (Miami), Gladys Salcedo (Nueva Jersey), Luis Rafael Salcedo (Nueva Jersey), Jorge Luis Ñique Flores (México D. F.), Edgar Pisfil Puma (Lima), Ricardo Elías Roca (Trujillo), Ernesto Ventocilla Rivera (Lima), Nicanor Pariente (Lima), Luis Ríos Villanueva (Lima), Raquel Castillo (Barcelona), Víctor Bellido (Sidney), Carlos Espinosa (París), Benjamín Fernández (Quebec), Javier Huaytalla (Caracas), Marcelo Rodríguez Camacho (Lima), Rodolfo Montes (Nueva York), Martín Funes Arroyo (Trujillo), José Moro (Lima), Raul Ocaña (Lima), Rubén Reyes (Lima), Juan Toro (Lima), Hernan Varillas (Michigan)

¿Torre Tagle mártir? ¡No, un traidor!*

 

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

28-9-2006

 


¿Torre Tagle mártir? ¡No, un traidor!*

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%BFtorre-tagle-m%C3%A1rtir-%C2%A1no-un-traidor

https://bit.ly/2WQGB8r

 

En Perú, las cosas de puro repetidas se olvidan. Pero también afincan en el imaginario popular y se dan por ciertas aunque sean ¡absolutamente falsas! Por ejemplo, el martes cumplióse aniversario de la muerte de José Bernardo de Tagle y en casi todas las radios nacionales se dijo: “apresado por los españoles en el Real Felipe”. Y la verdad, monda y lironda, sucia y descarnada es ¡muy diferente!

 

Escribe Jorge Basadre en Historia de la República: “Con fecha 6 de marzo de 1824 firmó en Lima Torre Tagle, usando de nuevo su título de marqués, un manifiesto, que fue escrito por Berindoaga y publicado por orden del general español Monet. Allí narró, desde su punto de vista, lo ocurrido entre él y Bolívar, así como los últimos sucesos de su infortunada administración. Terminó con expresiones contra el “falso brillo de ideas quiméricas que, sorprendiendo a los pueblos ilusos, solo conducen a su destrucción y a hacer la fortuna y saciar la ambición de algunos aventureros”. Por todas partes (agregaba, pasando por alto, en forma censurable, la grandeza de la causa de la libertad a la que había servido y usando argumentos que siempre se esgrimen ante las revoluciones los partidarios de las clases privilegiadas amenazadas y que su enemigo Riva-Agüero también empleara) no se ven sino ruinas y miserias. En el curso de la guerra ¿quiénes sino muchos de los llamados defensores de la patria han acabado con nuestras fortunas, arrasado nuestros campos, relajado nuestras costumbres, oprimido y vejado a los pueblos? ¿Y cuál ha sido el fruto de esta revolución? ¿Cuál el bien positivo que ha resultado al país? No contar con propiedad alguna ni tener seguridad individual. Yo detesto un sistema que termina al bien general y que no concilia los intereses de todos los ciudadanos”.

 

“En una carta que, desde el Callao, escribió al marino Blanco Encalada (22 de enero de 1825), Torre Tagle le pidió que “en nombre de Chile le entregase un asilo bajo su bandera como el que generosamente me concedieran jefes españoles, distinguiéndose entre ellos en toda clase de consideraciones conmigo, el señor Rodil.

 

¿Fue, en realidad, un asilado entre los españoles o un aliado de ellos? La segunda de estas posibilidades parece afirmada en un papel al redactor de su manifiesto, Juan de Berindoaga (cuya reproducción fotográfica ha publicado Luis Alayza y Paz Soldán). Allí dice, con palabras que lo acusan, que ansía evitar la desconfianza de los españoles ante él y busca, más bien, que estén contentos, “mucho más –agregaba- cuando yo, convencido de la canalla que constituye la patria, he resuelto en mi corazón ser tan español como D. Fernando”. Con este comprobante no parecen insinceras las frases insertas en el último párrafo del manifiesto de 1824 en la parte que, después de solicitarle al Perú que no tolerase que en su recinto se levantasen templos a la tiranía bajo la sombra de la libertad, concluye afirmando que “de la unión sincera y franca de peruanos y españoles todo bien debe esperarse; de Bolívar, la desolación y la muerte”. Y para no dejar la menor duda, el párrafo anterior había empezado con esta frase: “Unido ya el ejército nacional mi suerte será siempre la suya”. Frase que recibe lúgubre significado con la muerte de Torre Tagle, su esposa y un hijo menor, en las circunstancias más espantosas, en el Callao, en los últimos días de la resistencia española. Con ella parecen coincidir, por otra parte, una hoja suelta con un ataque feroz a Bolívar, que apareció bajo su firma y que circuló además por haber sido reproducida en el Boletín del ejército realista, así como una carta, fechada en Lima el 17 de abril de 1824, dirigida al general José Canterac y más tarde incorporada al proceso de Berindoaga, en la que se pide que se permita al guerrillero Ninavilca unirse a los españoles. Berindoaga, en el suplemento de su manifiesto, lo presentó como gozando de favor entre los jefes del Callao. Pero en su comunicación a Blanco Encalada, mencionada anteriormente, afirmó Torre Tagle ser solo un asilado. No ocupó ningún cargo político, administrativo o militar a las órdenes del virrey o de sus generales y la versión de sus descendientes es que murió en el Callao el 26 de setiembre de 1825, estando preso con su familia.”

 

Basadre, galano al fin y al cabo, sereno formal y rigurosamente frío, no cruza el Rubicón para llamar al pan, pan y al traidor, traidor con todas sus letras. Como no somos Basadre y no tenemos por qué seguir aquellas conductas tan moderadas, declinamos tales comportamientos. Y a este miserable que fue José Bernardo de Torre Tagle hay que llamarlo por su nombre: ¡traidor a secas! Se solidarizó con los ibéricos, siempre invasores e intrusos, estuvo con ellos de corazón e ideas, afincó en el Real Felipe arrastrando a su familia en la acción proditora.

 

Y la diplomacia peruana tiene el baldón inexcusable de llamar a su edificio principal Torre Tagle como sinónimo de su think tank, usina de ideas y estrategias. Ni ideas ni estrategias, sólo claudicaciones vergonzosas y elusivas de una real integración con el Perú profundo y con el hombre y mujer de abajo, aquél que se levanta al amanecer y duerme los sueños de una justicia que jamás verá porque así lo consagraron delincuentes y pillos que son, básicamente, los que han regido los destinos de este país. ¿Hará un referéndum interno y sincero el grupo sano de diplomáticos talentosos que aún persiste con su presencia en Cancillería para cambiar de nombre y borrar de su fachada la simbólica convocatoria al alma de un traidor como Torre Tagle? ¿Será posible semejante revolución?

 

La historia del Perú es básicamente gesta maquillada y cosmética de poderosos que han impedido a toda costa que el pueblo se entere cómo durante las guerras sus ancestros alineaban siempre con las tropas invasoras y pasadas las belicosidades, presentaban, casi de inmediato, como hoy, sus saludos al vencedor insolente. Holgazanes y cobardes, los poderosos no supieron sino vivir del guano y las consignaciones, del timo y del cohecho culpable contra los sagrados intereses de las mayorías nacionales. Hoy viven de la minería, de la contaminación del medio ambiente, del asesinato del proyecto de vida de 26 millones de peruanos; proclaman la seguridad cooperativa y la gerencia por objetivos, impulsan homologaciones en gastos de armas cuando los vecinos ya nos llevan 100 años de ventaja y entonces seremos como dice el patriota Alfonso Benavides Correa: “una presa apetecible”. Contra esa falsificación masiva y abyecta, furiosa en su plagio y cicatera en sus luces, insurgen las nuevas juventudes con el propósito fundamental, nacional y nacionalista de la revolución peruana.

 

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

 

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

 

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

 

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*Publicado originalmente en la Red Voltaire el 28-9-2006 http://www.voltairenet.org/Torre-Tagle-martir-No-un-traidor

Tuesday, December 29, 2020

Psicología y pandemia

 


Psicología y pandemia

por Isabel Peña Rodríguez*; isabelpenarodriguez@yahoo.com

http://senaldealerta.pe/salud-mental/psicolog%C3%ADa-y-pandemia

https://bit.ly/37XwB3T

 

29-12-2020

 

¿Qué rol cumple o debiera cumplir la psicología en tiempos de pandemia**?

 

Los psicólogos y psicoterapeutas cumplen un rol muy importante en el apoyo del ser humano. Las personas atravesamos por un proceso cíclico en el cual se generan cambios: biológico, psicológico y social, todo ello viene con crisis y en tiempos de pandemia la psicología juega un rol  trascendental en el bienestar emocional de las personas.

 

¿Qué tanto afecta o ha afectado la pandemia el comportamiento humano de los peruanos?

 

Bueno, la pandemia ha afectado a los peruanos en muchos espacios de la vida. En lo económico nos ha golpeado mucho, por ejemplo la suspensión perfecta ha dado lugar a que muchos miles pierdan sus trabajos, como consecuencia de esto ya no reciben una remuneración mensual, sobre todo en el sector privado, la suspensión perfecta también ha dado lugar que los empleadores pueden sacar a los trabajadores a la calle sin lugar a ningún derecho ni reclamo por la situación de emergencia que vive nuestro país. También quiero agregar que las empresas obtuvieron del gobierno en calidad de préstamo de Reactiva para paliar los problemas económicos sin embargo siguieron botando a los trabajadores trayendo como consecuencia el desempleo con índices muy altos que son lamentables.

 

¿Que nos ha traído el trabajo remoto?

 

Se han incrementado los costos de los servicios llámense agua, luz, teléfono, internet y otros que han pasado a la responsabilidad de los trabajadores, la cohabitación de las parejas (divorcio), la conflictividad en el seno de la familia ha crecido, igualmente los conflictos entre padres e hijos, los índices son incalculables, en cuanto al aprendizaje de los alumnos: kinder, primaria, secundaria, incluso universitaria, el aprendizaje no es el mismo debido a que no es igual enseñar a los alumnos de forma presencial que por medio de una computadora (zoom).

 

La delincuencia también ha crecido abrumadoramente, igualmente el maltrato a los niños, niñas y adolescentes la tasa también se ha incrementado, las enfermedades de trasmisión sexual, en cuanto a la salud pública han aumentado el número de pacientes, muchas veces los hospitales no se abastecen y así podríamos señalar una serie de problemas que aquejan a nuestro país.

 

¿Qué debiera hacer el gobierno en el campo de la salud mental?

 

En el campo de la salud mental, que es un tema que debiera ser una política de Estado con o sin pandemia, en todos los gobiernos. Sin embargo los gobiernos no han puesto en la agenda social nacional la salud mental.

 

¿Qué rol ha jugado el Colegio de Psicólogos?

 

El Colegio de Psicólogos ha tenido, tiene y tendrá una función muy importante en esta pandemia debido a que la población peruana está pasando por trastornos emocionales como la ansiedad, el estrés, cuadros de depresión y otros.

 

¿Qué experiencias personales profesionales ha tenido usted con sus pacientes?

 

En cuanto a salud mental en esta pandemia: problemas de ansiedad, estrés, depresión, que son trastornos a nuestras emociones y que en el futuro traen consecuencias si no son tratadas con los profesionales clínicos en salud mental. Debo de agregar que las atenciones se han hecho vía teléfono y por medio del zoom.

 

¿En su concepto, se hace necesaria o indispensable una “nueva cuarentena o aislamiento social” por las fiestas navideñas y año nuevo?

 

Sí, debido a que están aumentando los índices de contagio del COVID 19 en nuestro país.

 

¿Qué políticas, acciones o medidas de políticas públicas sugiere usted?

 

Bueno, en cuanto a la salud mental, hay políticas como por ejemplo el Plan Nacional de Salud Mental cuya rectoría lo tiene el Ministerio de Salud, como también el 14 de noviembre del presente año el entonces presidente Martín Vizcarra Cornejo instaló el Consejo Nacional en Salud Mental (CONASAME) adscrita al Ministerio de Salud (MINSA), igualmente existe la Ley de Salud Mental y está reglamentada en concordancia con otras normas internacionales, pero lo más preocupante es que tenemos los instrumentos pero no son aplicables a la población peruana, es necesario y urgente que estos instrumentos se implementen, monitoreen el seguimiento y se hagan las evaluaciones para ver sí se han cumplido los objetivos y qué se ha logrado en beneficio de la población. Para ello se necesita mucha voluntad política por parte de los funcionarios del sector público (gobierno nacional, gobiernos regionales, gobiernos locales) y privado. Termino diciendo que la Salud Mental de los peruanos debe de ser UNA POLITICA DE ESTADO, en donde estemos todos incluidos con absoluto respeto a los derechos humanos.

 

Todos somos salud mental

 

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*Psicoterapeuta

 

**Vivir Bien, p. 89, No. 224, dic 2020-ene 2021

 

Consultorio: Cerro Verde 125-Dpto. F-2, A una Cdra. Puente Benavides-Surco

Consultas: 995 006 364, 944 433 166, (01) 7510574.

 

 

Monday, December 28, 2020

Apra: crisis terminal y gatos de despenseros

 

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

28-12-2020

 


Apra: crisis terminal y gatos de despenseros

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/apra-crisis-terminal-y-gatos-de-despenseros

https://bit.ly/3hsWCLp

 

Los únicos que no pueden seguir en ningún cargo, responsabilidad o figuración en la tristísima crisis cuasi terminal que padece el Apra, son sus autores: los alanistas de todo pelaje. Su inmoralidad perpetua y delictiva, su falta de apego a cualquier barrunto ideológico o doctrinario aprista, les sume en un fondo abisal sin retorno.

 

Es decir los gatos alanistas no pueden estar de despenseros en cualquier Comando de Acción, de Urgencia, o como deseen llamarlo si los apristas emprenden una reorganización radical, moratoria de al menos un lustro alejados de cualquier comicio y la pulverización de todos los hampones y rufianes que convirtieron la política en vil negociado culpable que denunciaba el fundador Haya de la Torre desde San Lorenzo en octubre de 1923.

 

La señora Nidia Vílchez no es ajena a la cúpula alanista, la integra desde siempre, fue silenciosa y disciplinada seguidora de todas las imposturas que degradaron al Partido Aprista a ser casi una agrupación clandestina en la política peruana. De haber sido clarín y pregón de protesta, lucha por la justicia social y en olor de multitudes por 50 años, a ni siquiera aspirar al mísero 1% para el 11 de abril del 2021.

 

Caimanes del mismo pozo se agarraron a dentelladas y obtuvieron la NO inscripción de las listas de candidatos al Congreso por necedad y boicot entre ellos mismos. No se puede culpar al JNE por insensateces ajenas. Es un vulgar pretexto decir que existe “voluntad de fraude”. ¿Qué voluntad de fraude puede haber con una agrupación que apenas podría rozar un dígito en las preferencias electorales? Cuando la señora Nidia arguye eso, cae en falacia palurda.

 

Dos décadas atrás escribí en Liberación:

 

Uno de los contrabandos más eximios, de esos que parecen verdad pero son más bien aparentes que reales, ha sido la especie que pretende mimetizar al aprismo con la carrera particular, personal, absolutamente angurrienta de mando del señor Alan García Pérez, ex presidente del Perú, durante el bochornoso, por aventurero, quinquenio de ejercicio gubernativo entre 1985-1990. Así, la noche de 1992, cuando la fuga del Mozallón por los techos, tras una incómoda estancia en un barril sin agua, hacia Colombia, se estudió bien el destino. Entre 1949-1954, Haya de la Torre fue inquilino forzado de la Embajada de Colombia porque la dictadura odriísta lo mantuvo virtualmente preso. Pero Víctor Raúl fue creador de una doctrina con atisbos audaces de propuesta latinoamericana. Al conjuro de su voz y de su formidable presencia moral, las multitudes encaminaban sus protestas, entonaban sus cantos, marchaban a la revuelta, morían frente a los paredones o se pudrían en las ergástulas. Eran los tiempos en que el destino de una buena parte de peruanos era: encierro, destierro, entierro.” (20-1-2001/Liberación* ¡El aprismo es aprismo, no alanismo!

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1el-aprismo-es-aprismo-no-alanismo)

 

Nada parece augurar mejores resultados al Apra en los días y meses siguientes, la desorganización, orfandad moral y caos interno parecieran explotar en cadena en las bases supérstites. Que no extrañe que acciones indignadas empujen a caminos poco ortodoxos, al menos en lo que va de las últimas tres décadas y media.

 

Los fautores de esta tragedia sólo merecen el desprecio más categórico y el paredón moral que los fusile y los lleve al genuino lugar al que pertenecen: al olvido.

 

Saturday, December 26, 2020

Arte culinario de Patty Dañobeytia, Fundo Tambo-Canta

 

Señal de Alerta

Redacción central; hcmujica@gmail.com

 

23-12-2020

 


Arte culinario de Patty Dañobeytia, Fundo Tambo-Canta

http://senaldealerta.pe/noticias/arte-culinario-de-patty-da%C3%B1obeytia-fundo-tambo-canta

https://bit.ly/3phbzmw

 

Patricia Dañobeytia es mujer de ollas y condimentos tomar y leamos su testimonio:

“Me involucré como soporte culinario del Fundo Tambo porque era necesario como en toda empresa que quiere surgir. Es un complemento muy importante para el turismo en la zona, Alfredo me propuso unir nuestras fuerzas y conocimiento para la gran y hermosa aventura de hacer turismo con calidad y cariño.”

 

Indagada por sus platos estrella en estos parajes andinos, Patty no se anda con rodeos y exclama: mis mejores platos son la pachamanca, lomo saltado, trucha a la plancha, chancho al cilindro, parrillada todas con su rica ensalada además platos especiales para niños y pedidos de los clientes que vienen por mi comida preparada con las más estrictas normas de higiene y salud”.

 

Prosigue Patty: “la experiencia en la cocina la adquirí de mi madre, soy del Callao, nos gusta mucho la cocina, particularmente me encantan también los platos marinos y con los años fui a algunos eventos invitada por chefs internacionales y diplomados para confirmar mi gusto por la cocina.”

 

No oculta la fascinación que le produce lo andino, el aire limpio, la altura retadora y la visita de sus clientes y continúa su narración Patty: “decidí aceptar la propuesta del ingeniero Alfredo Yong porque me pareció fascinante juntar experiencias, valía la pena hacer algo tan bonito como en lo que se ha convertido el Fundo Tambo, hacer sentir a todos los visitantes nacionales y extranjeros que están en casa, pero no en cualquier casa ¡en su casa soñada!.”

 

Cuenta Patricia: “durante nuestro Proyecto Aula Verde por casi 20 años, atendí la cocina de los diferentes grupos de colegios de niños, durante su estancia de varios días que fueron deportivos y saludables. ¡Un gran reto fue cuando había en los grupos, niños vegetarianos o con alguna dieta especial por determinada situación de salud y pude cumplir con lo solicitado. Nota aparte es que siempre me gusta engreir a los niños con la comida y siento que lo logré. Otro reto fueron los grupos religiosos que tienen distinta clase de alimentación, como algunos platos para la colonia judía, les di confianza y seguridad de que todo sería según sus costumbres y así fue. Tambien los grupos naturistas, en general se aprende mucho con los años y poniendo dedicación e interés en lo que haces.”


Patty subraya “No todos los días son iguales, Fundo Tambo es una maravillosa opción para pasar lindos días y noches y siempre hay mucho que conocer y descubrir para pasar buenos momentos.”


Orgullosa matrona de la cocina en Fundo Tambo, Patricia Dañobeytia ratifica: “a nuestros compatriotas y turistas les digo que sigan confiando en nosotros, como cuando hicimos bodas o eventos de empresas o de investigación, ahora seguimos trabajando con los protocolos dispuestos por el Estado, siempre listos para atenderlos con mucho cariño y respeto, somos un lugar familiar y un gran equipo, los turistas pueden trasladarse desde aquí a conocer los hermosos lugares turísticos de nuestra linda provincia de CANTA.”

 

Contacto Fundo Tambo: Alfredo Yong, 999 615 863

……………………….

 

 

-Entre molles y sauces, turismo vivencial en Fundo Tambo 1

Redacción Central; hcmujica@gmail.com

http://senaldealerta.pe/noticias/entre-molles-y-sauces-turismo-vivencial-en-fundo-tambo-1

http://bit.do/fLn3m

 

 

 

Wednesday, December 23, 2020

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!*

 

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

21-12-2004

 


¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!*

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1s%C3%B3lo-diez-minutos-para-pensar-en-el-per%C3%BA

https://bit.ly/34qscRO

 

Navidad suele ser una fiesta en que algunos gozan, sobre todo los comerciantes que venden más; celebración plena en remembranzas y vuelven a aparecer contornos familiares de padres, hermanos, hijos e hijas, amores y desamores, que ya no están y ciertamente es un instante para la reflexión. Yo pido, mejor sugiero, más bien imploro, ¡sólo diez minutos para pensar en el Perú!

 

¡Sólo diez minutos para el niño que camina por las calles! ¡Sólo diez minutos por todos aquellos que no escogieron dónde nacer y no pidieron venir al mundo por la banalidad erótica de algunos irresponsables! ¡Sólo diez minutos por un país, que son muchos países a la vez, porque el peruano de Iquitos casi no tiene que ver con el de Tacna y el de Puno con el de Talara!

 

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

 

Este país está preso de pandillas que luchan canibalescamente entre sí para repartirse hilachas y despojos porque ya es poco lo que queda. En todos los órdenes los buitres carroñeros evolucionan sobre los cadáveres producto de un diseño perverso que todo lo privatiza porque hay la creencia vulgar que cuanto más exportamos más ganamos. ¿Quién o quiénes? ¿No será que cuánto más exportamos, nos encasillamos en un modelo chato que perjudica la industrialización que trae valor agregado y nos saca de un monopolio de pobreza inverso y clásico?

 

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

 

¿Qué diferencia hay entre el ladrón de cascos ligeros y aquél que usa corbata y saco y regala el país vía decretos leyes o contratos de concesión tramposos a empresas insignificantes? ¡Ninguna! Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. ¿Es posible distinguir entre el monrero que roba por placer y porque ese es su quehacer criminal y quién o quiénes montan campañas para sostener que la solución del Perú es un TLC sumiso a los Estados Unidos? Para mí un ladronzuelo callejero tiene poca diferencia, si alguna, con los tecnócratas vendepatria que hay en los ministerios.

 

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

 

¿Es el trabajo esclavo, aquél que no se paga, una situación digna para los empleados y trabajadores que deben laborar, diez, catorce, dieciocho horas diarias por el mismo sueldo y bajo la amenaza de despido en un país donde hay escasez de empleo, algo que enorgullezca? ¿Quien cumple semejante barbaridad, es tonto o cómplice? Me atrevo a pensar que las dos cosas. Tonto porque no entiende que hay una dignidad que defender y cómplice porque su debilidad le hace preferir un estadio inferior y humillante a cuidar lo que es suyo, hijos, hijas, amores, padres y otras querencias.

 

¡En esta Navidad, para tirios y troyanos, adversarios y amigos, detractores y admiradores, un abrazo fraterno pensando en el Perú, amando al Perú, procurando hacer de esta patria Madre y no madrastra de sus hijos!

 

¡Feliz Navidad! ¡Y no lo olvide, sólo diez minutos para pensar en el Perú!

 

Amén.

 

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

 

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

 

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

 

Lea www.voltairenet.org/es

hcmujica.blogspot.com

Skype: hmujica

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*Publicado originalmente en la Red Voltaire el 21-12-2004 http://www.voltairenet.org/Solo-diez-minutos?var_mode=calcul

 

 

Tuesday, December 22, 2020

¡Actitudes positivas que cambian nuestras emociones!

 


¡Actitudes positivas que cambian nuestras emociones!

por Isabel Peña Rodríguez*; isabelpenarodriguez@yahoo.com

http://senaldealerta.pe/salud-mental/%C2%A1actitudes-positivas-que-cambian-nuestras-emociones

https://bit.ly/3pe4QtE

 

22-12-2020

 

Era una tarde de julio insoportablemente húmeda en Manhattan, Nueva York, que provocaba que la gente estuviera de mal humor. Yo regresaba al hotel y al subir al autobús que me llevaba a destino, me sorprendí que el conductor un americano de mediana estatura, me saludara con un cordial ¡hola! ¿cómo le va?, palabras que daba a todo aquél que subía mientras el autobús iba por el denso tránsito del centro de la ciudad.

 

Todos los pasajeros se sorprendieron al igual que yo y, atrapados en el clima pegajoso del día, pocos respondieron al saludo.

 

Pero mientras el autobús avanzaba lentamente se produjo un cambio lento y casi mágico, el chofer ofreció a los pasajeros un ágil monólogo, un animado comentario sobre los escenarios que sucedían ante nosotros: había una liquidación increíble en las tiendas de ropa, una exposición maravillosa en el museo de arte, ¿había alguien oído hablar de la nueva película que estaba en la cartelera de la otra avenida? El deleite que sentía ante las variadas posibilidades que brindaba la ciudad resultó contagiosa.

 

Cuando los pasajeros bajaban del autobús, lo hacían despojados de la caparazón del mal humor con que habían subido y cuando el conductor gritaba un ¡hasta pronto, que tengan un buen día!, cada uno respondía con una sonrisa.

 

El recuerdo de esos momentos vividos aquel día me acompañó por muchos años, en la época que viajé a Manhattan acababa de obtener el doctorado en Psicología, pero en aquellos tiempos la psicología prestaba poca atención a la forma en que podía producirse semejante transformación en las personas.

 

La ciencia psicológica sabía poco y casi nada de los mecanismos de la emoción. Sin embargo, al imaginar el virus de los buenos sentimientos que se había propagado en la ciudad, empezando por los pasajeros del autobús, me di cuenta que el chofer era un pacificador urbano. 

 

Tenía una capacidad para transformar la hosca irritabilidad de los pasajeros y suavizar y abrir sus corazones. En los periódicos se leían algunos temas dramáticos: un niño de 8 años se dedicaba a derramar agua en todas las carpetas de sus amigos, computadoras e impresoras y destrozar un coche del aparcamiento de la escuela.

 

Según un informe de la policía, la muerte de menores son hechos por sus propios padres o padrastros, los padres tratan de atenuar su culpa diciendo que solo “trataba de disciplinar a sus hijos”. Un joven canadiense es procesado por el asesinato de 7 mujeres y niñas israelitas mientras dormía, una vez procesado alega que “no puede dejar de lamentar lo que ha hecho y estoy avergonzado”.

 

En los noticieros de todos los días se escuchan informes de este tipo sobre la desintegración de la seguridad, ataques violentos del impulso ruin que todo lo destruye. Las noticias solo reflejan en una escala más amplia que existen cada vez más emociones fuera de control en nuestra propia vida y de quienes nos rodean.

 

Hay ineptitud emocional, la desesperación e imprudencia en nuestras familias, comunidades y vida colectiva, en la quieta soledad de los niños abandonados, descuidados o maltratados, o en la espantosa intimidad de la violencia marital.

 

Una extendida enfermedad emocional se expresa en el aumento de los casos de depresión en el mundo entero, adolescentes que van a la escuela con armas, accidentes en la autopista que acaban con disparos, maltratos indiscriminados.

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*Psicoterapeuta

Consultorio: Cerro Verde 125-Dpto. F-2, A una Cdra. Puente Benavides-Surco

Consultas: 995 006 364, 944 433 166, (01) 7510574.

 

 

 

Monday, December 21, 2020

Universidad inteligente 4.0 contra sociedades que ya NO existen

 


Universidad inteligente 4.0 contra sociedades que ya NO existen

por David Auris Villegas; davidauris@gmail.com

http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/universidad-inteligente-40-contra-sociedades-que-ya-no-existen

https://bit.ly/3rePrek

 

21-12-2020

                                                                                                                               

¿La universidad es el pomposo edificio, limitado a conferir títulos o es aquel espacio híbrido, abocado a afinar nuestro pensamiento? Como una mutación inevitable, gracias a la inteligencia artificial, las universidades están forzadas a transformarse, desde el terreno electrónico al teatro de la innovación digital.

 

Los cambios bruscos de la globalización, han facilitado el salto de la sociedad del conocimiento al territorio de la innovación inteligente, acuñado por muchos como sociedad 5.0, generada por la inteligencia artificial, creada por nosotros que, paradójicamente va cobrando un extraño protagonismo, relegándonos a un segundo plano.

 

Esta arrolladora megatendencia, fruto de la cuarta revolución industrial, con presencia de una automatización global, biotecnología, tecnología aumentada, robótica y hologramas en 7D, configura un intrincado ecosistema digital, al que las universidades deben dar el salto cualitativo, si aspiran a desafiar la incertidumbre.

 

La universidad 4.0 es un laboratorio de ideas en constante evolución, híbrida y disruptiva. Fusiona los muros y el campus virtual ilimitado, centrados a desarrollar el cerebro humano al compás de la inteligencia artificial, coincidiendo con Eldon Caldwell Marín, es la integración de la lógica y la tecnología en el “mundo físico” y el “ciberespacio”.

 

No es ciencia ficción, sencillamente es realidad. Cada vez develaremos nuevos libretos que cambian las reglas del juego para adaptarnos a la revolución industrial 4.0, protagonizada por la inteligencia artificial con la inmediatez de un clic, al que Japón, lo etiquetó, sociedad 5.0, priorizando la formación del capital humano.

 

Este nuevo paradigma, replantea interrogantes universitarios como: ¿Están adaptándose a los cambios? ¿Qué nuevos inventos y patentes generan sus investigaciones?  ¿Cuál es el rol de los actores académicos?, ¿Están superconectadas? ¿Forman talentos? ¿Aprenden colaborativamente? ¿Educan para la vida solidaria? ¿Reformulan el mapa de profesiones? ¿Explotan y potencian el cerebro humano?

 

En esta línea, las universidades altamente burocráticas, han de navegar en un ambiente socio tecnológico, piloteado por un currículo inteligente e interdisciplinario, centrado a explotar el cerebro humano y la solidaridad, para una sociedad hiperconectada. Como sostiene Facundo Manes, desarrollarán las habilidades cognitivas, emocionales y sociales.

 

Para lograr el estatus 4.0, cada sesión o neuroaprendizaje será virtual y presencial e increíblemente breve. Según Klaus Shabs, ejercitarán el aprendizaje basado en el pensamiento y la creatividad e indagarán novedosas soluciones para problemas inéditos de manera colaborativa, alega el científico Michiu Kaku.

 

Asimismo, es necesario un ser humano íntegro y empático, capaz de acomodarse a culturas y escenarios cambiantes, para una convivencia inteligente e hipercultural. En ese derrotero, la universidad promueve la movilidad internacional y vigoriza el neo humanismo solidario y ético, como lo viene haciendo Harvard.

 

En este siglo de la mente humana, el docente como ingeniero social, será la profesión más importante. Ser inspirador y empático, es un compromiso y no una opción. Fungirán de mentores y coach personalizados, obviando trasmitir conocimientos. Facilitarán estrategias para pensar y motivar a los estudiantes en la toma de decisiones creativas y solidarias.

 

Al mismo tiempo el estudiante 4.0, es un pensador, desarrollador y creador. Aprenderá de manera autónoma y colaborativa, el sendero de la investigación y la reflexión crítica, para esbozar una solución novedosa a los problemas. Vivirá dispuesto a aprender y desaprender toda la vida, sin temor a equivocarse.

 

Para adaptarnos a la sociedad 5.0, los mapas de profesiones han de transformarse drásticamente, de carreras convencionales a profesiones de corte digital centradas en la práctica y creatividad. Los títulos y las competencias académicas, irremediablemente rubricarán fecha de caducidad, vaticina Jamil Salmi.

 

En contraste, este concepto de Universidad 4.0, pone en riesgo la supervivencia de universidades sudamericanas y africanas, ancladas en exámenes enciclopédicos, rimbombantes méritos e investigaciones de carpeta, para una sociedad que ya no existe.

 

En definitiva, las universidades inteligentes, son espacios acogedores en constante evolución. Enérgicamente solidario y pensante, navega en la inteligencia artificial. Abre nuevas formas de aprendizaje, sin claudicar los retos de equidad y sostenibilidad, donde una abrumadora mayoría se llevará la peor parte.

 

 

 

-          Eldon Caldwell Marín. Universidad 4.0. Recuperado de:  https://semanariouniversidad.com/opinion/el-inevitable-cambio-hacia-la-universidad-4-0/ (15/12/2020)

-          Jamil Salmi.  Los Nuevos desafíos de la Educación del Siglo XXI. Recuperado de:    https://www.youtube.com/watch?v=4uIdguQXSFE&t=1680s  (15/12/2020)

-          Klaus Schabs. Aprendiendo a pensar y pensar para aprender. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=khAUy7FCjdA&t=405s  (15/12/2020)

 

© David Auris Villegas. Escritor y pedagogo peruano. Teórico de la educación para el desarrollo sostenible.

 

 

Saturday, December 19, 2020

Denunciamos a la inmoral cúpula enquistada en el Partido Aprista Peruano

 


Denunciamos a la inmoral cúpula enquistada en el Partido Aprista Peruano

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El Comando Nacional del Apra:

 

Ante la difícilmente evitable crisis terminal a que ha conducido al Partido Aprista Peruano una cúpula inepta e inmoral que viola cualquier ética, traiciona principios ideológicos y doctrinarios, hace tabla rasa de la más mínima voluntad de enmienda y retiro decoroso y cuyo desenlace inminente será la pérdida de la inscripción institucional en el Registro Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones, el próximo 11 de abril del 2021,

 

DENUNCIAMOS:

 

-El responsable, mientras estuvo en vida hasta su cobarde suicidio, fue Alan García Pérez el inescrupuloso que pretendió opacar todas las banderas revolucionarias del Apra, borrar la memoria histórica de su jefe y fundador, Víctor Raúl Haya de la Torre e inclinó dos administraciones gubernamentales 1985-1990 (voluntarismo e irresponsabilidad económica); y 2006-2011 (favoreciendo a los grandes grupos de poder corporativo y obsequiando riquezas no renovables y soberanas como el espacio aéreo), al inmovilizar, desideologizar en favor de grupos oligárquicos y antipatriotas, la acción político-partidaria.

 

-No estuvo solo en esta comisión antihistórica Alan García Pérez, le acompañó una camarilla reaccionaria de cómplices que encontró fáciles formas de vivir del Estado, licitaciones con nombre y apellido y muchas otras sutiles maneras de expoliación del dinero del Estado, en suma, lo que las dictaduras y regímenes de fuerza no pudieron, eliminar al Apra, lo consiguieron el nombrado y una fácilmente identificable lista de mercenarios y hampones.

 

-La cúpula, siempre inmoral e inepta, persistió en el disfrute y aprovechamiento de las rentas, bienes muebles e inmuebles, representación internacional del Apra. En lugar de irse y dejar en manos honestas la dirección del Partido, los secuaces herederos se entronizaron en una nave, hoy a todas vistas, con pronóstico de supervivencia muy reservado.

 

-La última campaña electoral del 2016 con Alan García Pérez, obtuvo un magrísimo 5.8% y sólo 5 mediocres parlamentarios. El 2019 no se logró ¡ni un solo legislador!

 

-La aberrante responsabilidad del hundimiento definitivo del Apra la tiene esta cúpula por desligar al Partido de las grandes causas populares que animaron e hicieron del Apra la esperanza de millones de hombres y mujeres. El patético divorcio con la sociedad civil, sindicatos, clubes de madres, instituciones cívicas de toda índole, ha obtenido una presea favorable hacia los grupos de poder, esto es, pulverizar al aprismo del pensamiento contemporáneo de los jóvenes peruanos que sólo abominan de la imagen que proyecta un Apra traicionada por felones y desclasados.

 

-El Comando Nacional de Acción del Apra condena categóricamente a Alan García Pérez y a sus secuaces, muchos de los cuales continuaron esta obra destructora de un movimiento popular, del pueblo y para el pueblo y exige que los genuinos apristas desconozcan a sus integrantes. Subrayamos que muchos de estos sinverguenzas hoy se “arrepienten” pero NO devuelven todas las riquezas habidas en condiciones vergonzosas.

 

-Más aún, quienes profesen la ideología aprista, al desconocer a una cúpula de perdedores inmorales, deben reunirse para la formación de Comandos de Acción en todo el Perú con miras a un gran Congreso Nacional sin alanistas ni traidores de ninguna especie para determinar ¿qué se hace de ahora en adelante?: o asistir a los funerales y exequias del gran movimiento que tuvo mártires y héroes o reconstruir el Partido en una tarea paciente y sólo con gente honrada y limpia.

 

-El Comando Nacional del Apra interpreta la voz indignada de cientos de miles de apristas defraudados y traicionados por una cúpula innoble e incapaz y que jamás representó el sentir de las bases partidarias.

 

Nuestra indignada expresión se vierte libremente ante la conciencia del pueblo y ante el juicio de una historia que tendrá que ser muy severa y castigar a sus traidores y apóstatas.

 

19-12-2020

 

Jesús Guzmán Gallardo (Lima), Edmundo Haya de la Torre Barr (Lima), César Vásquez Bazán (Denver), Héctor Alva Narváez (Miami), Herbert Mujica Rojas (Lima), Manuel Fernández Vega (Lima), Richard La Rosa (Trujillo), Felipe Ñique Cornelio (Madrid), Paul Caro Gamarra (Miami), Santos Alejos Ipanaqué (Chincha), Miguel Asmat Mengoa (Lima), Carlos Caballero Villavicencio (Lima), Ricardo Henry Ortiz Aguirre (Lima), Carmen Alean (Nueva York), Jorge Montenegro (Nueva York), Denisse Pérez Mundaca (Buenos Aires), Carlos Casalino de la Torre (Miami), Miguel Abril Cano (Miami), Gladys Salcedo (Nueva Jersey), Luis Rafael Salcedo (Nueva Jersey), Jorge Luis Ñique Flores (México D. F.), Edgar Pisfil Puma (Lima), Ricardo Elías Roca (Trujillo), Ernesto Ventocilla Rivera (Lima), Nicanor Pariente (Lima), Luis Ríos Villanueva (Lima), Raquel Castillo (Barcelona), Víctor Bellido (Sidney), Carlos Espinosa (París), Benjamín Fernández (Quebec), Javier Huaytalla (Caracas), Marcelo Rodríguez Camacho (Lima), Rodolfo Montes (Nueva York), Martín Funes Arroyo (Trujillo), José Moro (Lima) Raúl Ocaña (Lima) Rubén Reyes (Lima).

Friday, December 18, 2020

¡Inteligencia emocional e inteligencia racional!

 


¡Inteligencia emocional e inteligencia racional!

por Isabel Peña Rodríguez*; isabelpenarodriguez@yahoo.com

http://senaldealerta.pe/salud-mental/%C2%A1inteligencia-emocional-e-inteligencia-racional

https://bit.ly/3haiUBH

 

18-12-2020

 

Hablando de inteligencia emocional e inteligencia racional o también de la dicotomía cabeza-corazón, el ser humano dentro de su “yo” debe programar ciertos componentes:

 

Conciencia de uno mismo, en este punto las personas deben aprender a observarse y reconocer sus propios sentimientos, crear un vocabulario, conocer la relación entre sentimientos, pensamientos y reacciones; toma de decisiones personales; las personas deben aprender a examinar sus acciones y conocer sus consecuencias, saber si los sentimientos y pensamientos están gobernando una decisión asertiva; manejo de sentimientos, controlar la conversación con uno mismo para aprender a captar mensajes negativos como rechazos internos, comprender lo que hay detrás de un sentimiento, por ejemplo, el daño que se oculta tras la cólera, formas de reaccionar ante los temores, la ansiedad, la ira, la tristeza; manejo del estrés, aprender el valor que tienen los ejercicios los métodos de relajación, de la imaginación guiada; empatía, ponerse en lugar del otro y comprender los problemas de los demás, apreciar que la gente siente de diferente manera respecto a las cosas; comunicaciones, convertirse en personas que saben escuchar al otro y plantear preguntas, distinguir entre lo que alguien hace o dice y sus propias reacciones o juicios al respecto, enviar mensajes positivos, hablar de los sentimientos del otro cuando sea posible en vez de buscar culpables; revelación de la propia persona, debemos valorar la apertura y crear confianza en una relación, saber si es posible hablar de los sentimientos personales del otro; aceptación de uno mismo, reconocer nuestros puntos débiles como también nuestros puntos positivos, ser capaz de reírse de uno mismo; responsabilidad personal, asumir responsabilidades, reconocer las consecuencias de nuestras propias acciones, aceptando los estados de ánimo; seguridad de uno mismo, manifestar las preocupaciones y sentimientos sin ira ni pasividad; dinámica de grupo, trabajo de grupo o en equipo, saber cuándo y cómo conducir y en qué momento seguir; resolución de conflictos, como pelear, negociar compromisos.

 

Un resumen de habilidades emocionales que toda persona debe practicar

 

Saber identificar sus sentimientos, partir de una realidad, expresar sus sentimientos, evaluar sus sentimientos, manejarlos, dominar impulsos, reducir el estrés, diferenciar entre sentimientos y acciones.

 

En las últimas décadas han surgido algunas tesis científicas en las que la mente emocional puede ser tan razonable en un momento y tan irracional en otro momento, y el sentido en el cual la mente tiene sus propias razones y su propia lógica.

 

La mente emocional tiene mayor rapidez que la mente racional y se pone en acción sin detenerse en ningún momento a pensar en lo que está haciendo.

 

La mente emocional descarta la reflexión deliberada y analítica que es el sello de la mente pensante.

 

La mente emocional toma decisiones en milésimas de segundos. Las acciones que surgen de la mente emocional acarrean una sensación de certeza especialmente fuerte, una consecuencia de una forma sencilla de ver las cosas que puede ser desconcertante para la mente racional.

 

Cuando ha pasado la tormenta o incluso en el momento de la tormenta o en medio de la respuesta, nos sorprendemos pensando ¿para qué hice esto?

 

¡Nos interesa tu salud mental!

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*Psicoterapeuta

Consultorio: Cerro Verde 125, Dpto. F-2, a una cuadra del Puente Benavides-Surco

Consultas: 944 433 166, 995 006 364 , (01) 751-0574.

 

 

 

 

 

Thursday, December 17, 2020

Beethoven: 250 años, más presente y universal que nunca

 


Beethoven: 250 años, más presente y universal que nunca

por Jorge Smith Maguiña; kokosmithm@hotmail.com

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17-12-2020

 

                                               Reflexiones dispersas a la sombra de su música

 

A Lucy y Daniel

 

“Aquél que venga, después de él, no podrá seguir                                                                                sus huellas. Tendrá que comenzarlo todo de nuevo,                                                                                   pues este genial innovador, terminó llevando la                                                                                     obra de su vida, hasta los límites del arte.”                                                                                                Franz Grillparzer “Discurso en el funeral de Beethoven” 

     

Siempre tuve una especie de reticencia y hasta de temor de escribir sobre Beethoven. El problema es que cuando lo escuchas ya no lo olvidas más. No logras salir de él. Basta escuchar algunas obras de él para caer en su juego y después ya nunca se logra tener la objetividad de observarlo desde fuera.

 

Guardo todavía dos viejos long plays que mi padre compró hace unos 60 años, con la tercera y la quinta sinfonía. Antes, él me había hecho escuchar obras de Mozart y Schubert. La primera obra que escuché de Beethoven fue la sonata Claro de Luna, tocada por la profesora de música de mi hermana, que fue también la mía por algún tiempo. Escuchar sin embargo las dos sinfonías de Beethoven en esos viejos long plays, y ya desde sus acordes iniciales, un poco que me destapó el cerebro. Me pareció algo diferente, a lo poco de música que había escuchado a mis cortos nueve años. Me pareció no sólo algo diferente, sino algo único, como un sonido venido de otro mundo. Mi buen padre que me observaba mientras escuchaba, quizás se estaba diciendo para sí “Ojalá que éste, cuando crezca, no me venga a decir que quiere ser músico”.

 

Creo que escuchar a Beethoven, fue lo primero que me hizo enfrentar a algunos de los productos más grandiosos de la creatividad humana. Fueron justamente esas obras de Beethoven que recuerdo vinieron a mi memoria cuando a los quince años, vi por primera vez Machu Picchu, y cinco después el majestuoso Partenón de Atenas y también cuando una tarde de un frío invierno, unos 45 años después, me encontré solo frente al Tian Tan, el Templo del Cielo de Beiging. Mientras observaba estas obras, grandiosos testimonios de sus respectivas culturas, en el momento preciso de contemplarlas, a pesar de los años transcurridos, insistentemente volvían a mí, el recuerdo de esas sinfonías de Beethoven, con su arquitectura descomunal y al mismo tiempo tan proporcionada, sus simetrías perfectas, su mensaje épico y su belleza inagotable, desde cualquier punto del cual se las mire.

 

Una de esas cosas que siempre agradeceré a mi padre, es haberme dado esos referentes precoces, como eran las obras de Beethoven. Lo que poco a poco descubrí, fue que el mérito de Beethoven era de alguna manera, algo infinitamente mayor, pues era algo individual, mientras que Machu Picchu, el Partenón y el Tian Tan, son obras colectivas, anónimas y que de alguna manera reflejaban la creatividad y el espíritu de los pueblos que la construyeron.

 

Las obras de Beethoven, las admiramos, apreciamos y amamos porque son un portento de creación individual. Todo eso nos enseña que cuando un individuo creador, extrae, refleja y sintetiza lo mejor que hay dentro de sí y lo combina con el mensaje positivo que quiere entregar a una sociedad, el pathos y la urgencia creadora, dan lugar a obras, cuyo alcance no tiene fronteras, y que por fuerza son universales. Ese es el logró del legado beethoveniano. Por eso lo celebramos, por eso siempre Beethoven fue celebrado ininterrumpidamente, gracias a las geniales obras que nos dejó en sus casi 40 años de vida productiva. No tuvo la precocidad de Mozart o de Mendelsohn, esos elegidos por los dioses a los cuales la vida se los llevó  a una edad temprana.

 

La obra de Beethoven ha sobrevivido a todos y definitivamente sobrevivirá a una humanidad, que cuando la observamos al detalle, lo más evidente que podemos decirnos, es que no ameritaba tener a hombres como Beethoven. Estoy seguro, también, que si algún día llegan seres inteligentes de otros planetas, cuando ya la especie humana haya desaparecido de la faz de la Tierra, al llegar esos seres inteligentes aterrizaran lo más cerca posible del Zentralfriedhof (el Cementerio Central) de Viena. Sin duda, y buscando un poco, aunque cubierta por la hierba encontrarán el pequeño mausoleo del genio y se inclinarán reverentes y al partir descubrirán con sorpresa, al consultar el calendario, que aquel día era el 17 de diciembre del año 2270 y se cumplían 500 años del nacimiento de Beethoven.

 

Beethoven, Lenín, Maradona y la pandemia

 

La pandemia y sus estragos, todavía imposibles de medir en lo sanitario, económico y sobre todo social y psicológico, serán recordados como el telón de fondo del 150 aniversario del nacimiento de Lenín, de la muerte de Maradona y casi al finalizar el año, del 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Los tres en sus respectivos ámbitos, tuvieron logros desconcertantes, en cada uno de los casos, ellos son el ejemplo de lo que puede lograr la voluntad humana individual. En un caso como el de Lenín, por su impetuosa personalidad, su intransigencia y una oratoria inflamada, una voluntad de acero y una convicción sobrehumana, que todos le reconocemos, logró sus objetivos. En el caso de Maradona, él tuvo una creatividad increíble en el campo de fútbol y también la capacidad de tomar decisiones en una décima de segundo que le permitieron hacer algunos de los goles mas célebres de la historia. A Beethoven, le fueron suficientes unas partituras donde plasmar los productos desmesurados de su capacidad creadora, donde aterrizar con su temblorosa mano, con ese lenguaje inmaterial pero que nos hace sentir y pensar y que nos afecta de modos tan diversos, como ningún otro arte y que es la música. El, más que nadie, hizo realidad aquellas palabras de Aldous Huxley: “Hay dos formas de expresar lo inexpresable: una es el silencio y la otra es la música”.

 

El gran escritor Eduardo Galeano no se equivocó al decir que Diego Armando Maradona, era algo así como el más humano de los dioses, pues en términos racionales era difícil de comprender lo que podía hacer con la pelota cuando estaba inspirado. Pero al igual que los dioses de la mitología griega, aunque ellos eran inmortales, al margen de sus capacidades divinas, ellos como los humanos, en los actos de su existencia no dejaban de estar marcados de un sino trágico. Para los semi dioses, la situación era aún algo peor, pues algún defecto tenían, alguna falta original acarreaban, que les impedía tener una total perfección y las consecuencias de esa falta, las tenían que asumir y expiar a lo largo y ancho de la eternidad. Tal era el caso de Prometeo y de Tántalo. No es casual que Beethoven haya escrito una obra denominada, “Las criaturas de Prometeo”.

 

Maradona tenía todas las perfecciones de Pelé, de Ronaldo y de Messi, pero tenía esa contradicción trágica en su personalidad, que lo hacía vivir en una tensión permanente, al punto que terminó buscando refugio en excesos de todo tipo, que lo llevaron a un callejón fatal cuando se volvió adicto a diversos tipos de drogas, que terminaron minando su salud física y mental. Cuando regresaba a la “normalidad”, se veían en el campo de juego, rezagos de sus antiguos y grandiosos logros, pero su salud ya estaba mellada por dentro. El estrago de sus excesos ya había dejado una procesión permanente en su debilitado cuerpo. El, alguna vez, como siempre recordaremos con un tono de arrepentimiento, pronunció esas palabras casi filosóficas “No hay que manchar la pelota”. Quería significar con eso que a pesar de los arreglos y negociados turbios de la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociado), del fútbol como negocio y en forma indirecta denunciar también, los excesos y extravagancias de muchos deportistas que hacían dinero demasiado jóvenes y demasiado rápido, como suele ocurrir hoy en día. El defendía que el deporte del fútbol, practicado como un arte, con pasión y entrega era algo que propiciaba la virtud y el ejemplo. La vida habrá podido ser manchada

-nos decía- por inesperadas circunstancias, por el mismo entorno que tolera y a veces hasta aplaude los excesos de un deportista exitoso, pero ningún exceso debe manchar la pelota, esa herramienta sencilla que permite producir armonía y belleza como quizás, ningún otro deporte.

 

“Mens sana in corpore sano” dice el dictum latino y nadie como el gran Maradona vivió esa tensión, la conciencia dolorosa y de alguna manera culpable, de que su inteligencia futbolística ya no podía funcionar en un cuerpo que ya no estaba sano. Maradona era argentino y se ha ido apenas cumplidos los 60 años. Argentina es un país muy especial, lleno de tantas individualidades, tan talentosas en los más diversos campos. La hermosa ciudad de Buenos Aires, pasa por ser el lugar del mundo, donde la proporción de personas que están en psicoterapia en relación al número de habitantes, es la más alta del planeta. Es un país, por otro lado, con una clase política que de tiempo en tiempo hace entrar al país en trances autodestructivos realmente incomprensibles, a situaciones que desafían la razón y el sentido común, que confrontan y dividen al país. Quizás por eso mismo, Argentina precisa de tiempo en tiempo, esas ausencias inesperadas de sus ídolos, que de alguna manera son traumáticas, pero que temporalmente, por lo menos, los unen. Ocurrió con la muerte de Carlos Gardel, con la de Eva Perón, de Gustavo Cerati y ahora con la partida de Maradona. Lo han llorado y despedido, como se siente la ausencia irreversible de un hijo único, para muchos quizás también como la pérdida de un hermano y para otros, quizás como la ausencia definitiva de un padre. Millones de argentinos, por lo mismo, han visto acongojados pasar el féretro que lo llevaba a su tumba. Algo de ellos se iba con él.

 

A Beethoven y a Lenín, la vida se los llevó a una edad relativamente mas temprana aún. Al primero apenas a los 57 y al otro a los 54, cuando en disciplinas que no sean las deportivas un hombre creador, suele estar en pleno florecimiento de sus capacidades. Muchas de las más geniales obras de Haydn o de Verdi se hicieron pasados los 70 años. Lenín lideró la revolución de octubre, a la relativamente temprana edad de 47 años, para morir solo 7 años después. Ambos, el alemán y el ruso, en sus respectivos campos tuvieron vidas que podríamos calificar de épicas. Beethoven después de sus 22 años en Bonn, se mudó a Viena donde viviría los 35 años restantes de su vida. Cuando se alejaba de Viena, no era para ir muy lejos, y mas bien casi siempre, para cumplir sugerencias médicas de ir a baños termales para disminuir diferentes achaques a su salud. De Viena casi no salía, pero dentro de Viena, se mudó unas 32 veces, al igual que esas 32 sonatas para piano que reflejaron gran parte de su genio. Todos sabían en Viena quién era Beethoven o lo habían visto alguna vez, por el simple hecho que para relajarse, el compositor hacia largas caminatas casi todos los días del año, en invierno o verano, aunque lloviese o nevase, allí estaba él, caminando por sus calles, o en alguno de sus bellos parques. O bares o donde fuese. Con su apariencia y silueta tan especial,  lo muestran muchas caricaturas de la época. Era parte del paisaje urbano. Todos querían a Beethoven, todos lo admiraban a pesar de sus extravagancias.

 

En una ciudad como Viena, que tenía en 1827, el año de su muerte, unos 250,000 habitantes, se afirma con creíble certitud, que por lo menos 30,000 personas asistieron al entierro de Beethoven. Algunos grabados de la época muestran lo multitudinario que fue esa despedida. Viena, la ciudad de la música, despidió con el mayor afecto a quien encarnaba el genio musical. Y debió haber sido impresionante ver salir el féretro de Beethoven hacia el cercano cementerio de Währing. Los aristócratas vieneses, que idolatraban a Beethoven, hubiesen querido cargarlo, pero el honor de llevar en hombros el féretro le fue concedido a los mejores músicos de Viena, a los maestros de capilla, liderados por Hummel, en un cortejo donde adelante iba Schubert llevando la antorcha que precedía el cortejo. Demasiado acongojado se encontraba y hasta débil para poder cargar el féretro. Solo días antes le había hecho llegar a Beethoven, algunos de sus lieder. Como él, muchos no querían pasar a ver al maestro, que sabían tenía los días contados. Schubert moriría solo un año después, a los 31 años.

 

Lenín mas bien tuvo una vida algo errante, condenado al exilio y también al destierro, vivió esas amarguras de estar lejos de la familia y de su amada Rusia. Su apoyo y compañía fue siempre la presencia generosa y ferviente de su esposa Nadiezka Krupskaya. Beethoven, no tuvo nunca una relación femenina estable. Su personalidad tan extravagante generaba, en muchas mujeres fascinación y rechazo. Varias veces estuvo a punto de casarse, pero el pan se quemó en la puerta del horno. Tenía Beethoven, además, una repetitiva y patológica tendencia a buscarse amores imposibles, que sabía que en la práctica eran inaccesibles. Todo indica que tuvo relaciones más que amicales, con diversas mujeres y sobre todo con varias integrantes de la nobleza, y con algunas mujeres casadas incluso. Su vastísima correspondencia indica que en algunos casos hubo mas que amistad. No cabe explayarnos sobre eso, en este escrito, pero material hay de sobra para verificarlo.

 

Los inicios mismos de la revolución rusa de 1917 encontraron a Lenín fuera de Rusia, pero su intransigencia en denunciar el despotismo de los zares y de organizar a los exilados rusos en el exterior, era conocido por todos. Por eso, llegado el momento, nadie dudó de que el más indicado para conducir la revolución era Lenín. Solo alguien de una capacidad de trabajo inagotable, de una capacidad de persuasión fuera de lo común, como la tenía él, podía lograr coronar un evento tan decisorio en la historia de Europa y de alguna manera del mundo, como lo fue la Revolución Rusa de 1917.

 

Un hilo dorado, de alguna manera, hubo entre Beethoven y Lenín. El ruso había recibido una educación esmeradísima por parte de su padre que era un funcionario del gobierno y que tenía una biblioteca que lo familiarizó con la literatura rusa y francesa. Lo interesante era que la madre de Lenín era de origen alemán. Ella era también pianista y les enseñó a tocar piano a Lenín y su hermana y los dos disfrutaban tocando piano a cuatro manos. Incluso hay documentación diversa, indicando que Vladimir Illich (Lenín) muchas veces acompañó a su hermana a ver presentaciones de ópera. Gracias a su madre y a través de ella, Lenín conoció y también se interesó por la literatura alemana. De allí su interés por Goethe, como también por Schiller y a través de su madre, se interesó también por la literatura inglesa. Lenín nunca dejó de expresar su interés por la cultura alemana, y de alguna manera, creyó que si en algún lugar debería ocurrir la primera revolución proletaria, ésta sería en Alemania. La historia giró en otro sentido y paradójicamente, la revolución terminó haciéndose en Rusia, gracias al mismo Lenín.

 

Alguien de una educación tan rica y esmerada como la que tuvo Lenín, hacía que no le fuese indiferente el tema del arte en general y de la música en particular. Un gran amigo de Lenín, como lo era el gran escritor Maximo Gorki, que había estado casado con una pianista, siempre le inoculó el interés sobre la música. Lenín visitó a Gorki cuando éste vivía en Italia durante los años de exilio y se vieron mucho ya triunfada la revolución de octubre, a partir de 1917 en Rusia.

 

De esos años viene justamente ese recuerdo preciso de Gorki (1) cuando invitó a Lenín al departamento de su ex esposa, la pianista Peskvovaia, para que escuchase a un amigo de ella interpretar la sonata Appassionata de Beethoven, sabiendo que era una obra que fascinaba a Lenín. Decir que le fascinaba dicha sonata, es poco decir. A Lenín le obsesionaba escuchar dicha obra, el tono sombrío con el cual comienza y cómo, progresivamente, se va dirigiendo hacia un final feliz. Lenín veía en esta obra, algo así como una metáfora de lo que había sido  su propia vida y su larga y dolorosa lucha, hasta lograr el triunfo de la revolución bolchevique. Algunas de las reflexiones de Lenín que nos reporta el talentoso Gorki, fueron “Si sigo obsesionado por esta sonata, no tendré tiempo de culminar la revolución”. Lo curioso es que a Lenín, algo así como que le incomodaba, el hecho mismo que a él, le gustase esa sonata. Le incomodaba  que personalmente, él pudiese experimentar una emoción estética y por lo mismo placer, escuchando una música como la Appassionata que había sido producida para un público y una sensibilidad burguesa.

 

Además Lenín, había sido muy familiarizado a la música para piano de Beethoven por Inesa Armand, una pianista ruso-francesa, con la cual mantuvo una relación, de alguna manera tolerada por su esposa. Los tres convinieron incluso una temporada en una casa en las afueras de París. Para colmo Lenín, hizo que Inesa fuese, fuera de su esposa, una de las mujeres que se embarcaron en el tren blindado que partiendo de Suiza, atravesó Alemania y luego a través de los países nórdicos se dirigió a Rusia. El tren cargado de una treintena de dirigentes comunistas llegó hasta la estación de Finlandia en San Petersburgo, dando inicio a la revolución rusa.

 

También se cuestionaba el obsesivo Lenín, el por qué le gustaba el arte griego, cuando aquellos que construyeron el Partenón, crearon las tragedias griegas y las comedias de Aristófanes, cuando ese arte era de los griegos que vivían en una sociedad que era todavía una sociedad esclavista y en la cual los usufructos de la denominada democracia, eran privilegio solo de los ciudadanos libres, lo cual le parecía intolerable a Lenín. En eso, sus reticencias o hasta podríamos decir remordimientos, de alguna manera caían en el vacío, pues uno puede tener gusto o interés por la música barroca y no por eso defender una ideología monarquista.  No sabemos si Lenín supo que dos de sus admirados y hasta venerados maestros, tenían admiración por obras que suponían una ideología muy diferente de aquella que defendían. Las fotos de ellos, durante años, junto a la suya, adornaban los muros de la Unión Soviética. Me refiero a Marx y Engels. Marx podía recitar largos párrafos de la “Divina Comedia” de Dante (2), aun a sabiendas que el poeta italiano era partidario del papado y también que Engels, el generoso compañero de Marx, gustase más las novelas realistas del burgués Honoré de Balzac, que los escritos de carácter socialista del francés Lafarge y de Sué.

 

Las convicciones políticas de Beethoven

 

Beethoven, a su manera, vivió las contradicciones que vivió Lenín, en sus reticencias políticas, pero el maestro de Bonn, las vivió dentro de su espíritu creador. En eso Beethoven era menos intolerante que Lenín y sus gustos sobre muchas cosas, en no poco reflejaron una época de profundas y hasta violentas mutaciones como las que le tocó vivir. La revolución francesa se produjo cuando Beethoven tenía apenas 19 años. El evento suscitó su interés y su adhesión. El ruso vivió siempre la tensión entre la ética inherente a la acción política, que implicaba una entrega total y la sensibilidad burguesa hacia el arte. Beethoven vivió sin duda lo mismo, pero de otra manera. Hasta la edad de 22 años vivió en su ciudad natal Bonn, y de alguna manera recibió los ecos de la revolución francesa que ocurrieron en 1789. Bonn no esta muy lejos de París, como sí lo estaban San Petersburgo y Moscú. Estos años formativos recién se están estudiando de una manera exhaustiva (3). Los nuevos ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad inflamaron a Beethoven, desde el inicio y quizás progresivamente menos, el tema de la Igualdad, en una época en que las diferencias de clase eran muy marcadas y en las que el acceso a la educación y por lo mismo a tener una sensibilidad a ser receptivo a obras de arte, por lo menos en la forma que el compositor las concebía, era un privilegio de pocos. Los ideales revolucionarios franceses siempre los tuvo presentes y de allí también su interés temprano por la obra de Schiller, cuya Oda a la Alegría, ya la conocía Beethoven casi 30 años antes de introducirla en su Novena Sinfonía.

 

Apenas llegado a Viena, de alguna manera Beethoven ocupó el lugar dejado por Mozart en 1791, que había muerto, un año antes de su llegada. Era un intérprete requerido desde todos lados y un compositor exitoso capaz de recibir más pedidos de composiciones que las que podía cumplir. Desde su llegada a Viena, Beethoven tomó conciencia, que su nicho de público de alguna manera era la nobleza y sus alumnos. Podemos decir, mas bien sus alumnas, las cuales eran chicas de la alta sociedad vienesa, por no decir de la nobleza. A Beethoven sin embargo le molestaban los modales acartonados de la nobleza, la actitud un tanto servil y reverente que la creciente clase burguesa tenía hacia los nobles y la deferencia misma, que los grandes artistas de su tiempo tenían hacia ellos. Las mentalidades y los comportamientos, no cambiaban tan rápido como los cambios políticos que se estaban dando. Habían incluso avances y retrocesos. Goethe mismo, hacia quien Beethoven tenía una admiración sin limites, en los pocos días que se encontraron, le sorprendió que tuviese deferencias exageradas hacia la nobleza. Una vez lo notó en el comportamiento de Goethe, hacia la comitiva de la esposa del duque, con los cuales se cruzaron en sentido contrario, mientras caminaban dando un paseo juntos, estos dos gigantes de la cultura alemana. Beethoven de alguna manera le dijo a Goethe: “Son ellos que deberían saludarnos a nosotros”. Era claro que el autor del Fausto había sido educado a la usanza del antiguo régimen, y que su talento y ya consagrada celebridad, no lo eximía de guardar los antiguos modales, aunque Goethe mismo era un noble y era además ministro del pequeño ducado de Weimar, donde él vivía.

 

Los nobles instalados en Viena y muchos otros, literalmente, adoraban a Beethoven. Literalmente se desvivían por tenerlo en sus palacios o invitarlo a cualquier evento que patrocinasen. Lo que ocurre es que si en algún lugar, se puede decir que hubo un despotismo ilustrado, fue en la corte de los Habsburgo y la nobleza instalada en Viena. El refinamiento intelectual, el gusto por el arte y sobre todo la pasión por la música, era de un nivel nunca antes logrado, y que no se repitió en ningún lugar (4). El embajador de Francia en Viena en esos días era nada menos que el Mariscal Bernardotte, uno de los mas fieles lugartenientes de Napoleón, que se casó con una concuñada de José Bonaparte, hermano de Napoleón. El hábil e ingenioso Bernardotte, años después, terminó incluso siendo rey de Suecia. En algún momento en 1798 cuando vivió en Viena, habría hecho saber, que le encantaría que Beethoven escribiese alguna sinfonía sobre Bonaparte, enterado sin duda del fervor republicano y admiración por Napoleón, que se le conocía a Beethoven. El embajador ruso en Viena, era Razumowsky, a quien Beethoven dedicó algunos de sus más bellos cuartetos y quien fue desde que llegó a Viena, alguien muy cercano al compositor.

 

Los embajadores en Viena, apenas llegaba un miembro de la casa real de su país, se desvivían por presentárselo a Beethoven. Así el maestro tuvo una gran amistad con el príncipe Galitzin de Rusia, quien estrenó en Rusia algunas de sus obras. De igual modo los nobles ya instalados en Viena como los príncipes Lichnowsky y Lobkobitz así como la condesa húngara Erdödy y el principe Kinsky, así como también el conde Waldstein, a quien dedicó una de sus más bellas sonatas. Todos ellos eran muy cercanos al compositor. Incluso en un momento en que Beethoven, algo indigestado de Viena, estuvo tentado de ser contratado para ir a trabajar al norte de Alemania, donde un hermano de Napoleón ocupó un cortísimo reinado, al enterarse del hecho varios nobles vieneses capitaneados por el archiduque Rudolph, hermano del emperador, el príncipe Lobkovitz y el príncipe Kinsky hicieron una bolsa de dinero para garantizarle una suma de dinero que le diese una pensión anual vitalicia, para que Beethoven no abandonase Viena. La suma no era poca, pues era una pensión de 4,000 florines de la época, lo que es el equivalente a unos 120,000 dólares actuales. No es poco dinero, ni en aquella época ni ahora. Eso indica la altísima estima en la cual los vieneses tenían a los artistas. Para ellos era un privilegio tener como vecino al genial compositor, aunque sus hoscos modales que fueron acentuándose conforme avanzaba su sordera, hicieron que hubiese un distanciamiento por parte de algunos. Beethoven sin embargo siempre guardó una gran gratitud por todos ellos, a casi todos les dedicó algunas de sus obras. Incluso la 3ra. Sinfonía, que era de sus obras, la que Beethoven más amaba y que inicialmente iba a nombrarse “Napoleón” y que quiso dedicársela al gran corso. Desilusionado por el acuerdo hecho por Napoleón con el papado, la disolución de la república y el auto coronamiento de Napoleón como emperador, esto dio lugar a que la dedicatoria cambiase y la obra terminó siendo dedicada al príncipe Lobkovitz, a quien dedicó también años después la 5ta y la 6ta sinfonía. Era increíble la importancia que tenía la música para la nobleza vienesa y el caso mas especial era el de Lobkovitz, quien no solo apoyaba a Beethoven, sino estaba obsesionado por hacer y mantener una sala de conciertos en su palacio y de mantener por sí solo una orquesta, por lo cual terminó, incluso, arruinándose.

 

Beethoven de alguna manera, intuyó que progresivamente las decisiones que iba tomando Napoléón, poco a poco traicionaban los ideales republicanos de la revolución y erosionaban los ideales de fraternidad y que al consolidarse en una autocracia terminaría por pisotear los derechos individuales. Eso fue una gran decepción para él. El tema de la igualdad, está claro que era algo meramente declarativo. Con algunos logros, sobre este tema, el mundo actual sigue con las mismas brechas, aunque la nueva lectura de la democracia no es el que todos sean iguales, sino que tengan igualdad de oportunidades. En una época de grandes mutaciones, como la que estaba viviendo el compositor, era imposible tomar partido definitivo por uno u otro bando. Ambos bandos coexistían en múltiples formas y situaciones.  Beethoven vivió esa contradicción. Mozart ya la había vivido de alguna forma, al querer instalarse por su cuenta en Viena. Ambos tuvieron ingresos irregulares por su trabajo de compositores, pero evidentemente los tenían, pero no tuvo Mozart en su corta vida esa preferencia tan explícita de apoyo financiero como la que le dio, la nobleza establecida en Viena a Beethoven.

 

Por otro lado, en la época del compositor se vivía todavía los rezagos de formas musicales como el barroco y Beethoven ayudó a consolidar la forma clásica que ya había sido encarnada por Haydn y Mozart. Lo que sí estaba cambiando, era que los conciertos y las manifestaciones musicales no se daban solamente en los palacios o en las iglesias o en los salones de música de la nobleza. Ya comenzaban a haber teatros que eran administrados por personas privadas, que vendían suscripciones a conciertos. Pero fuera de las condiciones y espacios donde se producía música, era ese nuevo lenguaje musical que estaba introduciendo Beethoven, que a veces generaba, resistencias y desconcierto, pero también fascinación. Beethoven terminó imponiendo sus creaciones a un público tan exigente como el vienés, en una ciudad llena de tantos artistas talentosos. En el nuevo lenguaje musical que estaba creando, Beethoven introducía su emotividad personal y hasta sus ideas, y eso era algo totalmente inédito en el lenguaje musical. Eso le dio un sello inconfundible a su obra y abrió nuevos derroteros al arte musical que los músicos románticos se encargaron de consolidar. En eso, siendo clásico, al acentuar el elemento expresivo, Beethoven se convirtió en un precursor y un referente de los compositores románticos, que de alguna manera lo reclamaban como su progenitor, Schubert y Schumann, sobre todo, por solo citar algunos. Cuando escuchamos muchas obras de Beethoven nos da la impresión que hay un pleito cósmico que se está  jugando, pero también hay un relato personal que se nos cuenta.

 

Muchos han dicho que la música de Beethoven es una de las primeras en transmitirnos ideas, no sólo una forma de sentir sino también de pensar las cosas. Un hombre tan lúcido como el sociólogo francés Edgar Morin, que a pocos meses de cumplir 100 años, sigue siendo tan lúcido y productivo, nos dice que el descubrimiento y la frecuentación de la obra de Beethoven, fue de una gran influencia en su formación intelectual, equivalente a la que después tuvieron diversos filósofos o escritores sobre su obra. En sus bellas memorias, Morin nos cuenta cómo a los 14 años, descubrió escuchando en la radio la 6ta. Sinfonía, la Pastoral de Beethoven, y de allí en adelante iba todas las semanas a los conciertos, pero sobre todo cuando se interpretaba Beethoven. Recuerda que el escuchar la Novena sinfonía, fue algo crucial en su vida. “Mis cabellos algo así como que se me pararon, sentí una especie de éxtasis inesperado. Algo totalmente desconocido y comprendí que por fin había encontrado algo equivalente a la verdad” (5).

 

La música en sí, es un lenguaje abstracto, que permite diversas lecturas y reacciones, pero es cierto que como ningún arte, música sobre todo como la de Beethoven, es algo que encierra dentro de ella muchísimos niveles. Sus obras, contienen una lucha, una oposición de temas que es lo inherente a la forma sonata, pero que para nuestra subjetividad, es una lucha, que busca una solución, una resolución que conduce a una especie de luz, a un sentimiento de libertad y de entusiasmo y que es lo que subjetivamente se denomina el triunfo del héroe. El tema de la libertad y la luz son permanentes en la obra del compositor y explícitamente en su única opera “Fidelio”. Las obras principales de Beethoven, usualmente comienzan en notas menores y a veces en una atmósfera muchas veces sombría, dubitativa y confusa pero luego terminan en una triunfante nota mayor. Beethoven induce a una especie de energía, que algunos podrían llamar fe o esperanza, que se explicita claramente en su Novena sinfonía, y evidentemente también en sus conciertos para piano y muchas de sus obras. Al hablar exhaustivamente con amigos músicos, esa es la sensación común y la idea que tienen al escuchar o interpretar Beethoven y hasta podría decir que ese es el sentir universal que induce su música. He escuchado está opinión convergente en músicos de los mas diversos continentes y nacionalidades. Hay un élan vital en Beethoven, algo que aún en sus mas pesimistas momentos no deja de afirmar la vida. Su música es radioactiva, es energía pura. Por eso la obra de Beethoven marca un antes y un después en la historia de la música. Por eso algunos directores de orquesta me han dicho que después de haber dirigido todas las sinfonías de Beethoven, la percepción que tienen de su profesión y lo que significa la música y de alguna manera el arte, tienen otra significación en sus vidas.

 

Hay una coherencia interna increíble en la música de Beethoven. Ya sea en sus grandes obras sinfónicas, su ópera Fidelio o la Misa Solemnis, ya sean sus sonatas o conciertos, o las cortísimas Bagatelles, que son sonatas que duran solo unos minutos, forma y fondo tienen una calidad equivalente.

 

No hay lugar para la banalidad en Beethoven. Pequeña o grande que sea la forma musical que utiliza Beethoven, la densidad y consistencia de su pensamiento musical siempre es la misma. En lo macro y en lo micro, Beethoven siempre tiene la misma calidad, en todas mete todo el paquete, rigor formal y calidad expresiva en forma equilibrada. Ningún músico ha logrado eso con la misma regularidad a lo largo de toda su existencia creadora y manteniendo al mismo tiempo un altísimo mismo nivel.

 

La tragedia de la sordera en Beethoven: los efectos en su vida y su obra

 

Beethoven comenzó a tomar conciencia de que estaba perdiendo la audición a una edad muy temprana, aproximadamente a los 26 años, cuando ya estaba instalado en Viena, como concertista y compositor y con un futuro muy prometedor. Aún cuando los medios para medir el grado de sordera que uno tiene eran muy rudimentarios en la época, se considera que hacia 1802, a la edad de 32 años, Beethoven ya había perdido un 60% de su capacidad auditiva y unos 15 años después, casi el 80%.

 

Evidentemente eso no dejó de tener consecuencias, quizás no en su trabajo de compositor en un primer momento, pero progresivamente, sí en su vida de interprete, de director de orquesta y, sobre todo, en sus relaciones personales. Estas últimas se deterioraron mucho. La forma artesanal de salir del apuro para comunicarse, fue el uso de los llamados CUADERNOS, que era donde le escribían a Beethoven lo que le querían decir o preguntar a lo cual él respondía verbalmente. De todas maneras, la sordera lo llevó a establecer una relación epistolar muy rica con muchísimas personas, sobre todo con las mujeres con las cuales tenía algún tipo de relación. Caso muy preciso es la relación que mantuvo Beethoven con Nanette Streicher, a quien con su esposo los conoció apenas llegó a Viena en 1792. Ellos tenían una fábrica de pianos. A ella, a Nanette Streicher, Mozart la había conocido de niña y le vaticinó una buena carrera como pianista. Ella y su esposo tenían uno de los mejores salones musicales de Viena, por el hecho mismo que fabricaban pianos. Beethoven congenió muy bien con ellos, pero conforme pasaron los años la amistad hacia ella se convirtió en otra cosa y hasta generó una especie de dependencia psicológica. Beethoven pasaba gran parte del tiempo mudándose de un lugar a otro, cambiando siempre de criados y de asistentes pues era muy desconfiado, y tenía un apoyo permanente para todo eso en Frau Streicher. El buscaba cualquier pretexto para pedirle que ella venga a verlo. En un cortísimo lapso de tiempo, por ejemplo pocos meses en 1817, hay más de 60 cartas dirigidas a ella. Ya las visitas tan constantes comenzaron a generar múltiples sospechas, en una ciudad muy dada al chisme como siempre lo fue Viena. Las notas al respecto de estudiosos tan serios como Maynard Solomon (6), en su magistral biografía de Beethoven, y los estudios más específicos de Sterba (7), sobre la correspondencia de Beethoven, muestran la evidencia de esta relación, que era algo más que una simple amistad. Por mutuo acuerdo, Beethoven y la señora Streicher, tuvieron que cortar por lo sano. Solomon, incluye en su biografía dos misivas muy precisas, concernientes a esta relación, cuando ambos tomaron esa decisión: “Me alegro ver que usted misma comprenda, que para mí es imposible volver a poner el pie en su casa” escribió Beethoven, para luego agregar, “Sería bueno para usted, como ciertamente lo sería para mí, que no permitiéramos que mis dos criados adviertan que lamentablemente ya no puedo tener el placer de ir a verla. Pues si no respetamos este distanciamiento, pueden sobrevenir consecuencias muy desastrosas para mí, porque podría parecer que en este aspecto usted desea separarse del todo”. Mas claro que el agua. La relación era fuerte. Había que cortar. Se perdona el pecado, pero no el escándalo.

 

Paralelamente a su sordera, algo que podemos decir que terminó envenenando la vida relacional de Beethoven, fueron las diversas disputas de todo tipo y sobre todo de carácter legal que tuvo con su cuñada Johanna van Beethoven, viuda de su hermano fallecido en 1815. Beethoven le tuvo una enemistad y desconfianza a ella. Se empecinó en una lucha sin cuartel con su cuñada por la custodia de su sobrino Karl, aduciendo que su cuñada era una irresponsable y una libertina. Todo indica que el sobrino no siempre se encontraba feliz de convivir con su tío que además de su sordera que dificultaba la comunicación, tenía un comportamiento muy tiránico con él. Beethoven en diversas ocasiones lo puso en diversos internados privados que le costaban mucho dinero, pero a ningún precio quería que el sobrino viviese con su madre natural. El resultado fue que muchas veces el sobrino se fugó para ir a ver a su madre. Ya entrada la adolescencia, el pleito entre Beethoven y su cuñada seguía, y terminaron yendo a los tribunales para definir la custodia. Beethoven incluso utilizó la llegada que tenía hacia miembros de la nobleza y sobre todo el archiduque Rudolph para que el fallo sobre la custodia salga a su favor y de alguna manera lo logró. Eso no resolvió las cosas, pues las relaciones continuaron siendo tensas entre tío y sobrino. Hasta que llegó un momento en que el adolescente desesperado quiso suicidarse, lo cual fue un episodio muy penoso que llevó a la desesperación a Beethoven. Eso ocurrió apenas pocos meses antes de su muerte. Hubo una reconciliación del sobrino con el tío, pero el episodio agravó incluso la salud mental de Beethoven que ya se encontraba en un estado de salud física lamentable.

 

Lo realmente extraño, es que si bien los pleitos con su cuñada fueron interminables, en los años centrales de dichos pleitos, que fueron entre 1817 y 1820, y que las cosas fueron a los tribunales, robándole un tiempo precioso a Beethoven, la regularidad de su capacidad productiva no cambió. Claro que Beethoven perdía mucho tiempo y que si no lo hubiese perdido nos hubiese dado unas 20 ó 30 más geniales obras. Esos años fueron una época de excepcional creatividad. Es cierto entonces, que muchas veces algunos tipos de tensiones exacerban la capacidad creadora. Los genios tienen una forma casi esquizofrénica de funcionar mentalmente. Nada interrumpe la unidad interna de su obra creadora. Definitivamente están en otro mundo, aun cuando en muchas cosas, comparten y hasta se deleitan de pasar las mismas miserias que el común de los mortales.

 

Beethoven como sabemos, perdió a su madre a los 17 años y como hermano mayor, pasó a tomar las riendas de la casa. El mismo hecho de que su padre que tenía un alcoholismo crónico, era incapaz de administrar el hogar. Era muy penoso para Beethoven y sus pequeños hermanos ir a buscar a su padre, que era músico, para traerlo a casa, en un estado etílico lamentable. En realidad eso hizo a Beethoven, sentirse doblemente huérfano, sin madre y con un padre funcionalmente ausente. Todo eso, desarrolló en el genio de Bonn, un comportamiento resiliente, que le permitió también salir adelante en el futuro, a pesar de la sordera que deterioró su vida relacional. El quiso siempre tener una familia y de alguna manera esa obsesión de obtener la custodia de su sobrino, era tener la posibilidad de asumir un rol de padre pues nunca tuvo hijos propios.

 

Muchos estudiosos piensan que Beethoven, hubiese de alguna manera querido formar pareja con la viuda de su hermano, con Johanna, pero Beethoven , nunca le perdonó el comportamiento que ella tuvo con su hermano. Al referirse sobre ella, escribiendo a terceros siempre lo hace de una forma muy hiriente por no decir violenta. Evidentemente cuando de la misma forma se refería Beethoven sobre Johanna, al hablarle a su sobrino, eso le parecía al sobrino intolerable. Al final llegó a una buena reconciliación con su sobrino Karl, quien siguió una carrera en el ejército, para después retirarse y a quien lo dejó además como único heredero, e indirecta y póstumamente podemos decir que se reconcilió con su cuñada. Un testimonio por lo menos, de los que estuvieron presentes en el momento que expiró el genio, el testimonio de Anselm Huttenbrenner, indica que Johanna estaba presente, como también el inefable Schindler. No nos sorprendería que dicha reconciliación se haya producido póstumamente. Beethoven, no había dejado de sentir una cierta culpabilidad, de que obsesionado por su vehemencia de tener la custodia, estaba privando a Johanna de su hijo y a Karl de su madre. Hombre sensible después de todo, Beethoven se guardaba para sí mismo esta culpabilidad. No es por lo mismo gratuito que en uno de sus esporádicos diarios, en días que tenía sus pleitos ante los tribunales, había transcrito estas palabras de Schiller, su admirado poeta, “Siento y comprendo profundamente eso, que la vida, no es quizás la principal de todas las bendiciones, pero lo que sí puedo decir, estoy seguro, es que la culpa es el peor de todos los males”. Johanna además, sí estuvo además presente en el entierro de Beethoven, con Karl, con los leales hermanos von Breuning y otros cercanos.

 

Beethoven se podría decir, que al nombrarlo heredero a su sobrino Karl, lo dejó bien parado. Tenía acciones bancarias, por no menos de 8,000 florines y con sus pertenencias que se vendieron, la suma alcanzo unos 10,000 florines, lo cual era el equivalente actual de unos 300,000 dólares. Viena, fue siempre una ciudad muy cara, y los ingresos de los buenos músicos y compositores eran superiores a los que se cree.

 

Debe haber sido muy caótico para cualquiera, cohabitar o tener una relación seguida con el compositor, por lo desordenado y extravagante que era en su vida cotidiana. Los grandes creadores, suelen ser gente muy desadaptada y Beethoven no fue una excepción y si a esto se agregaba la sordera y los permanentes problemas de salud, la situación se vuelve explosiva. Creemos que de lo mucho que se ha escrito sobre la personalidad de Beethoven, es Maynard Solomon, quien logra en pocas líneas hacer el mejor retrato, sobre lo contradictoria y compleja que era la personalidad de este genio. En su biografía hay momentos de análisis realmente luminosos, como el que transcribimos:

 

“En las tabernas o restaurantes, se disputaba con los camareros acerca del precio de cada artículo, o pedía su cuenta sin haber consumido. En la calle, sus gestos exagerados, su voz estridente y la risa resonante determinaban que Karl se sintiese avergonzado de caminar con él y suscitaba en los transeúntes, la idea de que era un loco. Los palomillas de la calle se burlaban de su figura, rechoncha y musculosa, con su sombrero de copa de forma incierta. Así recorría las calles de Viena, ataviado con un largo abrigo oscuro que le llegaba casi a los tobillos, llevando un monóculo y deteniéndose a cada momento para escribir garabatos en su anotador, mientras tarareaba y canturreaba con voz desafinada.”    

 

La popularidad permanente de la obra de Beethoven, su difusión y universalidad

 

Varios elementos confluyeron para que Beethoven tuviese la popularidad universal que hasta hoy conserva. Esta además, fue ininterrumpida, pues al margen de su belleza, las innovaciones formales y estilísticas que él le impuso a la creación musical, al margen de hacer de la música un medio privilegiado de expresión personal, el estreno, la impresión y la difusión de sus obras se debe no sólo al apoyo de los nobles que eran fanáticos de él, incluso aun al final de su vida, en que su música por ser excesivamente abstracta dejó un poco de ser popular. El rol de tuvieron sus editores, Artaria y Breitkopf und Härtel y al final Söhne, no han sido relevados quizás con la importancia que se debe. Ellos fueron visionarios, en percibir mas allá del éxito comercial, lo novedoso e importante que era la obra de Beethoven. Esto, está atestado por una cuantiosa correspondencia sobre todo de los últimos años de la vida del genio (7). Sus editores eran muy comprensivos con él, pues Beethoven no era una persona fácil de tratar. Su escritura musical, era a veces muy difícil de descifrar y generaba problemas para ser transcrita y editada a partir de los originales. Beethoven tenía poca paciencia para hacer las correcciones debidas y eso era un dolor de cabeza para sus pacientes editores. Con uno de sus editores tuvo incluso un juicio, que pudo haberle cerrado varias puertas, pero al final se llegó con ellos a un acuerdo.

 

Un papel importantísimo que hubo para la difusión de su obra fue la aparición de un pianista y compositor extraordinario como lo fue el húngaro Franz Liszt, a quien Czerny, el discípulo de Beethoven se lo llevó para que lo escuchase cuando Liszt tenía unos 11 años. Beethoven de quien se sabe tenía aberración a que le trajesen niños prodigios, aceptó a regañadientes, a insistencia de Czerny, pero al final lo escuchó sorprendido. Esa sola ocasión la recordó toda su vida Liszt, pues después de escucharlo, Beethoven dijo “Este joven dará que hablar en el futuro”. La obra de Beethoven influenció mucho la de Liszt y el húngaro, queriendo difundir la obra del maestro, hizo una transcripción para el piano de todas las sinfonías de Beethoven. Algo ya de por sí, difícil de hacer por la complejidad armónica de las obras del maestro. Para la Novena sinfonía, fue incluso necesario que la transcripción fuera hecha para dos pianos, pues cuando interviene la transcripción de la parte coral, en el último movimiento de la sinfonía, la misma era ejecutada por otro piano.

 

Transcribir las sinfonías era una cosa y la extrema dificultad de tocarlas era otra. El genial pianista que era Liszt, era el único capaz de tocarlas en sus recitales. El buscaba, tantas veces como podía, incluir en sus recitales la ejecución de una sinfonía de Beethoven transcrita para el piano. Eso permitió, gracias a Liszt, que estaba en giras permanentes por toda Europa difundir la obra sinfónica de Beethoven, hacerlas llegar a lugares donde no había orquestas sinfónicas y sabemos, lo costoso que era en la primera mitad del siglo XIX, encontrar orquestas que pudiesen tocar sinfonías tan complejas como las de Beethoven. Liszt, fuera de sus talentos como compositor y pianista, era un marketero genial (8), de alguna manera le debemos a él, la idea de hacer recitales para piano solo, de escribir lo que denominó “poemas sinfónicos” que eran sinfonías de un solo movimiento y tantas nuevas formas de difundir el arte musical. El ayudo también, a revalorizar y difundir la música popular de su Hungría natal, escribiendo libros al respecto y dando algo así como un modelo de acción a todos los nacionalismos musicales que surgieron después, paralelos a las guerras de independencia de sus respectivos países.

 

Liszt, al ver el éxito que tenían las reducciones al piano de la obra sinfónica de Beethoven, se aventuró a hacer también transcripciones y variaciones de partes de diversas obras de ópera de Mozart, Rossini, Verdi, entre otros, que él denominó fantasías. Lo mismo hizo sobre la obra de quien después fue su yerno, nada menos que Richard Wagner. El estuvo al origen, por otro lado, de toda una escuela de piano que se transmitió de maestro a discípulo sobre la forma de interpretar Beethoven al piano. Fue discípulo de Czerny, quien lo había sido de Beethoven y quien lo presentó al genio. Liszt tuvo después como discípulo a Martin Krause, el cual a su vez fue maestro del chileno Claudio Arrau (9), de Edwin Fischer y varios de los grandes pianistas que se formaron en Berlín a comienzos del siglo XX, y a quienes logramos escuchar varias veces en vivo, pues estuvieron vigentes hasta la tercera parte del siglo XX. Es cierto que escuchar tocar Beethoven a Arrau era una experiencia única y las grabaciones de sus magistrales interpretaciones de las sonatas de Beethoven y sus conciertos para piano, grabadas varias veces, dan testimonio de su talento interpretativo. Arrau era el último representante de una estirpe interpretativa que nos remitía hasta Beethoven. Había no solo una energía descomunal en sus interpretaciones, ese ímpetu demoniaco que sin duda tenía Beethoven cuando interpretaba sus propias obras, pero también la densidad y la profundidad meditativa, que se sentía en cada acorde, en cada frase musical. Esa densidad que solo se logra por una frecuentación y entrega total a la obra de un compositor y cuando se conoce la totalidad de su universo creador.

 

El otro gran intérprete de Beethoven fue Wilhelm Kempff, cuya formación venía de un linaje mas ligado a Schumann, quien con su esposa Clara fueron también extraordinarios intérpretes del maestro de Bonn. Escuchar a Kempff era otra cosa, otro tipo de experiencia, otra atmósfera, menos virtuosa pero igualmente intensa. Kempff era uno de los últimos Kapellmeister (maestros de capilla). El alemán y el chileno tenían dos lecturas diferentes de Beethoven, que mostraban la elasticidad de lecturas que podían suscitar las partituras del compositor.

 

La pedagogía musical ha avanzado mucho y los pianistas, sobre todo cada vez más jóvenes, logran tener una formación técnicamente impecable y que les permite tocar literalmente cualquier cosa desde muy jóvenes. Digo tocar, pues interpretar una obra es algo diferente. El problema es que la competencia en el mercado musical es muy feroz y hasta despiadada por las exigencias del mercado del espectáculo. La exigencia hace que toquen mucho, demasiado quizás. Un día dan un concierto en Lima y al día siguiente en Sao Paulo y tres días después en New York, tocando programas diferentes. Eso les impide interiorizar bien la obra de un compositor, sobre todo de uno tan complejo y denso, con múltiples facetas como lo es Beethoven.

 

Los pianistas modernos tocan bien, sería absurdo y tonto negarlo. Tocan con extraordinario virtuosismo y a veces con una sonoridad impresionante, en ocasiones simplemente acelerando el ritmo, como si estuviesen apresurados para ir al aeropuerto. Muchas veces, salvo excepciones, podría decirse que son acróbatas del piano, mas que artistas que utilizan el piano para transmitir una obra de arte. En Rusia todavía se mantiene un acercamiento reflexivo sin dejar de ser virtuoso en la interpretación. No siempre suele ser el caso de los pianistas asiáticos, impecables técnicamente, pero que están lejos de transmitir, el mensaje que en sus interpretaciones nos dejaban los grandes maestros del piano al tocar Beethoven, Arrau y Kempff desde ya, pero también el austriaco Schnabel y los rusos Guillels y Richter y sin ir mas lejos a los grandes argentinos, que siguen vigentes todavía, como lo son Argerich,  Barenboim y Gelber. Para deleite nuestro, todas esas interpretaciones están gratuitamente disponibles en YouTube. Basta escuchar y comparar y por simple deducción comprender quién está más cerca de la forma como Beethoven hubiese querido que se transmitan sus obras.

 

Este 17 de diciembre, en todos los conservatorios del mundo las obras del genio de la música estarán presentes, y también en los pequeños teatros de pueblitos de su país natal que fue Alemania y de su país de adopción como lo fue Austria también se le interpretará. La pandemia será un obstáculo en algunos casos y no permitirá los conciertos multitudinarios que hubiese merecido, alguien que nos dio una obra con un mensaje que quería que llegase a todos.

 

El mes de diciembre es un mes muy especial en lo que concierne a la difusión de la obra del maestro de Bonn. En Alemania, sobre todo, el día de año nuevo se suele tocar la Novena sinfonía, que desde la caída del muro en 1989 se convirtió en una especie de nuevo himno para los alemanes y terminó siendo de alguna manera el himno de la Unión Europea. Sin embargo, el país donde más noté que había un interés casi obsesivo por interpretar a Beethoven en el mes de diciembre, es en el Japón. Prácticamente todas las asociaciones de música de ese país que tienen algún grupo coral o una pequeña orquesta, preparan un concierto para interpretar dicha obra. Hay asociaciones que incluso existen específicamente para eso, las llamadas DAIKU WO UTAU KAI, que son las asociaciones cuya razón de existencia es prepararse para cantar la Novena sinfonía en diciembre. Es una tradición que ya tiene unos 80 años y fue instaurada por un director alemán que trabajó en Japón en los años 30 del siglo pasado. Esta pasión por interpretar a Beethoven, alcanza proporciones difíciles de imaginar y en los grandes conciertos que a veces se han dado en Tokio u Osaka, han participado a veces unos 10,000 coristas. Algo desmesurado, pero de alguna manera proporcional y merecido, al inmenso talento de este genio, cuyo 250 aniversario festejamos en una fecha precisa, pero cuya obra poderosa, inmensa y eterna, iluminará siempre nuestra existencia.

 

Para ser un aniversario tan importante de un genio de tal envergadura, el año 2020 no se ha caracterizado mucho, por ser un año que nos dé una rica cosecha en estudios sobre Beethoven. Ha habido muchas reediciones, es cierto y lo cual aplaudimos. Siempre estarán disponibles, las biografías idealizantes y clásicas de Romain Rolland y Emil Ludwig, escritas antes de que se descubriese un acervo documental que ha dado muchas luces y ha modificado en mucho, la percepción de la compleja personalidad del compositor.

 

Hoy disponemos de casi la casi totalidad de la masa documental concerniente a la vida de Beethoven, que es mucha y muy dispersa. Gran parte de esta dispersión se debe al irresponsable comportamiento que tuvo Schindler, quien era asistente del maestro en el momento de su muerte. Prácticamente él se llevó la mayor parte de los escritos, cartas, obras inconclusas, manuscritos y archivos de Beethoven y las vendió para provecho propio. Ese irresponsable proceder de Schindler hizo que pasado el tiempo, muchos documentos del genio, apareciesen en los lugares más recónditos del mundo, después de haber pasado de mano en mano.

 

En múltiples casos no se conocían, muchos documentos públicamente, pues eran guardados como reliquias. Para colmo, Schindler destruyó muchos documentos, se calcula un 70% de los Cuadernos, donde la gente le escribía a Beethoven. Beethoven escribió muchísimas cartas y uno que otro día aparece alguna y se vende en alguna subasta pública. Felizmente la Biblioteca del Congreso de Washington, la Biblioteca Pública de Nueva York, la Morgan Library de la misma ciudad, la Biblioteca Nacional de París y evidentemente diversos museos de Viena o bibliotecas y archivos de Alemania y Austria, conservan en un excelente estado lo que se ha podido recuperar de la obra del compositor.

 

En esos diversos lugares hemos podido contemplar, muchas veces, emocionados, esos envejecidos documentos, donde alguna vez se posó la mano de un creador absoluto. Creemos que después de las biografías del norteamericano Maynard Solomon, los esposos franceses Brigitte y Jean Massin, y hace poco en 2017 la del también norteamericano Jan Swafford, titulada “Beethoven: tormenta y triunfo” (11) que tiene cosas interesantes pero no tan novedosas, en realidad no han aparecido estudios que susciten mayor interés, en lo que concierne a lo biográfico.

 

El catálogo de las obras del maestro, ya podemos decir que es definitiva. La última obra sobre la totalidad de la vida del genio, que ha sido lanzada justamente por el 250 aniversario a fines de setiembre, es la fascinante obra del holandés Jan Caeyers, “Beethoven: A life” (12) y ya con eso, poco es lo que se podría agregar a la parte documental de la vida del compositor. En realidad esta última obra, es la traducción al inglés de una obra ya aparecida originalmente en alemán el 2015, pero la traducción está ampliada con interesante información de tipo sociológico sobre el contexto en el cual transcurre la formación inicial de Beethoven.

 

Lamentablemente la pandemia ha hecho que difícilmente circulen las ediciones impresas de Beethoven este año pandémico, en que incluso librerías y bibliotecas han estado cerradas. En el caso de la obra de Caeyers, personalmente he tenido que leer las 680 páginas en la edición electrónica, por ser tan difícil obtenerla impresa. El esfuerzo y el fastidio han valido la pena. Creo que por mucho tiempo será una obra de referencia junto a la de Solomon. Por otro lado muchas master classes llevadas a cabo en la Juilliard School of Music de New York sobre todo y en la Royal Academy of Music de Londres, han analizado exhaustivamente la parte técnica de muchas de sus obras y están disponibles gratuitamente.

 

Los acercamientos mas recientes a la obra del compositor, optan por una percepción más sociológica de su existencia, contextualizando el momento de la creación y la elaboración de las obras de Beethoven. El producto de estas nuevas investigaciones, suele ser el de descubrir un hombre menos mítico pero igualmente grandioso. Menos profeta, menos héroe pero igualmente genial. Están menos centradas en las anécdotas del músico incomprendido y nos dan herramientas para comprender mejor lo que era, ya en la época, posicionarse como un músico moderno, empresario de sus propias obras, negociando con sus editores y buscando las mejores condiciones para la ejecución y la difusión de sus obras. Mucho se investiga hoy, sobre todo también lo increíblemente visionaria que fue su música, sobre todo la de la fase final, la de las últimas sonatas y los cuartetos de cuerdas, en los cuales la disonancia ya juega un rol importante. Stravinsky puso mucho el acento en ello. Veía en la base rítmica de muchas de las obras de Beethoven, un mundo de una riqueza rítmica desconcertante, algo que con equivalente genialidad solo lograba en algunos de sus mambos el cubano Pérez Prado.

 

Ya, con toda esa masa crítica de información, queda por analizar en forma definitiva la personalidad del genio, para lo cual será necesario tener los talentos de un musicólogo, un historiador y un psicoanalista. Su compleja y rica personalidad, al margen de sus geniales obras, nos hace cuestionarnos sobre cosas esenciales, sobre las más complejas motivaciones del ser humano, nos reenvía a esa bipolaridad intrínseca que hay en el psiquismo humano. Beethoven concentra lo esencial del ser humano, es Ariel y Calibán al mismo tiempo, Fausto y Mefistófeles, es sereno y volcánico, capaz de una ternura y una generosidad sin límites como también en su vida privada capaz de celos, desconfianzas y comportamientos tiránicos incomprensibles. Es realmente difícil imaginar y hasta abstruso cómo paralelamente a esta implosión permanente dentro de sí, pudo crear una obra tan maravillosa y desconcertante. Beethoven más que ningún otro artista, encarna esa contradicción, muchas veces patológica, que llevamos dentro todos los seres humanos.

 

“Menschliche, alzu menschliche (Humano, demasiado humano), esas palabras de Nietzsche, las acuñó pensando sin duda en este hombre genial, en cuya personalidad nos reflejaremos siempre todos, ahora y siempre.

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(1) Frederick Skinner, “ Lenin and the Appassionata affair”. La misma información consta en diversos escritos de Gorki y en una nota dirigida por Lenín a él.

(2) Franz Mehring, “Karl Marx. Historia de una vida”, Buenos Aires.

(3) Manfred van Rey, “Beethoven, Bonn and its citizens”

(4)Andrew Wheaton, “ The Habsburgs”, Penguin Londres 1995

(5) Edgar Morin “Mon Paris, ma memoire” Librairie Artheme Fayard PLURIEL Paris 2013

(6) Maynard Solomon, “Beethoven”, Editorial Javier Vergara, Barcelona 1983

(7) Editha Sterba, “Beethoven and his nephew”, Dobson Editions, 1957

(8) Hans Gal, “El mundo del músico”, Siglo XXI Editores 1985

(9) Jorge Smith, “Liszt, pionero del marketing musical”, Centro de Publicación ORVAL, 2010

(10) Claudio Arrau, Youtube. Entrevistas diversas

(11) Jan Swafford, “Beethoven: tormenta y triunfo”, Editorial El Acantilado 2017

(12) Jan Caeyers, “Beethoven: A life”, University of California Press, 2020