El presidente electo Ollanta Humala ha escogido como presidente del Banco Central de Reserva del Perú a Julio Velarde y se cree que elegirá como ministro de Economía a Miguel Castilla. No es difícil hacer la comparación de esta decisión con la que, en su oportunidad, tomó el presidente Lula da Silva en Brasil.
La idea que puede estar detrás de la decisión tomada es, seguramente, la de "dar confianza a los mercados", lo cual dejaría a Ollanta Humala las manos libres para implementar su política social….tal como lo habría hecho Lula.
Sin embargo, con Brasil hay más diferencias que semejanzas para tratar de seguir, luego de un análisis superficial, un camino siquiera semejante al de ese país. Veamos.
1) La Constitución brasileña no tiene nada parecido a la "subsidiaridad" del Estado en la Economía. Un ministro como el candidato mencionado, se opondrá a cualquier medida para, desde el Congreso, proponer su modificación. Lo mismo se hará desde el BCRP.
2) En Brasil la participación del Estado en la economía es muy fuerte. No solo tiene empresas y bancos muy grandes, sino que participa activamente, como debe ser, en la promoción del desarrollo. También aplica políticas comerciales proteccionistas.
3) En Brasil esta presencia del Estado en la economía está no solo consolidada, sino es aceptada por las grandes empresas brasileñas que se benefician, crecen y se consolidan en el mundo gracias tanto a los créditos subsidiados como a la protección comercial, etc., etc. Por esto, en Brasil no fue importante si el ministro era abiertamente pro-empresarial o no, pues cualquiera que fuera apoyaba la inmensa presencia y apoyo del Estado al sector privado y su primordial rol promotor del desarrollo.
4) En conclusión, la pujanza del capitalismo brasileño tiene en su base la enorme presencia del Estado en su economía.
5) En el Perú venimos de más de 20 años de desmantelamiento del Estado. En nuestro país los grupos empresariales han conseguido difundir, como ideología, la noción de que en la naturaleza del Estado está no solo la corrupción, sino también la ineficiencia y que, prácticamente, no sirve para nada…..no obstante, nuestra propuesta de cambio tiene en su raíz la necesidad de un Estado más fuerte que pueda promover el desarrollo de la empresa privada y del país en su conjunto.
6) La débil economía de mercado peruana tiene en su base la debilidad del Estado. Esto ha impedido el mayor desarrollo de los mercados en el conjunto del territorio nacional. La ideología neoliberal peruana es profundamente anti-Estado.
7) El ministro de Economía en nuestro país es demasiado grande como para implementar políticas sociales o de cualquier otro tipo sin su anuencia. Además, junto con el BCRP se encargan de las políticas fiscales y monetarias. En mi opinión, esto es demasiado poder en manos de quienes explícitamente discrepan con las propuestas de GANA PERÚ.
8) Aquí tenemos dos escenarios posibles. O las propuestas ganadoras de las elecciones se dejan de lado, o pronto podrá haber un conflicto con el nuevo ministro Castilla, por supuesto, si es confirmado.
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