Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
4-6-2023
Cuenta tu historia
https://senaldealerta.pe/cuenta-tu-historia/
Suceso, anécdota, comentario, situación familiar,
empresarial, sindical, escolar o universitaria, el universo es infinitamente
grande, que no se registra o escribe, pasará al recuerdo y se borrará con el
tiempo.
Cuando el Hamlet de Shakespeare responde la misma palabra
tres veces: words, words, words, parece aludir a que las mismas, se las lleva
el viento.
En momentos como los actuales, cuando cada uno frente a una
computadora o laptop o tableta o celular, es un editor de contenidos, eso
parece ser una opción ociosa.
¿Hay derecho a dejar difuminar la memoria, cuando con un
poco de esfuerzo, es posible levantar construcciones literarias y absolutamente
verdaderas?
Todos tenemos algo que decir. A nuestros amigos del barrio,
a nuestros hijos, hermanos o nietos. Los empleados a tu cargo, tus colegas de
profesión. A la sociedad en que vives.
¿Para qué o hacia quiénes conservar la experiencia de vida?.
¿Por qué no compartir todo aquello que condujo a un camino de éxito o de logros
que pueden ser información valiosísima para todos los que están en tu entorno?
No sólo de triunfos o magníficos resultados los recuerdos,
también hay lecciones que aprender que nos desviaron hacia retrocesos por mala
óptica o cálculo erróneo. ¿No es justo que la voz de la experiencia ilustre a
quienes dan sus primeros pasos?
Los empresarios, grandes y pequeños saben de la persecución
de los bancos y cómo estos contratan a estudios de gángsteres que a su vez, dan
trabajo a delincuentes y asesinos, para asustar de todas las formas habidas y
por haber a los clientes en falta.
Medidas cautelares contra el domicilio, la visita de
malhechores con “notificaciones” que no dejan nunca pero que hacen constar como
bien dadas. Y, de repente, la víctima queda citada de grado o fuerza, con
ignorancia casi total de lo que sucede.
No siempre ganan estas entidades que se portan al más bajo
nivel, literalmente cazando a los deudores. Pero, dice la máxima, NO se puede
cobrar una deuda, ahorcando al deudor.
¿No es importante en ese rubro confeccionar el relato de la
cacería abusiva, del cobro de intereses monstruosos y el abuso de la posición
de dominio que se va contra quienes no tienen que ver en el contrato de deuda?
Si usted no da cuenta de estas tribulaciones es porque NO
quiere. Hoy es posible hacerlo y contarlo con detalles que señalan con nombre y
apellido a los infractores que se escudan en las entidades financieras que
pagan mal a sus empleados pero sí contratan delincuentes para estos “trabajos”.
Y por si fuera poco ¿no se reciben decenas de llamadas diarias
de teléfonos que no existen? Y llaman a las horas más desopilantes. Si la
sociedad no combate estas prácticas, estamos fritos.
¿Qué hay de las luchas sindicales de cuyo registro hay
apenas pocos recuerdos? ¿Y las conquistas locales en distritos y provincias? Es
el pueblo el responsable de contar su peripecia, es decir, su historia.
Años atrás, una revista mundialmente conocida, Selecciones,
inventó una sección dedicada a los héroes locales.
En efecto, toda la sociedad tiene a sus notables y personajes
que sobresalen en sus ámbitos por decencia, limpieza, ejemplar buen humor y
estilo de vida sano.
Son estos los que en su radio laboral o institucional custodian
los valores tan venidos a menos e impiden que se ponga ruedas al Estado peruano
para llevárselo robado y expoliado.
¿Cuánto daño nos causó la pandemia?. ¿No es hora de otorgar
palabras de recuerdo a quienes partieron heridos por el mal?
Perdí colegas periodistas, amigos, seres que apenas si
pasaban los 40 años y que merecen la reminiscencia de los que quedaron.
Parte de la memoria colectiva se hace con los retazos
personales que edifican un cuerpo colectivo.
¿Cuántas historias de amor no fueron contadas?
Contar la historia presume de poner las fotos que narren
hitos de biografía o, más propiamente dicho, de minibiografía, en pocas decenas
de páginas profesionalmente editadas en .pdf y con la mejor carátula alusiva,
aquella que grafique y dé idea de qué se trata.
Y ese archivo, si se cuenta con los medios dinerarios, está
listo para la impresión física.
Hoy, con los medios de comunicación electrónicos, es más
fácil ser autor de la propia hoja de vida.
Se escoge a quién se lo hace llegar; se envía a los círculos
que uno escoge, cuándo y por las razones que se tengan. Recuerde, eso sí, que
en tiempos de la información, esto ayuda a dar ejemplo y testimonio.
La confidencialidad de los datos y documentos está
garantizada. Te ayudamos a contar tu historia.
No gastas, inviertes, Inviertes
en algo muy valioso como una luz para ayudar a otros a caminar con paso seguro
y determinación .
Narrar a los cuatro vientos o a los círculos más pequeños e
íntimos, no sólo es grato.
Es un deber de nuestros días.
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